Mal dia para buscar

28 de mayo de 2025

Fermín en el país del progreso.


Un día, después de años de estudio y preparación, Fermín tuvo una idea revolucionaria. Era ese tipo de producto que podría revolucionar la vida de muchas personas y, además, generar riqueza y binestar. Obviamente el paso previo era montar una pequeña empresa. Necesitaba un par de personas para el equipo contable, un abogado para los asuntos legales, un par de personas para el equipo de diseño, dos o tres comerciales con experiencia en marketing digital y un grupo de cinco personas para la fabricación. Unos quince puestos de trabajo. Había calculado que vendiendo el piso que le dejó la abuela y sus ahorros podría hacer frente a los primeros gastos y créditos. Tenía calculada la maquinaria, los salarios, el alquiler del pabellón y la publicidad. Todo en orden.

Entonces cerró una cita con un organismo público para tantear las ayudas o indicaciones que pudiera recibir desde las instituciones.

Allí se lo dejaron muy claro:

Debería etiquetar en todas las lenguas oficiales, realizar cursos de integración de género entre sus empleados, contratar obligatoriamente nueve mujeres, realizar obras de acceso de minuválidos al pabellón, establecer controles de acceso regulados para enviar al ministerio de trabajo, disponer de un liberado sindical al que pagar por no ir al trabajo, pagar su cuota de autónomo, establecer unas facilidades de contratación de personas que se autoidentifiquen de género no normativo, homologar la página web, establecer un proceso de reciclaje industrial, implantar paneles solares en el tejado y no trabajar, jamás, más de 35 horas.

-¿Y respecto de mi idea de empresa?- preguntó

- Ah, nos parece fantástico. Por supuesto que deseamos que le vaya fenomenal, siempre y cuando establezca, previamente, las normas establecidas.

- Bien- dijo Fermín de una manera dubitativa mientras se marchaba de esa reunión. Se acordó que cuando uno recibe una multa injusta lo primero que debe de hacer es pagarla y luego ya se verá lo que se decide.

Entonces llegó a la conclusión que necesitaba buscarse otro país o preparar oposiciones.

Ahora Fermín se dedica, desde su mesa institucional, a matar el sueño de los emprendedores que van a preguntarle, tras su cartel de "asesor para la ayuda institucional al empredimiento", si pueden crear algo nuevo en un "país de progreso". Es uno del 52% de los españoles funcionarios que regulan al 40% de generadores de riqueza. 

Por supuesto que , a día de hoy, todo lo que compra está fabricado en otros paises.


Pd: basado en hechos exagerados pero reales.

Pd2: las dos noticias son reales y son de hoy mismo: no es legal comer unos huevos de tus gallinas en tu casa pero es legal enfarloparte en el coche.

27 de mayo de 2025

Dolores sin poco a poco.

Hay dos tipos de personas. Unas reservan un día para ponerse a limpiar la casa a conciencia. Otras, cada vez que hacen algo, pasan un trapito. En realidad llegan al mismo lugar pero cada una calma su conciencia de formas diferentes. La cultura judeo cristiana es más de la primera forma. Vas por ahí haciendo lo que consideres oportuno y un día lloras muy fuerte delante del confesor saliendo con los pecados limpios.

Puedes sorprender a tu pareja apareciendo con un ramo de flores, comprando una nueva ropa interior, alegrando el día con una visita a ese sitio que sabes que le gusta o cediendo a aquella actividad que siempre evitaste. Viene a ser lo de estudiar mucho el ultimo día y esperar que la magnifica bondad divina te apruebe ese examen. En realidad también cubre la sensación de hacer las cosas en vez de la falta de agotamiento o magnífico esfuerzo que supone hacer las cosas poco a poco. Si me preocupo por ti cada día un poco parece que es menos que contratar a la tuna para que te canten una serenata conmigo mirando atento, con ojos de gato amoroso, tu balcón desde el jardín.

Cuando las cosas son granito a granito, parece que no son.

En realidad la vida es un progreso constante. Y me refiero a progreso como cambio , que no como mejoría. Si algo determina la sociedad en la que vivimos actualmente es que no siempre vamos hacia delante. Avanzar a peor también es un avance, salvo que la positividad de la palabra desaparece. Luego ya podemos ponernos muy dignos y asegurar, porque es una certeza, que de los fracasos se aprende mucho más que de las victorias. Sin embargo los sabios, por definición, no son personas felices.

