Me cuenta un amigo.
-Tengo un colega que últimamente lo está pasando mal. Tiene un problema, la verdad es que es uno de esos problemas jodidos porque el chico es deportista de esos que se preocupa de sus calorías y de que si come demasiados hidratos de carbono y eso le hace pensar que la mujer que necesita es de esas que también hacen deporte y suben paredes escarpadas y tienen el culo durísimo y los pechos turgentes. Así que lo único que encuentra son jovencitas de veinte que, obviamente, le utilizan como su fuera una esterilla de baño con abdominales. Y se las folla, eso sí, pero luego se da cuenta que por ahí no va a ningún lado porque le lucen como una conquista molona y no puede hablar con ellas de nada más que no sea el próximo reto de deporte extremo. Pero luego no hay nada. Así que se deprime y se agarra unas borracheras tremendas y termina en casa, deprimido, sin saber si la bebida le va a exigir hacer unos kilómetros de más el día siguiente o si acaso ya empieza a estar viejo. Así que me cuenta que le ha llamado su novia, que está tremenda, y que le ha contado que tiene una amiga que ha descubierto que el marido se va de putas sistemáticamente todas las semanas. Ante eso él pone cara de estupefacto pero se queda al otro lado del teléfono porque, en realidad, la sigue queriendo. Y ella le cuenta que la otra, su amiga, está muy tocada con ese descubrimiento y que ha decidido devolvérsela, a su marido, poniéndole los cuernos para que vea lo doloroso que es. Entonces resulta que la ex novia ha pensado que él, que al fin y al cabo está solo porque ya no están juntos, pudiera ser ese tipo que se follara a la amiga para darle en la nariz al putero del marido, de la otra. Ahí él, que parece tonto, no lo corta ni piensa que qué cojones de relación ha podido llegar a tener con la que era su novia si es que ahora ella le propone este tipo de estratagema hipster contranatura. Él, que se queda callado y atontado, parece aceptar ese rol por alguna oscura razón. Así que su ex novia le organiza una cita con su amiga con ese fin extraño de follársela para intentar equilibrar el universo en aquellas relaciones extrañas envueltas con el papelillo tonto de la modernidad.
Y sigue:
-Así que queda con la otra. Y la otra, que debe de ser espectacular como un photoshop bien hecho, no le acepta una copa ni una cena. No pasean ni unos metros para descubrir si alguno no llega a un mínimo exigible en un pequeño intercambio intelectual. La otra le dice: "¿donde quieres que follemos?". Y él, que es idiota, se la lleva a su casa y entran por la puerta, se desnudan y están ahí, tumbados en la cama con sus cuerpos atléticos buscándose de manera artificial. Él se pone sobre ella y ella le mira con los pechos apuntando al techo y las piernas abiertas. En ese momento ella empieza a llorar. Y lo que iba a ser un polvo vengativo se convierte en tres horas de paño de lágrimas porque, en definitiva, ella quiere al putero de su marido y él no se atreve a admitir que accedió a todo eso porque quiere aún a la hija de perra de su ex novia, la misma que le ha metido en la cama con su amiga.
Esto, amigos mios, es la definición exacta de un perdedor. Un loser, para los modernos.
Pd: basado en una historia que me contaron como real.
Pd2: Looser es un sustantivo http://www.thefreedictionary.com/looser y loser es un adjetivo comparativo. http://www.thefreedictionary.com/loser
Pd2: Looser es un sustantivo http://www.thefreedictionary.com/looser y loser es un adjetivo comparativo. http://www.thefreedictionary.com/loser
2 comentarios:
Jajaja...no sé si será verdad, pero es gracioso. Creo que cuando tienes una relación adulta y estable no te vengas de tu pareja por la ley del talión cual quinceañera dolida, sino que se hablan las cosas, al margen de la decisión que se tome d dejarlo o no.
Por otra parte un ex, no deja d ser alguien a quien quisiste, nunca le pedirías algo así, por respeto hacia él...o soy yo la rara?
M.
Madre mía, tras leer la historia, sólo me sale soltar la tópica y estereotipada frase: "la gente está (estamos) fatal". Como pollos sin cabeza, lo que yo te diga.
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