He leído que en realidad la llamada inteligencia artificial no es más que un entrenamiento a base de observar millones y millones de interacciones para aprender a responder lo que estadísticamente se supone que solicita el que hace la solicitud.
Es cierto.
Antes incluso de empezar la universidad encontré un libro (un momento que voy a buscarlo) que se titula "El hombre mecánico ( el futuro de a robótica y la inteligencia humana)". Lo que más me impresionó de ese libro era lo sencillo que resultaba inferir a una máquina una serie de respuestas que hicieran confundir a un ser humano. Actuar simulando humanidad es tremendamente fácil porque no hay más que repetir respuestas aprendidas que parece que infieren un alma (inexistente). En realidad no es muy diferente a comportamientos simulados guionizados que, si se hacen bien, convierten a actores en personajes creíbles.
Por supuesto que allá en 1988 se establecía como un tótem la imposibilidad de la creación de algo nuevo por parte de una máquina. Ahora, casi cuarenta años después, solamente se está a la espera de la llegada de la Inteligencia Artificial General, que se supone que sucederá en el momento en que ese paso mágico se produzca.
La pregunta, que es bastante obvia, es si esto último es posible.
La respuesta no es sencilla porque, y me vuelvo al principio, si todas las respuestas se basan en iteraciones conocidas llega un momento en el que se analizan todas y después no hay más. Los avances son mucho menores aunque invirtamos más y más en computación. Voy a poner un ejemplo que vas a entender: el cambio de no tener cámara a tenerla en el teléfono fue brutal. La diferencia de calidad de 1Mpx a 3Mpx era una locura. De 3 a 20 también, pero no tanto. De 20 a 50 se notaba en las fotos de noche y algún concierto. Pero de 50 a 100 casi no se nota y de 100 a 300 te tienes que fijar. Es como la tele en color, que cuando te ponen un partido de los 90 se nota viejuno pero se ven las faltas perfectamente.
A veces pienso que la inteligencia artificial tiene mucho de pretendiente. La mayoría de las veces uno interactúa ya no como es sino de la forma que estadísticamente ha aprendido que logrará mayor éxito. El amor de verdad, la verdadera inteligencia, es algo mágico indescriptible e imposible de entrenar. Aparece, como una chispa.
Podemos estar satisfechos y engañados en relaciones guionizadas aprendidas de mil películas pero eso, aunque confortable, no es amor.
Podemos haber aprendido a responder mezclando el conocimiento conocido, pero no será conocimiento nuevo ciertamente.
Podemos haber oído todas y cada una de las canciones que se han hecho desde siempre, pero no sonaremos a algo nuevo.
Todo ello excepto si quien crea que nos ama jamás se haya visto una buena peli, aprendido de aquel autor o escuchado aquel disco antiguo.
La inteligencia está, precisamente, en algo que nadie había hecho antes. Nadie había tocado como Jimmi, por ejemplo. Nadie creyó que fuera posible cegar y prender fuego a los barcos que asediaban Siracusa, pero Arquímedes lo hizo. Hay muchos imitadores de Elvis, algunos incluso mejores, pero él fue el primero.
Para el ser humano medio la inteligencia artificial estoy seguro que es una tremendísima bicoca pero para la humanidad, aún, no es más que una herramienta que ha aprendido a darte la razón muy chula y estadísticamente contándote algo que ya le contaron a otro antes.
El First Dates de la inteligencia, quizá. O es Rosalía haciendo una producción excelente como si hubiera inventado la música clásica porque saben ( sus productores) que los fans no saben lo que es.
Lo que no es ni puede hacer es irradiar el sentimiento particular de Jeff Beck tocando la nostalgia infinita con una canción de Stevie Wonder.
2 comentarios:
Nada es amor , el amor no existe
Amor es lo que siento por mis perros, mis hijos, mis pocos amigos.
Claro que somos un poco de cada teta que mamamos (libros, pelis, discos), y por supuesto que actuamos diferente dependiendo con quién estemos y lo que pretendamos. Siempre aparecerá alguien que haga algo rompedor y nuevo, o eso espero...y la IA lo añadirá a su sabiduría
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