También es cierto que somos especialmente receptivos a la inmediatez. Si me tomo una pastilla, me curo. Si llego al gobierno, te lo arreglo. Si hacemos match, es amor eterno para siempre. 

Mi profesor de termodinámica, al que llamábamos épsilon porque era pequeño y despreciable, definía la entropía de la siguiente forma: "imaginemos que son ustedes unos cerdos y no ordenan su cuarto. Éste, por lógica y uso, estará cada día más sucio y desordenado. La energía que deben de utilizar para llegar a una situación de limpieza es mayor cada vez. Pues esa energía es la entropía, que crece siempre y son ustedes los que deciden si la reducen de golpe o poco a poco".

No existen, por una cuestión científica, soluciones mágicas de mínima entropía. La magia, aunque nos guste creer en ella, siempre tiene un truco detrás. Ese truco incluso puede ser mostrarte roto algo que estaba perfecto y luego convencerte que se reparó. Ese es el juego del dedo que se corta que se hace a los niños o quitarles la nariz para devolvérsela. No hay gran diferencia entre la cara de un niño, sorprendido en su silla porque aún no anda, con la de un votante.

Al fin y al cabo siempre nos queda esa esperanza de que aquel sea el momento en el que aprendes que existe la magia. O que chasquees los dedos, como en el anuncio, y la casa brille.

O que cuando veas a esa persona, suenen violines.

En cierta época casi prehistórica, cuando aún creía que me albergaba un brillante futuro por delante y tras un indeterminado fracaso sentimental, la chica que llevaba la contabilidad de , por entonces, mi boyante empresa me indicó que tenía una amiga, majísima como es de esperar, con ganas de conocer a alguien. Nos organizó una cita para ese viernes. Al llegar lo primero que se me ocurrió decirle es que era igual que Dolores O´riordan, que en esos tiempos aún estaba viva. Para mi es un piropazo porque Dolores siempre me ha puesto al estilo de Susana Hoffs o Sharlene Spiteri. Tengo querencia , o tenía, que ahora no lo sé, por ese aspecto de mujer determinada con una belleza intrínseca de la que vaqueros y camiseta blanca son el mejor complemento. "Ella tiene algo más que yo"- me dijo. "Todos los dedos". Y es que a ella le faltaba un dedo de una mano. Recuerdo esa noche como algo entretenido sin la pesadez de tener que contar la pena de Murcia y la historia de tu vida a alguien que se está tomando algo contigo. No hubo nada forzado ni nada exigente y nos dieron altas horas de la madrugada. Definitivamente -pensé- quiero volver a ver a esta mujer. A partir de ese momento mi intención era no cagarla y para eso tuve un cuidado exquisito en mi comportamiento. Salimos del último bar y fuimos a mi coche. Le dije que la acercaba a su casa y me dio la dirección. Llegamos a su portal. "Tengo muchas ganas de volver a quedar contigo"- verbalicé. "Por supuesto"- me dijo haciendo casi una pausa. Tomé la determinación de mantener la galantería. "Mañana te llamo". Ella hizo una pausa y dijo que le parecía bien. Abrió la puerta y subió a casa.

Marché a casa orgulloso de no haber cedido al obsceno escenario en el que procuro dormir en su hogar. Prefería hacer algo bien hecho y no tener prisa, sino ir con tiento. El día siguiente le mandé un mensaje intentando cerrar una segunda cita. Me respondió con evasivas. Sucedió lo mismo el siguiente y el siguiente. Cuando volví a ver a mi chica de contabilidad le pregunté si sabía el motivo por el que su amiga no volvía a quedar conmigo. "Hombre"- me dijo- "la llevaste a casa y te fuiste". "Si"-respondí yo. "Es que"- y entonces dudó como queriendo buscar las palabras- "ella lo que quería era echarte un polvo con ganas, y tú te hiciste el caballero". En ese preciso instante descubrí que a veces intentar hacer las cosas poco a poco resulta mucho peor, menos emocionante y , por supuesto sexualmente de rentabilidad exigua.

