Se define Software como "el conjunto de los componentes lógicos necesarios que hacen posible la realización de tareas específicas, en contraposición a los componentes físicos".
Software es el funcionamiento del cajero, es esa indicación que dice que hay personas que quizás conozcas. Software es cada tontería que aparece en tu teléfono, el Call of Duty, la voz que te atiende cuando deseas quejarte a una persona en un servicio de atención al cliente y una instrucción que pone un semáforo en rojo delante del que te detienes.
La prueba de Church-Turing estableció, allá por los años 30, una especie de tesis con la que discernir si se estaba, en más de un caso, delante de una máquina o de un humano. Se supone que un humano, al contrario de una máquina, es capaz de razonar, usar un lenguaje natural, tener conocimientos y aprender. Las teorías de la inteligencia artificial admiten que el comportamiento humano se puede simular y que, incluso, se puede engañar para hacer creer que lo que hay delante es una persona pero que, en definitiva, aún existe un universo entre ambas partes. Por otro lado existe quien afirma que las máquinas llevarán su propia evolución de la misma forma que las palomas son inspiración para la aeronaútica pero los aviones no se parecen a ellas. Son teorías.
También es cierto que al ser humano le caracteriza, igualmente, su estupidez.
Dentro de la estupidez humana está la necesidad de obtener respuestas válidas, muchas incontrastables, como si fueran respuestas de fe. El oráculo, mimetizado en el teléfono, vive en nuestro bolsillo.
Conozco a quien se duerme con una app de una luz azul que se proyecta durante unos minutos hasta alcanzar el sueño. Conozco a quien pagó por que su teléfono simulara el sonido del mar para alcanzar más rápidamente la fase rem. Por supuesto muchas mujeres controlan sus hormonas con alarmas que aparecen junto a las notificaciones de cumpleaños. El gran negocio son, para desesperación de los bares de abandonados, las aplicaciones para ligar. Da lo mismo que sea para un polvo rápido y mugriento al estilo Badoo o Grindr que una búqueda para solteros exigentes, porque de todo hay en todos lados. Se supone que el software es capaz de decidir por nosotros lo que nos satisface y lo que nos viene bien y es eso, precisamente eso, lo que nos cura de aceptar que nos equivocamos en aquella decisión. No se eligen a las personas equivocadas, es un bug. Así la culpa es del informático y no de no saber reconocer nuestros deseos reales.
De la misma forma que un tipo ha conseguido 55.000 dólares para hacerse una ensalada con financiación de los internautas existen miles de aplicaciones que buscan convertirse en un éxito económico. Algunas entran en la lista de las más tontas. "Yo", el ejemplo de la app que no sirve para nada, ha recaudado el millon de $. Cada vez más veces veo, alrededor de una mesa y en uno de esos momentos de silencio incómodo que hay que romper, a quien saca su teléfono y enseña la última tontería que descargó porque mostrar las fotos casi es vintage.
También están despegando las aplicaciones pseudocientíficas. La que te cuenta que se emiten ultrasonidos para evitar a los insectos. La que jura que con una cámara de 5mpx se puede medir con exactitud el nivel de radiación solar. Tambien existe otra que asegura que con un escaner del dedo acierta el momento de tu muerte o que te dice donde está la policía o que te hace una radiografía. Hay varias aplicaciones que dicen detectar el cáncer de piel. Y millones de descargas, millones de moscas no pueden estar equivocadas. "Oye, que tiene una puntuación de 7 en la store".
Mi sobrina me dijo, antes de madurar (un poco) que se fiaba más de las respuestas de Yahoo que de los consejos de su madre porque su madre era una sola persona y en internet hay millones.
Las almohadas cervicales y las pulseras magnéticas han dejado de ser hardware para convertirse en software.
Pero siguen siendo lo mismo, alimentando lo mismo en el cerebro y en la búsqueda de respuestas. "Lo aconseja un tipo con bata que sale en la teletienda" es ahora "tiene cuatro estrellas en Google Play".
La chorrimanguera 2.0 está en las recomendaciones del mes.
3 comentarios:
La entrada más irónica que recuerdo haberte leído en mucho tiempo.
...es que ultimamente estoy demasiado trascendental en este periodo de cambio que se supone que me llega, impuesto y febril, como un catarro. O porque me he sacado sangre hoy para analizarmelo TODO y estoy débil.
(Iba a poner el video de pajilleitor, pero sería melodramático) (Esto sí que es humor)
Una historia verídica: puse el vídeo de la batamanta y, una Nochevieja, mis hijos se desorejaban con ella. El otro día me contaban la parte esencial del anuncio de la chorrimanguera, [recitando en plan "Zubizarreta, Urkiaga, Núñez, Liceranzu, Goico, De Andrés, Dani, Gallego, Sarabia, Urtubi, Argote"] las posibilidades del aparato: "chorro, chorrote, chorrazo, yoya, hiperbukkake". Mis hijos mayores tienen 14 y 12. Me quedé ojiplático. Pregunté: ¿qué es eso? ¿qué es bukkake? No me sorprendió demasiado que el mayor hiciera una descripción aproximada, aunque inexacta, de lo que supone.
No quiero imaginar si conocen las posibilidades del pajilleitor.
(((Y, esto es seguro, lo digo sin el menor asomo de humor))).
Saludos cordiales.
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