Mal dia para buscar

7 de junio de 2013

Modas, vagos e indignación

Parece que está de moda lo vintage por mucho que los hombres de buena presencia y mediana edad no tengamos a nadie que nos de un codazo por la mañana, unos ánimos y nos recargue las pilas diciéndonos que todo va a salir bien. Parece que está de moda lo analógico para hacerle fotos y subirlas a twitter y parece que está de moda escandalizarse como un perro por todo lo que sucede y después no hacer nada.

Es lo mismo que escandalizarse porque EEUU nos espía a todos y seguir comunicándose a través de tecnologías americanas.

En el único dia de sol que me ha dado la semana nos juntamos a la mesa un idealista, un crítico y un contrincante (que soy yo). Hablamos de cómo todos aquellos que se creen grandes pensadores parece que tienen una opinion formada sobre las miserias y las carencias de la sociedad en la que estamos siendo removidos como jugos gástricos productivos. La opinion la tienen formada porque son muy cultos y porque el 94% de la población dice informarse a diario. Ven documentales y ven programas de "periodismo de investigación" que te deja el cuerpo con una mala leche que te corta el colacao. Reciben cifras y guardan datos: El tesorero se quedó 38 millones. Se llevaron 700 millones en Eres falsos. Un futbolista con pinta de Justin Bieber reggetonero ha costado 50 millones.

¿Y?

Y nada.

"Los programas indignan pero lanzan un mensaje encubierto"- decía el idealista- "el mensaje es que no puedes hacer nada".

Así que el contrincante intentó llegar un poco más allá: "¿No será que, en realidad, no interesa?". Es como si la función del periodista, casi como un político opositor, sea perpetuarse en su rol crítico. Es como esas relaciones en las que ella insiste en lo mal que estás haciendo las cosas pero nunca es capaz de decirte exactamente la manera humana de solucionarlo. Te dice que quiere sentirse bien y que quiere que todo sea "una relacion normal" como cuando un político pide vivir en "una democracia normalizada" pero no sabes si quiere ir a un chino, un italiano, no sabes si quiere un abrazo o follar contra la pared. Te señala, como hacía mi madre cuando la habitación estaba desordenada, los errores pero, al contrario que mamá, no te dice cual es el cajón de los calcetines. Muchos de los periodistas de investigación se encuentran más cómodos en el escándalo que alguna pareja en el borde del abismo de la ruptura.

Entonces el tercero en la mesa puso los pies en la tierra. "Si nos dijeran lo que soluciona las cosas, si desde la televisión o los medios se lanzara algún mensaje claro para solucionar los problemas la audiencia se hundiría". Ahí hizo una pausa- "porque somos una sociedad de vagos".

Tiene razón. Sabemos que las grandes compañías nos estafan, que los "marimars" son más caros que la informática del barrio y que los apple y los carrefour y los amazon pagan impuestos en paises lejanos que impiden que nuestros médicos mantengan sus servicios y nuestros profesores sus salarios. Sin embargo, después de escandalizarnos nos vamos a un centro comercial porque parece más cómodo. Sabemos que la verdura es sana y que nos da años de vida pero consumimos basura en bolsas llenas de aire ondulado. Nos mandamos mensajes y videos que hablan de la felicidad pero nos importa una mierda que el vecino esté en paro. Creemos en el amor y no sabemos ponerlo por encima del orgullo. Queremos que las personas de bien cobren salarios dignos pero montamos en ryanair donde el truco para que sea tan barato es que azotan a sus empleados y escupen en los depósitos de fueloil.

Así que, casi con el café, llegamos a la pregunta de si acaso no hay vuelta atrás. Probablemente sea una moda estar informado y una tara ser incapaces de movernos del sofa esperando que lo arregle otro. O que no lo arregle. Si las cosas siguen mal tendremos con lo que indignarnos en el próximo "salvados" donde un comunicador nos escandaliza y, quizá, nos pide que veamos los anuncios de las mismas compañías que critica.

Con el último anuncio de cocacola dan ganas de tener una vida sana, eso sí, consumiendo azucar que, como la organización mundial de la salud ha advertido en más de una ocasión, es tan adictivo como la heroína.

PD: Cuestionario:
¿Te enfanda que los bancos ganen tanto dinero? . ¿Pagas con tarjeta?
¿Te indigna la esclavitud infantil?. ¿Compras ropa barata?
¿Te gustan las mafias?. ¿Compras productos en alfombras?
¿Quieres un pais culto?. ¿Gastas en cultura?
¿Crees en la solidaridad?. ¿Apoyas a trabajadores de otras empresas con tus actos?
¿Estás a favor de la sanidad y la educacion publicas? . ¿Pagas todos tus impuestos?
¿Apuestas por tus vecinos?. ¿Compras en tu barrio?
¿Ves los documentales y los informativos?. ¿Haces algo?
¿Cómo se llama el último fichaje del barcelona?. ¿Y el último premio nobel?


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca una encuesta me ha merecido mas autocritica, mi mas profundo respeto a esta critica de todos nosotros

Anónimo dijo...

Antes de que se me olvide; el azúcar es un nutriente muy necesario para el metabolismo energético del organismo. La heroína, no.


CUESTIONARIO
.- Sí. Sí. Pago con tarjeta porque, con esta modalidad de pago, cada cierto tiempo acumulo un descuento que me sirve para "hacer la compra de dos semanas".

.- Compro ropa barata porque si me comprase ropa cara no tendría para otras necesidades básicas.

.- No, ni me gustan las mafias ni compro productos 'en' alfombras.

.- Sí, quiero un país culto. No, la cultura hoy en día es muy cara.

.- No. No.

.- Sí. No, si los pagase no tendría para comer.

.- No. No.

.- Sí. Sí, sobrevivir.

.- Neymar. ¿En qué disciplina?

Exigís una coherencia en vuestras reivindicaciones y protestas que raya lo insano. Es como si al hacer cualquier protesta en favor del medioambiente, ésta no tuviera 'solidez' suficiente a menos que pertenezca yo a Greenpeace. Esta gente, en la que probablemente estés incluido tú, que exige tanta coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, es la que después no le dice a su novia las cosas que le molestan de ella.

pesimistas existenciales dijo...

Intento ser coherente pero he de afirmar que la ultima vez que le dije a una novia lo que pensaba... me dio una patada en el culo que aún me duele. Y así me va (pagando impuestos y considrando casi en cada momento las consecuencias de mis actos, lo cual acarrea una carga de responsabilidad complicada de llevar)