Va a sonar viejuno y moderno, al 50%.
Hoy mismo estaba con la moto , hace un rato, viniendo a casa. En el coche de al lado, un Audi mas viejo que el mío pero con llantas de aleación, un chaval recostado en su asiento le pasaba el porro a una chica con un moño bien alto y después de darle una calada se besaban en lo que dura el rojo del semáforo mientras se hacían una foto (con flash) que supongo que ya que está en alguna storie de Instagram. Luego se sonreían. En realidad sentí una sensación que irradiaba del interior del vehículo de ser los bonnie & clyde de Bolueta. Después giraron hacia Basauri y yo para casa. Me pregunté si alguna vez ( sin porro, sin redes sociales y sin coche de señor mayor de hace 35 años) yo me pude parecer a algo similar. Me pregunté si existió el equivalente en nuestra generación a eso. Porque no es el Vaquilla pero tampoco Mario Conde. Así que solo me salió la expresión "cuñadismo adolescente" si es que en este milenio la adolescencia llega hasta los 28.
Luego, en casa y en ese momento de café y cigarro dudando entre las noticias o la música, ganó la música y me descubrí rodeado de ruido garajero que bien podría ser esa explosión que me pilló a mitad de camino, allá cuando acababan los 80 y empezaban los 90, entre la universidad y la vida. Entre la movida madrileña y el rock radikal vasco.
Así que me di cuenta que detrás de tanto autotune y tanto sonido miserable, misógino, politicamente controlado en su incontinencia verbal y rosalizado, hay un pequeñito brote verduzco de lo que en su momento fue algo parecido al rock. Ya vendrá el dinero y lo mainstrean a joderlo.
Mientras tanto he ido cayendo en todo esto ( aunque la culpa es de la segunda canción):
4 comentarios:
Menuda selección,
hoy te has salido.
Con esto tengo para todo el día 😎.
Te quiero cabrón
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