Mal dia para buscar

16 de marzo de 2014

La mentira (no piadosa) de los primeros besos.

El video de los primeros besos es una mentira, un fake, una patraña, un gran cacho de sentimentalismo a golpe de camara lenta, marketing y emoción que parece de verdad pero no es verdad, porque no lo es, porque es asquerosamente emocionante y está tan perfectamente realizado que nunca pudo ser verdad y, sin embargo, millones de personas quisieron que fuera verdad. Los mismos millones que se emocionan con que les hagan el amor mientras les dicen que "la cura para la locura son los besos que me tocan con tu boca" o alguna mierda similar porque si les follan y les dicen que "llegar a la cama, joder, es una guarrada sin si" les recorre el calambre de las cosas que, aunque imperfectas, huelen a verdad. "Yo no debo conformarme con lo que no me merezco"- se repiten creyendo que merecen lo que vieron en youtube cuando lo cierto es que más de una vez todos hemos tenido mucho más de lo que hubiéramos apostado por conseguir.


Vivir engañando no es malo si uno es consciente. Vivir, en este mundo de fakes consentidos y utilizaciones idealistas del sentimentalismo, capacidad de superarse y lo que debería de ser la realidad, empieza a ser complicado cuando se es partícipe y participante de la verdad y sus limitaciones.

Sin embargo, últimamente, todo es un fake, un bulo, un hoax, una mierda pinchada en un palo. El sexo son películas porno protagonizadas por profesionales y los rumores saltan de "el mundo today" a las portadas de la prensa con facilidad pasmosa porque es mejor creerse las historias bien documentadas que no son verdad y se pueden emitir los videos de alta definición y las fotos con filtros en momentos de máxima audiencia. Las fotos de perfiles tienen tantos retoques que cuando se hace real una cita virtual las personas son incapaces de reconocerse.

-Es un chico encantador. Te gustaría- le dice una amiga a otra con los ojos como platos para intentar convencerla de la emoción que la recorre- Me ha regalado flores. ¿Sabes?. Flores, joder. Hacía años que no lo hacían.- Y deja una pausa.- Me da las buenas noches y le gusta escucharme. Adora los niños y ha dejado un cepillo de dientes en mi baño-. Y entonces respira profundamente y se imagina un videoclip en slow motion con banda sonora, una foto de instagram, un texto al estilo ctrl+v sacado de lugares insospechados elegidos sin criterio.

Hace años que llegué a la conclusión de que cuando algo parece perfecto sencillamente no es verdad. Tampoco hay que jactarse y revolcarse en el barro de las imperfecciones, tirarse pedos en la cama, llorar por las esquinas como un perdedor que descubrió que vivía en un mal sueño, cortarse las venas en la bañera para que le encuentren en un charco de sangre de dramatismo, pegarse un tiro como Kurt o matarse a tranquilizantes como Marilyn.

Debe de existir un lugar invisible equidistante de la manipulación social que ejerce, sobre nuestras mentiras y nuestros comportamientos, el marketing y la decepción absoluta y agotadora que tiene adivinar lo que hay de verdad detrás de cada día.

Porque levantarse cada mañana queriendo oler el culo al próximo perro feliz es tan imbecil como estar atento buscando la mentira de todo lo que nos moja como las tormentas que azotan al principio de la primavera.

Tanta mentira y tanta noticia falsa correctamente formada empieza a ser una bola de nieve que nos lleva ladera abajo. En las cenas se recitan de memoria textos de páginas web que prometen la salvación o la dieta eterna y definitva. Las noticias más emocionantes son falsas o tapan aceptablemente bien la verdad, que nunca es tan divertido (casi como aquel himno la cancion). Las novias son imperfectas y los trabajos suelen mostrarse como poco gratificantes y mal remunerados pero, sin embargo y casi al estilo de la camiseta raída a la que profeso un cariño indescriptible, tienen sus excepcionales dipsomanías cotidianas. (y utilizo dipsomanía como "esa irrefrenable necesidad")

Yo soy incapaz de tirar esa camiseta cuando acepto que más de uno tire toda su ropa cada nueva oleada de anuncios de temporada. Más aún cuando los anuncios me hablan de felicidad, amor, superación y cariño en unas cantidades imposibles para un mortal. Reniego de los publicistas que en vez de ser honestos insisten en que voy a ser mucho más feliz porque eso no depende de ellos.

Besos en la frente, cantaba Joaquin. Que te follen, la cabra mecánica. Te odio, los seis días. Será maravilloso viajar hasta mallorca, cantaba un grupo llamado "Los mismos". "Ya verás cómo me olvidas y te encuentro en cualquier bar pegando saltos de alegría y me dices que lo nuestro no era lo que merecías. Seré cosas que se cuentan, vueltas de la vida"- dice una canción que no sé si meter en el saco de los fakes o de extremoduro.

"Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera, contarle que el universo era más ancho que sus caderas. Le dibujaba un mundo real no una color de rosa, pero ella prefería escuchar mentiras piadosas"- cantaba Sabina. Quizá ese es el resumen y quizá puede extenderse a los motivos por los que la verdad pierde terreno en un presente poblado de mentiras que, como los primeros besos, están sobrevaloradas.

Y, al menos esta vez (que no será la última), es mentira.

Besos son estos:


3 comentarios:

Crul dijo...

Bienvenido a la hiper-realidad.

Es una tendencia muy fuerte, y no veo cómo podría dejar de ir a más.

iparrajose dijo...

seguro que no viene al tema.
Dices "lo cierto es que más de una vez todos hemos tenido mucho más de lo que hubiéramos apostado por conseguir." y estoy seguro de que aciertas de pleno.
Mi pregunta, y es personal, es la siguiente: cuando ella te dice aquello de "no es por ti, es por mí... quisiera que sólo fuéramos amigos..." ¿Cómo lo digieres? ¿Es posible ser sólo amigos?

Anónimo dijo...

Vivir engañado no es malo si uno NO es consciente (o si, siéndolo, se la ventila)