La siguiente vez que tuve una sensación similar con otra mujer intenté, fruto de la experiencia, resguardarme entre sus sábanas. Me dijo que era un cerdo desaprensivo y también me volví a casa solo. Pero eso es otra historia exactamente contraria la anterior. Al menos me libré de ese par de días de desconcierto.

Supongo que lo único que aprendo es que cada uno quiere SU magia y hay que adivinarlo. Bueno, y la que entropía siempre crece. Yo soy de esos que van recogiendo y limpiando cada vez que usan algo  porque meterme de lleno con un día de limpieza, me asusta. Ya sabemos que no sé limpiar bien los cristales por mucha energía que gaste.

22 de mayo de 2025

Las cosas en que te fijas.

Jesús era un tipo listo, es cierto. Hace muchos años, dando mis primeros pasos en el mundo comercial, me citó en su despacho. Me habían dicho que Jesús era de esos tipos que tenían sueldo de futbolista sin serlo. Que el mundo de la empresa les había recompensado con una posición envidiable en lo económico. Allí, en la segunda planta, me acomodé en una de las dos sillas que estaban delante de su mesa y descubrí mi presupuesto delante de él.

-He estado revisando el presupuesto- me dijo. -Hay algo en lo que te equivocas.

-¿En qué?- pregunté directamente sabiendo que era un presupuesto técnicamente impecable y económicamente ajustadísimo.

-Te equivocas en creer que la persona que decide, o sea yo, sabe lo que son las ram, los gigas o las tasas de transferencia. En realidad me la pela. Pero sí que es verdad que de todo esto hay una impresora que es para mi. Además- siguió como si fuera obvio- sabes cual es. Y como es para mi resulta que es lo único en lo que me voy a fijar. Por eso lo que tienes que hacer es poner esa impresora baratísima y el resto subirlo. Así ganas más y yo me creo que estoy haciendo una compra excepcional.

Yo asentí ante la lógica de su razonamiento.

Después recordé que mi padre siempre miraba el precio del plato de merluza en la carta de los restaurantes y, con ello, valoraba. Si no había es que no era un restaurante con variedad y si la encontraba era capaz de hacerse una idea del precio final de la comida, con o sin pescado.

Supongo que todos jugamos a encontrar formas de valorar el enfrentamiento a lo desconocido partiendo de los datos que tenemos. Hasta ahí no existe problema pero empieza a serlo en el momento en el que la contraparte juega a poner acento en lo que debemos de fijarnos y, claramente, despistan nuestra atención para condicionar nuestra decisión.

Existe un chiste en el que un caballero llega a casa un poco tocado con las copas y se encuentra a su mujer en la cama con otro señor. Ella le ve y dice: "¿otro día borracho?". Él la observa sorprendido y pregunta "¿pero qué estás haciendo?". Ella le recrimina: "!no me cambies de tema!"

A día de hoy, pensado con cierta perspectiva, hay demasiadas veces en las que juegan con nuestra atención haciéndonos creer que es una decisión propia. Resulta ser el truco más viejo de un mago: que mires la mano equivocada. Una vez logrado eso da exactamente igual que con la otra te estén robando la cartera, violando a tu gato, cobrando un nuevo impuesto o echando a tu primo para meter al suyo. 

Y a todo eso hay que sumar algo tremendamente absurdo: que cualquier labor la puede ejecutar exactamente igual alguien que se identifique con dicha profesión o disponga de las mismas certificaciones. Es decir, que un medico y otro son exactamente igual. Que Messi y Jose Ramón, ambos aficionados al balompié, lanzan igual las faltas indirectas. Que Linda Evangelista ( la del 89) y María del Carmen lucen igual en bikini.

Partiendo de dichas premisas lo que te van a decir es que tienes un profesional a tu servicio y que se han preocupado en que te atienda antes, te trate con los pronombres adecuados, sea resiliente, no genere demasiada contaminación y resulte inclusivo. Así que debes de fijarte en eso y no en que te cure de tu enfermedad, si es que es un médico o te arregle el coche si es un "mecanique". Vamos, que no te fijes en lo importante, que es que los ordenadores funcionen bien, sino que la impresora del jefe resulte cool.

