Mal dia para buscar

24 de diciembre de 2011

Felicitaciones express: NO

Hace, parece, muchos años, recibia postales de navidad. En algún momento se escapaba alguna carta manuscrita. No eran muchas y las leía con la emoción que da el hecho que alguien se acuerde de ti.

Llegaron los móviles y la mayoría de las personas tenían la decencia de hacerte una llamada breve pero con la intensidad apropiada en la que podías notar el tono de voz que se entrecortaba, fruto de las nuevas coberturas, mientras te felicitaban por tu nombre.

Luego llegaron los sms. Podías coger la primera tontería que tratara de la navidad y los reyes magos, elegir un grupo de envío y lanzarlo al espacio pensando que habías quedado bien con todo el mundo, aunque todo el mundo recibiera el mismo mensaje a la vez y más de dos amigos lo recibieran mientras estaban tomando una cerveza juntos, como dos viejos.

Llegó el facebook y pusiste un arbol o una foto y etiquetaste a todos los que tienes como amigos, con lo que tu ex, tu amante, tu amiga y uno que conociste en una fiesta estaban juntitos en la misma bola brillante.

Ahora, con esa fiebre baratísima que es el WhatsApp, mandas la mierda de mensaje del burro o un video absurdo sin borrar la página de la que lo robaste (si no vuelves al antiquísimo Elfyourself) y te crees más navideña que el reno Rudolf, que siempre he mantenido que tiene nombre de mamífero homosexual.


Una felicitacion de esas no, coño: VE A DONDE TUS AMIGOS Y DALES UN ABRAZO, JODER.


Pd: y si no puedes, por cuestiones de espacio y tiempo, una llamada de teléfono o, en el peor de los casos, un mensaje personalizado. Cada amigo que tienes es una persona diferente a los demas. ¿Qué prefieres? ¿Una cerveza o una foto de una cerveza en tu teléfono móvil?. Pues eso mismo. Mi teléfono pita constantemente, pero no hay cervezas. Tampoco, por una cuestión de ética, respondo a los mensajes express

1 comentario:

Alberto Secades dijo...

Y, claro, mientras pita el teléfono dejas de prestar atención a los que, a tu lado, comparten mesa y mantel (pero no sms, ni huasá)