Los aeropuertos, cuando los viajas solo, siempre recuerdan a una prostituta social por la que pasan las personas tratadas acorde con su desembolso economico. Unos saltan las colas, son atendidos con una sonrisa y llevan a sus hijos a vivir nuevas experiencias. Otros van de mostrador en mostrador sin conocer todas las normas, con una bolsa al hombro y buscando entre la gente. Al final todos estan de paso. Todos pagan. Todos miran a lo lejos sin verte y el camarero poliglota se hace complice de tu excesivamente cara consumicion de baja calidad mientras esperas que te llegue el turno para ser atendido por, basicamente, sonrientes damas.
1 comentario:
Oh... el cantautor que canta bajito y ya no escribe historias interesantes, eh?
JA
La primera frase de esta canción merece la pena este disco, digas lo que digas.
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