Por cosas así es por lo que una gran parte de la sociedad moderna se ocupa de gilipolleces gigantescas mientras se olvida de lo realmente importante. En los coches se ve fácil: parece que es más importante que tenga luces y seis pantallas interactivas que un motor que te sobreviva. Quizá, solo quizá, porque para saber de mecánica hay que estudiar y dar con el dedo a un menú puede dar un orangután. Los anuncios de coches modernos son anuncios de colonia. Hay comerciales de compresas mucho más técnicos que la publicidad del último SUV.

A nuestro alrededor, como resultado, existen conciertos sin músicos de gente que no sabe cantar. Vivimos rodeados de trabajadores que intentan trabajar lo menos posible ( y se jactan de ello). Estamos gobernados por políticos empeñados en poner el punto de vista en lo malos que son los otros en vez de lo mejor que lo pueden hacer ellos. Nos relacionamos sentimentalmente estableciendo líneas rojas sobre el amor a los animales en vez de la capacidad de conversación con la otra parte, casi creyendo que cualquiera que sepa hablar puede mantener una conversación inteligente. Hay demasiada comida basura veloz como si todo lo que te entra por la boca se pueda considerar alimento. Y te fijas en las patatas gratis. Las Pringels ni siquiera son patatas para abaratar los impuestos, son una pasta de harina.

En definitiva: el problema está en saber en qué te estás fijando y si el comercial ya sabía, antes que tú, donde ibas a mirar. En ese caso, te está metiendo un gol. Somos, en nuestros podiums morales de la superioridad intelectual incorrecta,  unos porteros muy decepcionantes.

¿Donde está la mosca? ¿Aquí o aquí?

18 de mayo de 2025

A ti, rey de la oferta en internet, mi pequeño cuervo.

Hay un pequeño corto de un muchacho que defiende el barrio. En él dice: "en mi barrio hay dos talleres de coches: al que llevábamos a hinchar las pelotas cuando éramos pqueños y en el que cambio las ruedas de mi vehículo".

Es un ejemplo, sin detalles añadidos, que define con claridad el compromiso, el ocaso del comercio de proximidad y eso tan moderno que es agradecer los favores pero jamás devolverlos. Se puede aplicar a comercios, amigos, extraños de buena y mala voluntad, amantes, egoismo, altruismo y fidelidad de consumo.

No hay nada que le guste más a un cliente final (normalmente con capacidades técnicas mínimas, véase Dunning-Kruger) que creer que es más listo que su vecino, que el del cuarto, que el tipo del anuncio y que incluso el profesional del medio porque ha adquirido algo, a las cuatro de la mañana, en una web oculta, con un código de promoción, después de cien rewies anónimas, siendo la última unidad y con portes gratis.

Obviamente hay un resorte en el cerebro , que es incontrolable y atenta directamente con todas las lógicas previas. Es como el perro adiestrado a para cuidar al dueño que deja que unos ladrones lo maten porque tiene comida que comer en el plato. Y comer es lo primero.

Existe, y es más que obvio, todo un entramado de vendedores de humo, subvenciones, ofertas, banners y últimas unidades que están ahí trabajándose a la gente. En cierta ocasión hice una propuesta de un portatil a una clienta. Hablando con el almacen nacional ( legal y garantizado) de dicho fabricante localicé una fecha de llegada a España de dicho producto, digamos, en un mes y a mil euros. La clienta, haciendo uso de herramientas, encontró un lugar en mi misma cuidad, con entrega inmediata y 900€. Tuvo la decencia de comentármelo y yo, curioso, fui a buscar el sitio. Cuando llegué era una oficina, en un primer piso, con unos muchachos delante de ordenadores gestionando compras online que bien podrían ser pantalones, licuadoras, unas figuras de accion de Superman o ese ordenador. Daba lo mismo. Quizá podrían ser más listos que yo pero el fabricante solo es uno. Opté por que la clienta hiciera lo que quisiera y decidió comprar allí. Pagó y esperó. Dos meses después recibió un mensaje diciendo que el producto estaba disponible y que debía de abonar 150€ más por cambios arancelarios. se lo entregaon y me lo tuvo que traer para configurar y poner a punto, con el coste añadido. Al revisar el número de serie descubrí que en vez de garantía europea era garantía asiática, con lo que cualquier incidencia le implicaba enviarlo a Corea con portes y que, además, la responsabilidad de la oficina que hizo la gestión era ninguna. Ni fue más barato, ni en tiempo, ni garantizado, ni nada. Al menos tuvo un ordenador, eso si. Y yo, ese mes, no pude cambiar las ruedas de la moto.

