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Sin embargo, y como si fueran los guardianes del calabozo de la verdad, se congratulan de haber cumplido las leyes de Tahilandia y eliminado 146 videos que insultaban a la monarquía de aquel pais y, por el contrario, mantener uno en el que un canadiense se mea sobre su pasaporte porque eso, según google siempre, es velar por la libertad de expresión.
Por ello Google ha dicho que está alarmado por el nivel de censura que existe en gobiernos supuéstamente democráticos y, sin embargo, es muy complicado encontrar en su buscador o entre los videos de youtube algo que diga que la compañía en cuestión pueda ser una puta mierda. Es decir, que se puede hablar mal de cualquier gobierno y eso Google lo mantiene porque defiende la libertad de expresión pero si hablas mal de ellos tu blog o en tu video ambos quedarán automáticamente eliminados (o en la novena página de resultados, que es lo mismo). Si, además, acompañas tu explicación con un pezón... olvídate.
Estas son las cosas que pasan cuando la libertad de expresión se convierte en moneda de cambio empresarial. El problema es que alguno se lo cree y me dirá, mientras googlea algo, que Internet es un medio libre.
1 comentario:
george orwel
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