Hay una estrategia absolutamente legal y que roza lo ético sobre la manera de medir las diferentes realidades que nos van acompañando a lo largo de nuestra vida. Dicen, por ejemplo, que la manera que tuvo la alcaldesa de Madrid de reducir la contaminación en la ciudad fue eliminar aquellos contadores que daban las cifras más altas y, de esa manera, el resultado que presentaba a final de proceso era adecuado al resultado buscado. Se puso una medallita y se fue en coche oficial de compras. Con la manera de medir el paro pasa poco más o menos lo mismo. En España hay un porrón de parados, pero no es lo mismo la encuesta de población activa que la EPA. En un caso son 4 millones y en el otro más de 5. En alemania, a base de minijobs o lo que sea son menos y en francia también los cuentan como consideran oportuno. Dicen, también, que al principio de la crisis todos aquellos parados que iban a cursos de formacion del INEM no contaban como tales. Son, en todo caso, consecuencias estadísticas de la verdad.
Hace 15 años, presentando un presupuesto en una empresa, el gerente, que me vio como un joven barbilampiño de buen corazón pero poca maldad, tomó mi prespuesto y el de mi competencia y me estuvo explicando que si subia de aqui y bajaba de allá podía poner bien grande que le regalaba una impresora y de esa manera, aunque le cobraba lo mismo, parecía una oferta más apetecible. Fue mi único contrato con aquel señor.
Nuestra economía es, como todas las economías, un escándalo golpeado a base de estadísticas. Y dentro de esas estadisticas, como otra cualquiera que luego nos afecta como a perros, está el IPC. Para calcular el IPC, que hasta ahora tenía una repercusión directa en nuestros sueldos y lo tiene directamente sobre lo que nos cuesta el metro o el alquiler, se establece un "consumo típico de la familia media" para establecer cómo va variando de un mes a otro. Así que, como es lógico, si cambiamos los componentes de ese "consumo típico" podremos hacer que el IPC sea uno u otro.
¿Que hace un gobierno al llegar? Cambiar la manera de medir el IPC.
Así que se ha cambiado , como es lógico, la manera de medirlo. Ahora se considera que hemos dejado de comprar Cds, que nos gastamos más en comer, bebemos un poco más y gastamos menos en cultura. Se ha quitado el gasto en videoclub, se supone que llamamos menos por teléfono y que compramos tablets y notebooks compulsivamente. Lo más soprendente es que se considera que la familia típica española realiza un gasto habitual en fotodepilación y depilación láser por lo que esos son dos de los casi 500 parámetros que se van a valorar para hacer el nuevo IPC.
El miercoles que viene se publicará el nuevo IPC y se comparará con el que nos media hasta ahora sin decir, en ningún momento, que ya no lo están midiendo con la familia Alcántara sino con una que se han inventado. Será la consecuencia directa de que hayan quitado Cuéntame de TVE.
O consecuencia directa de la salud del vello del español medio aplicada a esas estadísticas que nos escandalizan, sin saber lo que las componen, cuando vemos el telediario.
2 comentarios:
Vease.... http://www.spaniards.es/foros/2012/01/09/sin-el-hartz-iv-el-indice-de-paro-en-alemania-superaria-el-15
(alemanes...)
como me duele tener razon: http://economia.elpais.com/economia/2012/02/15/actualidad/1329295588_967399.html 15 de febrero, titular: el ipc ha sido bueno de la meurte....
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