Después de ver eso mismo repetido mil veces y decepcionándome con las pautas de compra que se van imponiendo, me dan las ganas de convertirme en una oficina, carecer de escrúpulos, profesionalidad y verdad, y comprar un garaje más grande para meter más motos. Solamente me lo impide un extraño código moral que me deja dormir pero castiga mi economía. Ser bueno te proporciona palmadas en la espalda pero demasiadas decepciones.

Porque no te decepciona el cliente que te pone los cuernos con una estafa descarada, sino la repetición. No te decepciona que te dejen o que no te devuelvan los favores sino que te juren, mirándote a los ojos, que est´n contigo a muerte y cuando te da la vuelta apuntan directamente a tu ojete. Y, sobre todo, que si consigues demostrárselo después, cuando te necesitan, te saquen excusas peregrinas en vez de reconocer que se han comportado como niñatos estafados de seis años y tarjeta de crédito.

Después, en un futuro, cuando no haya profesionales y solo te queden cuñados, páginas de oferta y tutoriales en youtube, nos vais a echar de menos.

"Mi sobrino, que sabe mucho de esto, me ha dicho que me lo hace más barato" y aunque le responda que "Mi primo, que se ve todas las series de médicos, me opera mejor que el médico titulado y experimentado con medios de la Seguridad Social", las cosas no cambian.

A todos los que juran que las grandes distribuidoras por internet  están matando el comercio les digo que no, que sois los clientes los que estais acabando con él. Y vuestra responsabilidad está ahí, aunque seais cuervos detras de cosas que brillan.

2 de mayo de 2025

La necesidad de un villano

Hay que aceptar una gran realidad: un buen superhéroe es mejor cuanto mayor maldad acumule su némesis. A veces puede ser incluso un superhéroe un tanto descafeinado como Spiderman pero, joder, el doctor Octopus es listo a rabiar y tiene sus putos brazos mecánicos. Así que si nos fijamos bien es más que probable que lo que nos gusta de este tipo de películas y cómics no son los buenos, sino los malos.
Cualquiera de desee ser un superhéroe necesita buscar a un enemigo adecuado.

Lo primero que hizo Hitler es buscarse enemigos. Los judíos. Entonces hay que asociarles todas las cosas malas: la pobreza de los tuyos, las enfermedades, decir que se comen a los perros y que pegan a sus mujeres. Da igual que sea verdad o no, pero hay que decirlo porque esa es la excusa para actuar con violencia, aunque sea la violencia de los buenos. Matar a un nazi, desde el punto de vista del cine bélico posterior a la segunda guerra mundial, no era malo. Franco tenía de enemigo a los judeomasónicos. Trump afirmó que los inmigrantes ilegales comían gatos. Hay quien afirma que Putin mata a homosexuales para divertirse y algunos que sí que lo hacen, en Irán, dicen que Trump quiere violar a sus mujeres. Da igual que lo haga su primo indio porque lo que importa es decir que es Trump ( o el enemigo que corresponda). El 1 de mayo ( ayer) el lider de una organización sindical, de esas que no se manifiestan si les das el dinero suficiente, afirmó que Trump y Putin quieren encerrar a las mujeres. ¿ Es verdad? Pues no, pero entra dentro de la necesidad de tener un enemigo. Porque si no tienes un enemigo que mole, no puedes ser el héroe.

Nuestro presidente, que es de esos que necesita a todas horas ser el salvador, va buscando la confrontación con enemigos malísimos. Si se te va la luz es por las riquísimas eléctricas, y ya se empeñará en decirte que se limpian el culo con los billetes de 100€ que te roban. Si sube el pan es por Putin. Si el La Palma están en barracones aún porque las constructoras solo quieren hacer negocio con el mal de los pobres. Si te suben los impuestos es para luchar contra el fascismo de Franco. Y si le pides pruebas de su bondad te dice que tus abuelos tenían un mísero Seat 600 y es mucho mejor el autobús en el que vas ahora a casa, que tiene wifi gratis y tus abuelos ni sabían lo que era. ¿No existía? Eso da igual. Poner en duda la verdad del héroe es estar del lado del malvado, sea el que sea. Claro, como tú no has matado a un solo marica en tu vida y te gusta el olor a hierba mojada cuando llueve, no puedes estar del lado de los homófobos, machistas, ni de los contaminantes. Cuando te obligan a posicionarte entre lo bueno y lo malo, eliges lo bueno. Así que da igual si te corta una pierna porque te convencerá que lo hizo el malo mientras te dice que le des las gracias por regalarte una muleta que has pagado tú con tus impuestos.

