Lo cierto es que cada vez más parece que este país se divide entre los idiotas que consideran que Zapatero se levanta por la mañana con intención de hacer las cosas mal, regalar dinero a algún país que no nos lo pueda devolver o a algún desaprensivo maoliente negro sin papeles y los estúpidos que afirman que Rajoy vive con ganas de que vuelva el caudillo a nuestras vidas, matar a todos los homosexuales, poner tanques en las calles de Barcelona y Bilbao y expulsar a cualquier inmigrante de España, la grande y libre. Y ninguna de las dos cosas son ciertas. Desafortunadamente esos gritos de pasión absurda en uno u otro sentido parece que cada vez colman nuestros medios de comunicación satisfaciendo al taliban político que todos llevamos dentro.
Lo triste de esto es que ese espacio de personas que se ubican en medio de tanto grito ya se han quedado sordas para tomar una decisión correcta y seremos los que somos capaces de criticar a uno y a otro (y que nos han llamado tantas veces "rojo de mierda" como "facha de los cojones"), los que inclinaremos la balanza de la verdad. El problema es que cada vez dan menos ganas de ser equidistaní, que son los equidistantes que viven en equidistán.
Sobre las tiras, se ven en grande.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Pero imagínate ser equidistaní en Euskadi. Absoluta esquizofrenia. Eres españolista para los nacionalistas vascos, y etarra para los nacionalistas españoles. Demencial.
asi me va...
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