En este mundo de mierda poblado de cortoplacismos como zarzales con dos o tres moras se nos van los tiempos y los suspiros casi como sin darnos cuenta. Se nos mueren las estrellas que convirtieron sonidos en música y se quedan miserables de one hit wonder. Se nos va el amor y la soledad a cambio de polvos facilones torpemente interpretados. Se nos fueron las películas a favor de las teleseries y las teleseries a favor de los videos de youtube. Se fueron las virtudes de los anuncios para sustituirlos por la felicidad y los hábitos de vida saludables. Los chicos honestos se fueron solos a casa mientras que los arquetipos convencidos, intérpretes facilones de las comedias románticas imposibles, se llevaron a las mujeres que creen que el sexo es meterla más dentro porque nunca supieron hacer círculos con la lengua. Se acabó la pausa porque debe de suceder algo que contar en una red social. Se fueron los momentos a cambio de los acontecimientos, los chaparrones a cambio de los temporales y los debates fueron sancionados a golpe de denuncia y de querella.
Y se fueron, como si no hubiera reservas para las grandes estrellas, los políticos que por decir lo que pensaban lograron un hueco en nuestro espacio vital. Los han sustituido, casi como una caricatura moderna, aquellos que besan a los niños y escupen en la intimidad, aquellos que sonríen y tienen la virtud de decir lo que deseas oir para sodomizarte cuando estés dormido viendo una eurocopa, aquellos que no paran de hablar para terminar no diciendo nada, que es la virtud imposible de los charlatanes.
Hay cosas que solamente suceden una vez en la vida porque en el resto de las ocasiones que llaman a la puerta de la sociedad, se castran. Seria imposible Elvis hoy, sería imposible Woodstock, sería imposible sentir a Dylan o movilizar a todo un planeta por una excusa justa. Empiezo a pensar que es imposible no añadir un poco de marketing en la vida diaria si es que quiero llegar sin una crisis de ansiedad al próximo jueves.
-"Las personas han dejado de buscar respuestas"- sentenciaba un amigo detrás de un café y un nicorette utilizado para calmar la ansiedad. -"Viven mejor los mediocres"-decía- "los que están disfrutando como bellacos de la vida por la que yo lucho a diario"-y tomó aire- "Ni siquiera se preguntan el motivo. Lo hacen, y ya está"-
La muerte de Iñaki Azkuna (alcalde de Bilbao al que conocí personalmente) es uno de esos ejemplos imposibles. Era una de esas personas que era capaz de acercarse a mi, llamarme por mi nombre, y decirme si acaso no estaba contento. -"Me has dado tanta caña que te vas a venir conmigo a inaugurar un parking"- me dijo en cierta ocasión y mi madre dispone de una foto que atestigua ese momento, a la par que un trozo de cinta ceremonial. Resultaba ser un hombre de esos que no tapaban ni sus formas, ni su ira ni su enorme humanidad. Resultaba ser un hombre imposible hoy en dia y quizá por eso la ausencia será más grande.
Sencillamente era un tipo de esos que buscaba respuestas y, afortunadamente, las encontró.
En este mundo en el que los impostores van ganando partido algunas pérdidas se notan más que otras.
Pd: también vale para Suárez.
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