También he de reconocer, por si alguien está ahora mismo echando espuma por la boca, que nuestro presidente hace con Franco lo mismo que el anterior hacía con la ETA.

No es, tampoco, un problema exclusivamente español. Si nos fijamos bien ese juego de enemigos lo juegan todos. Políticos, deportistas, artistas o vecinos. Se puede tener de enemigo al ayuntamiento, al regetton, a la compañía telefónica, al árbitro e incluso al terraplanismo. Una de las virtudes del enemigo que mola es que sea lejano, poderoso y poco contrastable. Si yo te digo que Elon Musk gusta de vestirse de cuero y azotar menores tailandesas con látigos de siete colas , no lo puedes contrastar. Además como el cabrón está forrado y tiene esa falta de coordinación obvia, puede ser el origen de todos tus males. Si se va la luz es que ha pagado a unos hackers. Si sube la gasolina es que ha movido los hilos de los mercados. Si tu mujer se va con el monitor del gym es porque... algo se nos ocurrirá en lo que sea responsable Elon. Elon, ay, que no sabe ni que existes pero que te encanta pensar, como se hace con Soros, que se junta con sus colegas ricos en catacumbas planificando cómo joderte mañana.

Si tienes como enemigo a Soros o Rockefeller, molas. No puedes tener como enemigo a Fermín, porque eso te resta poder. Tu enemigo debe de ser poderoso, lejano, que le importes una mierda y fácilmente reconocible. Tu enemigo puede ser la energía nuclear o las dictaduras del lado contrario ( porque hay dictaduras de derechas y de izquierdas). Tu enemigo puede ser el periodismo mentiroso que tiene engañados a todos menos a ti.  Tu enemigo, incluso, puede ser la ciencia o la realidad. Eso si. Normalmente solo hay que pararse a esperar el momento en que la realidad te haga descubrir que no es que tengas enemigos, sino que no eres un héroe y que , además, eres un mierda.

El problema, como casi siempre, es que cuando luchan el héroe y el villano lo destrozan todo alrededor.

Recuerda que los Vengadores dejaron Nueva York echa unos zorros después de acabar con Loki y la invasión alienígena. Pero cuando Marvel necesitaba seguir vendiendo, resucitó a Loki. ¿ Por qué? Porque siempre hay necesidad de villano.

Y de la misma forma que no existen los superhéroes, tampoco hay gente tan mala. A todos, en sus casas, les quieren.

1 de mayo de 2025

La democratización de las artes y la muerte de los artistas.

 "Si yo hiciera un libro con la historia de mi vida... eso sí que iba a ser un best seller". ësta es una frase que oigo exactamente cada vez que sale en la conversación algo relacionado con el hecho de haber publicado algún que otro libro. No quita nigún mérito al escritor pero establece, casi como una consideración obvia, que la historia buena es de quien lo dice y que si no lo hace, si no se pone ciego a vender libros con La Historia,es porque no quiere. Un poco más allá aparece un autoeditado que, no, pone, nunca, una, puta, coma, en su , jodido, sitio. Viene a ser algo parecido al que ha aprendido a llegar el menu avanzado de la cámara de móvil y se empeña en que Helmut Newton es un aficionado a su lado.

Una de las cosas que nos ha porporcionado la tecnología es que cualquier gallista puede hacerse un single con el micro del teléfono, subirlo a internet y masturbarse con cada dígito de la visualización. De esa forma añade una línea increíble a su curriculum donde pone "Cantante Profesional". No especifica si llenó el estadio de Wembley o si le oyeron sus primos y tres chinos aburridos que pasaban por ahí, pero casi resulta un dato demostrable.

