"El sistema no lo permite"- dijeron desde el mostrador después de unos segundos mirando la pantalla y con un golpeteo de teclado. Entonces, casi como si fuera una orden de ejecución dada por los altos mandos de las SS, fulminaron al cliente. No era responsabilidad de la señorita de atención, ni del jefe directo, ni del consejo de administración de la compañía. Era un impedimento del sistema, del algoritmo, de la base de datos que mezcla big data con tus datos de facebook y tus cuentas de instagram, de la conjura universal de tus contactos o de los permisos de acceso a la cámara que diste a un juego. Y ya está, implacable, no lo permite y punto. Fin de la cita.
La culpa fue de un bit en mal estado. "La tecnología ha llegado para ayudarte"- pone en el eslogan.
2 comentarios:
La culpa de todo, en breve, la tendrá la tecnología. Y por si no había ya demasiados irresponsables en el planeta, lo que viene, nos traerá más.
Subrrelato:
-Por favor, póngame un sandwich vegetal. El número dos. Pero pone que tiene pepinillo. Me lo quita.
-Disculpe pero no puedo hacer eso
-¿Por qué?
-Porque el número dos tiene pepinillo
-Ya pero yo no quiero el pepinillo. Lo coge con dos deditos y lo saca
-No señor, el protocolo no nos lo permite.
Y uno se fue sin cliente. Otro sin comer. El protocolo mató de hambre a los dos.
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