Mal dia para buscar

26 de marzo de 2012

Programadores, potencialidad, marketing, dinero y trolls

Una vez, ante las reiteradas discusiones que tenía un buen amigo con la que se suponía que era su pareja (porque ahora no hay novias), me decía que aguantaba todo aquello porque tenía la sensación que aquella chica tenía un gran potencial.

He de reconocer que ahora, que han pasado años desde aquello, aquel potencial se ha quedado en nada y además ninguno ha recuperado aquella sonrisa tonta que te aparece en las fotos cuando estás contento.

Los negocios en Internet, que siguen siendo algo parecido al sacrosanto universo paralelo del dinero infinito, suelen vivir a base de potencialidades.

Zatoo, que fue aquel programita que te permitía ver maravillosamente la televisión en la pantalla del equipo, se convirtió en un apestado cuando intentaron cobrar por el programa.

Spotify empezó siendo maravilloso, después resultaba molesto por la publicidad y más tarde era habitual que alguno dijera que "los de spotify son unos asquerosos que me quieren cobrar". Grooveshark va por el mismo camino.
Supongo que los ejemplos son múltiples.

Hace muchos años, cuando la modernidad era una mezcla de Digital+ y Via Digital, las casas se llenaron de decodificadores. De las dos plataformas, con unas tarjetillas de nada, la de Canal+ era más facil de piratear, por lo que mucha gente contrataba el paquete básico, compraba la tarjeta y veía el porno gratis. Más adelante ambas plataformas se unificaron, cambiaron los códigos y Canal+ valía más dinero porque tenía más usuarios, aunque un porcentaje de ellos, nómadas de lo gratis, se fueran a dar de baja en cuanto aquello no les produjera el regustillo del fraude.

Microsoft hizo casi lo mismo con sus sistema operativo. Piratear un Windows ha sido , durante muchos años, una de las cosas más fáciles del mundo. Con ello lograron hacerse con el 98% del mercado y después, una vez agarrados a los clientes con la necesidad de su sistema, fueron poniendo trabas (aún salvables) para conseguir vender los millones de sistemas que venden.

Pero en sus inicios aquella apuesta fue una potencialidad.
El gran ejemplo actual de este tipo de marketing es el WhatApp. Es gratis, si. El coste que tiene el mantenimiento del sistema se basa en las inversiones que hacen algunos grupos de capital por la potencialidad de la inserción de publicidad dentro del sistema de mensajes o incluso la posibilidad de que se convierta en un sistema de pago (aunque ahora muchas compañías de telefonos quieren hacerle la competencia con su propio sistema inicialmente gratis).

Las estrategias del marketing son casi infinitas, pero una de las que mejor funciona es la misma que utiliza un buen traficante de drogas: dejarte probar gratis hasta que estás enganchado.
La burbuja en internet, que es de esas que aparecen y desaparecen como cuando te tiras pedos en la bañera, depende directamente de la potencialidad y el grado de dependencia que los usuarios van mostrando respecto de los diferentes productos que se les ofrecen.

Uno de los problemas que tiene es que se suele pensar que la publicidad es un tesoro infinito del que se puede tirar hasta los límites de Google, de Facebook o del propio Angry Birds (y su brutal consumo de bateria para mostrar publicidad). Otro de sus handicaps es que los usuarios, que son como niños sobreexcitados en la mayoría de las ocasiones, son capaces de ensalzar y despreciar un mismo producto en cuestión de días porque la mayoría de los trolls se consideran a si mismos pequeños gurús de las nuevas tecnologías.

Da igual que el producto sea bueno o malo. Lo importante es que sea gratis y que no tenga publicidad. Megaupload era maravilloso porque era gratis, aunque las películas se vieran como una cinta VHS gastada. Netflix no despega porque, aunque se ve maravilloso, cuesta dinero. La cultura de lo gratuíto está, obviamente, haciendo mucho daño a muchos buenos productos. En informática, un poco más. En la adolescencia, debido a los móviles subvencionados (que ya se acaba) y a que la conexión la paga papá y mamá, la idea de que no hay que pagar por nada empieza a ser un problema.

Claro que todo el mundo sabe que los programadores trabajan gratis.

Y comen potencialidad.

Ironías de la nueva burbuja.

4 comentarios:

iparrajose dijo...

JODER! ME HAS ALUCINADO! ¿QUE TU TE TIRAS PEDOS EN LA BAÑERA?

pesimistas existenciales dijo...

por supuesto... y fantaseo con que tengo un jacuzzi. Es... ¿como decirlo?. Saber que va a salir y notar como la burbuja va por tu espalda hasta la superficie. Después intentar domesticar a la siguiente para que salga entre tus piernas. Sonreir. Pensar que aún te queda un niño dentro.
Y tú también lo has hecho.
(lo que no he podido nunca es mear en la ducha)

Alberto Secades dijo...

Y vas tú y fundes dos de mis artículos estrella en uno:

http://www.comunsinsentido.com/2011/11/gratis-total.html

http://www.comunsinsentido.com/2012/03/whatsapp.html

Lo seguiré intentando.

Anónimo dijo...

Alberto: ¿Qué es un Nokia? JAjajajajajajajajajaja....