Cuando publiqué el primer libro, que me llevó aproximadamente un año de trabajo, estaba tremendamente sorprendido porque alguien, supuestamente más listo que yo, afirmara tan rápidamente que quería mi historia. Mucho más sorprendente fue que me dijeran que prácticamente no habia fallas en mi relato. Así que en menos de tres meses ahí estaba, un tocho de 450 páginas, dispuesto a ser presentado. Ilusionado y sorprendido más de cien personas (y la tele, porque son colegas) vinieron a cubrir la presentación. Firmé, hablé, vendí y me sentí como Francisco Umbral pero sin gafas de pasta. Más tarde, con el tiempo y la distancia, aprendí que aquel negocio disfrazado de editorial no era más que un servicio de fotocopias al que le importa muy poco si eres bueno, malo o si has esKrito que hay que matar gatos con el rabo. Lo que importa es que tengas muchos amigos que compren el libro y, así, hacer caja de forma rápida y sin mirar al futuro.

La democratización de las artes lleva incorporado, como daño colateral, la miseria en la calidad de los mediocres. 

Para llegar a sonar en la radio o salir en la televisión en los años 70 era obligado ser capaz de ofrecer algo con una exclusividad y calidad mínima que te hiciera merecedor de dicha relevancia. Si alguien escribía un libro, daba una charla, ejecutaba un concierto o hacía un programa de radio, era porque su trayectoria, contenido o producto sobresalía. Hay quien se soprende que Picasso expusiera algunos bocetos que podría haber pintado mi perro con un rotulador metido en el culo pero con !quince años! se marcó el cuadro "Ciencia y Caridad" que te adjunto.

Matías Prats es un comunicador, pero José Ramon hijo, el niño del cuarto A, también te aegura que lo es porque graba sus partidas en Internet y lo sube a youtube. A ver si vas tú a decirle a su madre que su hijo es un mamarracho que debería de estudiar más y no tatuarse el cuello.

En los años 90 los niños querían ser futbolistas porque pensaban que no llevaba esfuerzo. Que era una forma de llegar al éxito y los deportivos por capacidad innata. Que no hacía falta trabajarlo porque todos, absolutamente todos, disponemos de un don maravilloso que está ahí para hacernos ricos y felices. En los 2000 querían ser youtubers y ahora influencers. Ojo, que alguno lo consigue pero normalmente, si te fijas, han aprendido a editar sus videos, buscan un contenido de interés, graban con regularidad y abundancia y pierden el ojete si les llama un medio generalista que se han cansado de despreciar.

Para los consumidores de contenido, y en eso me da lo mismo que sea escrito, audiovisual, radiofónico o incluso plástico, resulta complejo diferenciar y elegir fuentes satisfactorias para el alma. Más de una vez llegamos a un libro o a una canción y detrás de la portada no hay nada salvo ruido. Porque no tiene que ver con algo tan voluble como si te gusta o te divierte ( o no) sino que hay ejecuciones artísticas que son arte y las que no. El dibujo con ceras de tu niño pegado en la nevera no es arte por muy orgulloso y feliz que te sientas por ello. Para hacer un podcast hay que tener algo que decir, y te lo escribe alguien que también ha tenido un podcast. Ni siquiera debe ser sesudo, transgresor o luminoso. Simplemente tiene que tener algo detrás y mucho cariño. Quizá simplemente es tener algo que decir hasta el punto de necesitar explotar soltándolo, aunque salga pus, sin preocuparse del número de visitas o visualizaciones. Reconozco que jode soberanamente esforzarse en algo y sentarse a ver cómo tres charos hablando de su menstruación monetizan contenido mientras vas a última hora al Mercadona para comprar el pollo de pronta caducidad.

El problema en eso es que el producto rápido basura es como la comida: mayoritario por su sencillo consumo.

Hoy en día Pink Floyd se hubiese muerto porque nadie va a consumir un disco que hay que oirlo completo y varias veces para descubrir que es arte en estado puro. Si te fijas los artistas de nueva horanada que mejor viven van lanzando cositas cada poco tiempo con estribillos cerquísima del inicio y un contenido prescindible pero alto especiado en golpes de efecto. Cuando me siento a buscar música me veo obligado a bucear en inhóspitos lugares.

