Mal dia para buscar

21 de enero de 2015

La legalidad y la ética

Hace muchos años, tantos como 25, estaban de moda las tiendas en las que se alquilaban cds. En realidad, según me explicaba uno de los dueños, se establecían como organizaciones culturales sin animo de lucro y precisamente al revisar sus cuentas no aparecía ningún beneficio. Después, analizando con detenimiento las anotaciones resultaba que el dueño aparecía como señor de la limpieza por lo que percibía cantidades enormes lo cual no es ilegal porque cada uno paga lo que considera oportuno a sus empleados siempre y cuando no esté por debajo del salario mínimo. Era piratería encubierta, era un negocio con todas las letras pero no era ilegal.

Cuando Jesús Gil se puso a traer fichajes sorpresa del Africa más profunda resultaba que lo que se traía era maulas que casi no daban ni una sola patada pero que costaban cientos de millones y, en realidad, era una manera de lavar dinero pero él decía que lo que pasaba es que tenía muy mala suerte con los fichajes y la verdad es que no era ilegal pero olía más podrido que Dinamarca.

Ahora resulta que Modenero, adalid de la refrescada nueva política que nos va a salvar a todos, ha facturado más de 400.000€ por un trabajo sobre la implantación de la moneda bolivariana en sudamérica. Dice que se ha esforzado mucho, que ha cobrado las facturas que ha emitido y que ha tributado lo que corresponde por ello. Y tiene razón. Es legal pero por alguna razón no pinta especialmente bien porque no conozco a nadie, y menos de entre los pobres, que facture 200.000€ al año a un solo cliente por hacer un informe que, además, le ha dejado tiempo libre para unos cuantos mítines.

De la misma manera Monago ha viajado un buen montón de veces a Canarias. Como representante de todos los españoles y por ley tiene los viajes pagados para visitar cualquier parte del estado a fin de estar al lado de quien le necesite y ha dado la casualidad que en Canarias tenía una amiga muy amiga, pero eso no quita que lo que hizo fuera legal, aunque no parece muy ético.

Visto así es más que probable que muchos de los casos en los que nos escandalizamos no sean ilegales aunque tengan bastante tufillo a podrido. Son los asesores con sueldos enormes o los expresidentes en consejos de administración. Son las adjudicaciones a empresas amigas o las facturaciones desmesuradas. Cuando me presenté a mi segundo concurso público el funcionario me explicó que lo tenía complicado porque "siempre gana Angel" que era un tipo que se tomaba vinos con los tipos del ayuntamiento sin disponer de empresa ni estructura. Era un subcontratador. En este país que se valora más al famosete que al científico también se valora más al contacto que al profesional. Quizá por eso se caen los edificios y se cuelgan los ordenadores del ayuntamiento en cuestión. Quizá por eso, porque el pastel se reparte entre el amigo, el del medio, el asesor y el que hace el laboro, es por lo que las personas que realmente han aprendido un oficio se tiran de los pelos. Pero, a nuestro pesar, no es ilegal.

Tenemos un país en el que las leyes, en realidad, siempre se hacen con una buen fin. Eso no se pone en duda. Pero tenemos unos habitantes, entre los que me incluyo y te incluyo, que buscan como perros amaestrados la manera de usar la ley para su propio provecho. Una pareja que no se casa para cobrar las ayudas a madres solteras con hijos, un tipo que pone todo a nombre de la mujer y pide una ayuda para pobres sin serlo, una mujer que se quiere divorciar y alega maltrato psicológico para acelerar los trámites, un tipejo que factura a otro cien mil por un asesoramiento que no ha dado y así no pagan el 33% sobre los beneficios, hacer publicidad de una oferta sujeta a stock y que ya se ha terminado, tener ocho años y escupir en la cara al profesor para enfrentarse diciendo "si me pegas te denuncio" o un uso indebido del teléfono de la empresa o un exagerado uso de las dietas. Nada de lo que he descrito es ilegal pero sí lo es encenderte un cigarro cerca de la puerta de un bar cuando llueve afuera.

Legislar no es sencillo porque los legislados son españoles.

Y la ética es algo tan voluble que solamente se ve claramente cuando se refiere a la ética del otro. De eso saben los portavoces parlamentarios.

Uno de esos portavoces dijo, en sede parlamentaria, que la ley está para cumplirla y que se presupone que las personas adultas son suficientemente inteligentes como para usar los medios que tienen a su alcance de una forma ética y correcta. Dijo, con razón, que el mundo de verdad, que el mundo de los adultos no es un lugar en el que poner a un policía a ver si cumplen con sus deberes de una manera correcta.

Y debería de ser así, pero no lo es. Y no se libran ni los de siempre ni los nuevos ni los que vienen por detrás. Cuando les preguntas dicen "es legal" y lo es. Pero no es ético. "Chincha rabiña" decía mi compañero de acampada cuando se quedaba el último bollicao y yo estaba detrás en la fila. Como buen tipo nunca lo compartió conmigo. Probablemente yo, creyendo que era lo justo, tampoco lo hubiera compartido con él. Las normas decían que se repartían hasta acabarse. Nada le obligaba a compartir. Nunca lo hizo.

Pues eso mismo.

Claro que no existe una línea ética y por eso se salta como si fuera una comba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://youtu.be/7oh8psoYStU