Mal dia para buscar

14 de julio de 2011

Arquetipos repudiables

Existe un tipo de muchacho de cara seria, ropa deportiva, que conduce con las gafas sobre la cabeza y echado ligeramente hacia atrás mientras parece que te va retando en cada uno de los semáforos con su coche tuneado de cuarta mano mientras suena una martilleante música electrónica (o cante jondo en el peor de sus casos) que me produce una repulsión que no soy capaz de contener.


Existe, también y porque no lo podemos evitar, un tipo de mujer que cree que es la nueva componente de Mujeres Desesperadas sin llegar a ser la madre de Weeds. Es ese tipo de mujer de planta respetable, ropa de marca, colores conjuntados, billete de avión en el bolso, más antiguos amantes foráneos que amigos locales, poca o ninguna relación conocida y que se considera en la virtud de poder aconsejarte sobre tu vida como si estuviera de vuelta de todo y generara sentencias cuando, en realidad, si fuera capaz de echar la mirada atrás tendría que reconocer que está más vacía que el aeropuerto de Ciudad Real.

Existe, por qué no admitirlo, aquella persona (de más de 35) que ha descubierto que es incapaz de comportarse como un adulto y va por la vida como un infante descontrolado haciendo "jijis" y poniendo caras sonrientes a cada uno de los "me gusta" que es capaz de pulsar hasta creer de sí mismo que tiene vida social.

Están los que creen que la realidad viene determinada por los reportajes que repiten en el canal 24h cuando no te puedes dormir o por los reportajes de "estilo de vida" que publican las revistas que se ojean desayunando o esperando al dentista cuando vas a blanquearte los dientes.

Existen los que se regodean en el Hank Moody de provincias, los que creen que la vida real vive en un email, los que se creyeron que te querían mientras te follaban, los que salieron corriendo cuando les llegó el olorcillo del compromiso, los que les da igual que seas una dama o una cervatilla si es que se pueden acostar contigo, los que esperan que un repartidor les traiga la solución a sus problemas en un paquete de Seur e incluso alguno que ha sido capaz de no pensar y vive en esa enfermedad maravillosa llamada Fromenofobia. (que es, por definición, el miedo a pensar)

Existen arquetipos en los que nos metemos con la facilidad maravillosa de caer en las equivocaciones que, después, van marcando nuestras vidas y que son, cual símil económico actualizado, aquellas actitudes que van subiendo nuestra prima de riesgo.

El problema es que no hay una especie de amigo central europeo que venga a nuestro rescate. El objetivo de este verano es buscar un nuevo arquetipo y repudiar los anteriores. O simplemente admitir que vivimos, todos, en universos paralelos.


Pd: el origen de este post viene por el brillante párrafo, que describe otro arquetipo, del Sr Insustancial:
El moderno tiene, por narices que no disfrutar de nada y, a la vez que lo hace, intentar que el disfrute de los demás se vea como algo paleto, algo pasado, algo cutre de persona que no está totalmente en la pomada o que, con cierta estúpida insidia, se dedica a mirar hacia atrás. Hacia atrás, lo que se dice hacia atrás, solo se puede mirar haciendo un ejercicio, pretendidamente cómico y de mucho reír, de postmodernismo básico en el que, al mirar atrás, vemos reflejados lo tontos que éramos antes de aceptar el presente como único plano de existencia. El moderno es un ser anclado en el presente pero vive un poco en el futuro, al igual que las casas de moda sacan sus colecciones de primavera-verano en pleno invierno, el moderno es un oráculo que se proyecta en el futuro y nos devuelve una predicción sobre colores, directores, tejidos, ideologías, razonamientos, tecnología etc.

2 comentarios:

Mouse2 dijo...

¿Más vacía que el aeropuerto de Ciudad Real? Me pega más el aeropuerto de Castellón en esa frase... ;-)

pesimistas existenciales dijo...

te dire que inicialmente ponia "castellon" ( por lo de Fabra y camps) pero me llamo un colega y me dijo que mejor que pusiera "Ciudad Real", que tiene licencias pero menos vuelos que un pequeño palomar de palomas muertas.