Todos los centros comerciales tienen las mismas tiendas de la misma forma que casi todos los coches chinos se parecen entre si. No importa si el motor tiene más o menos cilindros o si la suspensión es hidraúlica o de muelles. Casi no importa si es divertido o no conducirlo pero sí el tamaño de la pantalla, que el asiento acaricie tus posaderas o si puedes jugar al Angry Birds en los semáforos. Los coches se han convertido en algo que te lleva del punto A al punto B sin importar el disfrute de la conducción. La música se ha convertido en algo de ascensor sin llevarte a ningún lugar. La literatura son frases como memes en fotocopias. 

Dice un ingeniero sexagenario apasionado de la conducción que ahora los coches se fabrican para gente que no sabe de coches. Probablemente el cine se hace para gente que no ve cine habitualmente y te juran que Breaking Bad es lo más original del mundo. Hay una película, Yesterday, en que un músico despierta en un mundo donde no han existido los Beatles y se hace rico y famoso porue él si las conoce y las publica, soprendiendo a todos. Cuando es rico utiliza su dinero para encontrar a John Lennon, que vive en una caravana. 


La parte irracional de la película es que el protagonista sabe que es un fraude pero ahora vivimos en un lugar en el que aceptar que eres un mierda no es comercial. Estopa afirmó, hace unos años, que estaban sorprendidos de hacer una y otra vez lo mismo y seguir teniendo éxito. Esas declaraciones me hicieron cogerles cariño. Sin embargo cualquier regettonero puntual o producto de inversores ( Rosalía) acutará como si fuera el nuevo mesías del arte en la tierra. María del Carmen te contará, mientras te dice que es su septuagésimo best seller, que nadie es mejor que ella mientras te das cuenta que necesitarías diez vidas para acabar tantos libros teniendo en cuenta que hay que leer cien más para aprender.

Luego, si tienes el atrevimiento de abrir una página, te da miedo decirle que es un truño de mastín.

Hace muchos años conocí a una mujer espectacularmente hermosa. En aquel tiempo hacíamos cenas todos los miércoles y ese miercoles tocaba en mi casa. Cuando mis amigos estaban ella apareció. Yo me encontraba haciendo una de mis rápidas, nutritivas y sin cebolla tortillas de patata en la cocina y Julio se me acercó. "Dios mio"- me dijo. "¿De donde has sacado a este espectáculo de mujer?". Reconozco que ella había aparecido con unos pantalones muy ajustados y una camiseta increíble, dado el contenido. Más tarde, limpiando algún plato para los postres, Julio se me volvió a cercar y me comentó: "Qué pena que sepa hablar". Al terminar la cena procuré que algún amigo la acercara hasta su casa pero no se dió el caso. Mientras terminaba de recoger ella me llamó desde el dormitorio. Al entrar la encontré desnuda sobre la cama, increíblemente bella. En mi cuarto hay un sofá rojo y negro pegado a la pared y allí me senté. Me encendí un cigarro y la memoricé mientras me decía que jamás iba a tener en mi cama alguien tan increiblemente dispuesto y racionalmente precioso. Aún así yo ya sabía que detrás de esa portada no había mucho más. Le di un beso y le dije que iba a por las llaves, que la acercaba a su casa. Sé positivamente que siempre tiene público, porque vigilo su vida de reojo. Sé que el número de visualizaciones, libros vendidos o la manera en la que se pudiera contabilizar es enorme porque sigue siendo increíble, aunque se haya operado la nariz. Te dirá que es actriz porque hizo un corto. Empresaria, porque tuvo una peluquería. Presentadora, porque un día salió en la tele. Modelo, porque en las fotos luce como ninguna. Pero no es nada de eso porque detrás no hay nada, como un video de tik tok.

Hace no mucho discutí sobre amor con alguien que folla muchísimo y que estoy seguro que le convencen de lo cariñoso que es todo para poder acceder a su piel. Follar, escribir, cantar, comunicar, fotografiar e incluso pintar lo puede hacer cualquiera.

Hacer las cosas bien es lo dificil y, desde mi punto de vista, se ha convertido en algo secundario cuando debería de ser lo primero.

Son las cosas de democratizar las artes, que artista es cualquiera. Pero no es verdad.