Hoy vi a cuatro chicas sentadas sobre un muro. Vestían igual: pantalón cortísimo, el pelo suelo, una camiseta con mensaje, algo ajustada y las sandalias con las uñas pintadas a juego de los dedos que se movían veloces y a dos manos sobre sus acariciados smartphones. La mirada fija sobre las pantallas, la conversación nula y continué mi camino, aparte de con ese estudio que dice que cuanto más se usan las redes sociales más infeliz se es, con una idea en la cabeza:
No hay comentarios:
Publicar un comentario