Vivimos en un mundo de frases, de shorts, de pequeños estímulos breves y opiniones magníficas.
Se nos olvida, con la facilidad que da el estado del binestar cultural, valorar las películas enteras, los discos completos, las obras de arte en su concepción global. Los años, en vez de un concepto, se quedan en resúmenes facilones y sesgados. La ventaja de ello es que, como la publicidad, nos permite escoger lo que determina el objetivo de nuestro discurso más que ponerlo todo encima de la mesa y sorprendernos con el resultado.
Podría quedarme con la última vez que nos quisimos o cuando me pediste que no nos escribiéramos más. Perdón porque tuvimos ambas cosas y un momento en un sofá y algunas confidencias. Hay una lucha a muerte entre la verdad y lo que nos gustaría que fuera la verdad. Una de las cosas que aprendí con la terapia es a alejarme de mi vida como un dron y hacerme una panorámica. Viene a ser como perder la mirada al principio de una carretera vacía. Sin embargo es ahí, callado y observando de lejos, cuando aparecen los detalles. Las fantasías son entretenidas pero se pierden componentes que las convierten en exclusivas y reconozco que cuando me esfuerzo en ser tu fantasía es que me está dando miedo que me conozcas. La forma de hacerlo es ser un meme, una buena frase, estar el tiempo justo. Ser un capítulo de una serie en vez de un largometraje. Poner efectos especiales cuando flaquea el guión.
Un hamster tropezándose con una cabra en un video de seis segundos es mucho más popular que cualquier video elaborado de veinte minutos. Te hace temblar una noche loca con un muchacho que no hizo nada mal ( porque no tuvo tiempo) con más intensidad que esa persona que se quedó, imperfecta, con lo que tenía mientras intentaba ser mejor. Es lógico aunque injusto como valorar un disco por una canción en vez de la oportunidad de su momento y la solidez de su composición. A día de hoy sería imposible un Blood on The Tracks, un Stairway to Heaven, un Free Bird, un Dark Side of the Moon. Nadie iba a prestar atención a un video de 14 minutos llamado Thriller de la misma forma que prestar atención a las letras de los Smiths casi puede parecer snob.
Pero, aún así, el disco nacional del año es el de Carolina Durante porque es global, porque expresa un estado de ánimo y las fases del desamor mezclado con rabia de la pérdida de una adolescencia que se empieza a encontrar acorralada entre lo que querían ser y la verdad. Entre las ganas de joderse la vida y el verde cesped de los ojos que te abandonaron. Entre todas esas veces en las que tuviste que reconocer que probablemente tenías razón.
Porque no suena a canciones de amor, pero es amor. Quizá tampoco es rock, pero es rock. Y te dice que te echa de menos si es que te echa de menos. Que te odia si es que te odia. Quizá es porque suena a verdad aunque puede que no lo sea, pero lo hace.
Es el disco y son las formas.
Luego, cuando lo escuchas una y otra vez, vas viendo que no es un meme. Pero para eso hay que esforzarse y eso, no es mainstream.
Pd: lo siento por los que creeis que Arde Bogotá es la revelación pero no es un disco sólido en absoluto y eran nuevos hace casi 2 años. Y Alcalá Norte o La Paloma tampoco han conseguido algo tan redondo.
Pd2: El video nacional sorpresa del año , muy a mi pesar, es de hace 3. Con esa parte de: si quieres vamos a mi casa y te sigo mintiendo. Jurando millones de cosas que no voy a a hacer. Quiero recordarte con pena y sentirme violento. Mañana cuando me enamore de otra mujer. He dejado las llaves y el motor encendido ….no se si estoy contento porque ya te has ido o triste por ser libre otra vez .
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