Cuando Randy se siente triste no puede evitar oir una y otra vez Time After Time, de Cindy Lauper. Detrás su hermano Earl. La serie se llamaba "Me llamo Earl" y se emitió desde 2005 al 2009. El planteamiento era sencillo: Earl, un pequeño delincuente de diáspora vida (en el sentido de haber abandonado su lugar de procedencia), se encuentra de golpe (de accidente de tráfico, en realidad) con el karma. Es algo sencillo: si uno hace buenas obras le volverán buenas obras. Así que hace una lista de todas aquellas malas obras que es capaz de recordar y se dispone a solucionarlas, a poner en orden el pasado para que de esa forma mercantilista de la bondad le sucedan acontecimientos buenos.
Obviamente la canción es "what goes around comes around" (pero la versión de Nescobar) y no la de Michael Jackson, la de Lenny Kravitz , la de Dover cuando ya eran un cadáver o la de Justin cuando era odioso.
Lo curioso es cómo a lo largo de la serie Earl se topa una y otra vez contra el muro de la naturaleza humana. Cómo, en una confrontación absoluta con la lógica y la verdad, el mero hecho de querer hacer el bien nunca tiene como resultado el mismo bien. Cómo cuando se acerca a una de las personas de su lista siempre hay algo más, algún conflicto no previsto y esa lucha interminable entre el sacrificio, las buenas intenciones, los resultados inciertos y, como siempre, el karma.
Pero el karma no es más que una excusa para seguir adelante cuando aparece cada pequeño obstáculo. Porque el karma es imperfecto como todas las homeopatías, un placebo para seguir adelante. Una mentira, casi como definición científica.
"Si te caes, estaré esperando una y otra vez" dice la canción de Cindy Lauper. "Otro día en blanco, otro día sin premio, otra noche sin sueño y mañana otro tanto. Otro día vigilante y atento perdido en el inútil empeño de acabar lo que empiezo, de cerrar este círculo y abrir otro nuevo que me lleve al siguiente. Llegar a algún sitio, poder descansar" dice una de mis letras favoritas. Una de esas canciones que me pongo una y otra vez, como Randy, cuando descubro que el karma no existe. Aunque me guste mi oficio, quien soy, en lo que me convertí pero no, en realidad, donde estoy.
Aunque la serie fue cancelada tenía un final. Earl no terminaba nunca y se rendía. Entonces alguien le encontraba porque resulta que él mismo estaba en la lista de otro. Descubría que aunque nuestra naturaleza nos llena de malos actos y buenas intenciones hay que entender que el poso final, la base, la esencia es, en realidad, algo que deja un balance a favor del ser humano.
Pero no, no termina nunca con su lista.
Creo que es el momento de empezar a encontrar canciones nuevas.
Obviamente la canción es "what goes around comes around" (pero la versión de Nescobar) y no la de Michael Jackson, la de Lenny Kravitz , la de Dover cuando ya eran un cadáver o la de Justin cuando era odioso.
Lo curioso es cómo a lo largo de la serie Earl se topa una y otra vez contra el muro de la naturaleza humana. Cómo, en una confrontación absoluta con la lógica y la verdad, el mero hecho de querer hacer el bien nunca tiene como resultado el mismo bien. Cómo cuando se acerca a una de las personas de su lista siempre hay algo más, algún conflicto no previsto y esa lucha interminable entre el sacrificio, las buenas intenciones, los resultados inciertos y, como siempre, el karma.
Pero el karma no es más que una excusa para seguir adelante cuando aparece cada pequeño obstáculo. Porque el karma es imperfecto como todas las homeopatías, un placebo para seguir adelante. Una mentira, casi como definición científica.
"Si te caes, estaré esperando una y otra vez" dice la canción de Cindy Lauper. "Otro día en blanco, otro día sin premio, otra noche sin sueño y mañana otro tanto. Otro día vigilante y atento perdido en el inútil empeño de acabar lo que empiezo, de cerrar este círculo y abrir otro nuevo que me lleve al siguiente. Llegar a algún sitio, poder descansar" dice una de mis letras favoritas. Una de esas canciones que me pongo una y otra vez, como Randy, cuando descubro que el karma no existe. Aunque me guste mi oficio, quien soy, en lo que me convertí pero no, en realidad, donde estoy.
Pero no, no termina nunca con su lista.
Creo que es el momento de empezar a encontrar canciones nuevas.