Mal dia para buscar

5 de junio de 2018

Vos no sabés.

-"Vos no sabés. Quité la aplicasión. Vení buscando algo que no supe lo que era pero estás ahí. Ya no la nesesito."- me relató mi amigo al contarme, después de dar muchos rodeos y ensayar, seguramente, el acento argentino delante del espejo. Hablaba ilusionado de cómo es bonito sentirse, sobre todo cuando hay una serie de datos anteriores que certifican las ganas de abandonar, elegido. Noté envidia.

Estoy absolutamente convencido que todos necesitamos sentirnos así al menos en una o dos ocasiones en la vida.  Los estudios dicen que son siete pero en realidad con una sola vale. También creo que esa necesidad es cambiante porque cada uno hace su personal gestión de algo parecido al amor propio y eso es algo similar a un lugar en el que los fantasmas, los miedos, las sonrisas incontroladas y el miedo a la oscuridad viven juntos.

Sentirse elegido debe ser maravilloso sobre todo si coincide en el momento y la forma en la que se necesita. Calor a medias, pizza recalentada, mojarse en un aguacero inesperado. No debe de ser algo fantástico y perfecto porque, como las canciones que se quedan, es la casualidad la que las convierte en únicas. Con el tiempo y casi por azar resulta que no se han ido nunca y al final son parte de nuestras vidas, los refugios a los que volver en nuestros recreos.

Las elecciones son puntos de inflexión y, aunque se supone que se refuerzan como un cimiento que se asienta con el tiempo, se rompen en sus inicios con una facilidad pasmosa. Conozco, de la primera a la última, todas las canciones de desamor y rabia que se han compuesto. Vienen a mi. Y también susurros pidiendo más vicio en las noches que lo necesitan mis miedos atormentados. No hay nada más volátil que la lucha entre la razón, las cicatrices, la curiosidad y el conformismo,

Me eligieron cien veces y elegí mil. Nunca a la vez. En ocasiones fueron minutos de diferencia. En otras fueron meses. A veces me he despertado de noche intentando volver a lugares que no existen. A veces abrí la boca, tomé aire, pensé las palabras y me callé. Quise creer en las señales y muchas las ignoré.

Y pasa el tiempo. A mi lado, como una frase hecha llena de reproches, hay frío y canciones. Hoy todas son de Carmen Boza.

Tengo sangre argentina. "Vos no sabés. No hagás juisios sin oir a todos los culpables, reputo"



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un triste. Las canciones de desamor van a ti porque es lo que proyectas. Si estas esperando a q los astros se alineen vas listo. Si te gusta alguien ve a por ello. Paso de leer tu blog, es muy negativo y te empeñas en complicar las cosas. La vida no es eso. Estérate

Anónimo dijo...

Entérate

pesimistas existenciales dijo...

nota del autor: me encantan ese grupo de personas que creen que por desear algo con mucha fuerza o llegar en medio de una tormenta debajo de la ventana de quien sea (sin pensar tres segundos en si es la persona, animal o cosa) https://youtu.be/yMuOAgQ6o8k todo se soluciona. Y luego son todo flores. Eso sí, cada uno lee lo que le da la gana. ¿Me complico?. Si. ¿Soy un triste? eso lo será tu puta vecina. No tengo ni jodida idea de quien eres pero de una cosa estoy seguro: no sabes absolutamente nada de lo que me borbotea cada dia por dentro ni de las mil maneras que, semanalmente, actúo intentando que cambien las cosas. Eso sí, terminando dignamente con el paso anterior y procurando que el nuevo sea suficientemente fuerte como un cimiento. Sólo acepto una cosa: nada es tan bueno o me da las seguridades que debería. Pero eso es otra historia. Estoy aprendiendo a no tener grandes expectativas.