Mal dia para buscar

30 de junio de 2011

Decisiones de niños y adultos


Es curioso que muchos adultos, por orgullo o por intrínseca estupidez, no son capaces de hacer lo mismo. Será que el raciocinio se va con los dientes de leche.

Dicen que los niños valoran las probabilidades estadísticas de sus decisiones y que en muchos casos son capaces de asumir que el error proviene de ellos por lo que no piden ayuda a sus padres.

Probablemente cuando el gerente de una empresa pide que le presenten algún cálculo estadístico para valorar la decisión a tomar lo que busca de una manera ansiosa es poder explicar, tal y como se puede demostrar con cualquier estudio estadístico "direccionado", que no es su error y, por supuesto, pedir ayuda al consejo de direccion de su compañía.

Si fuera un político podemos deducir lo mismo cambiando asesoría externa por instituto nacional de estadística y consejo de direccion por senado.

Será por eso por lo que algunos nos congratulamos de poder afirmar que seguimos siendo niños en muchos casos, aunque eso supone asumir que el error es exclusivamente nuestro.

Es el peaje de no crecer aunque la estadística, en el 62% de los casos, está demostrado que va dirigida.

29 de junio de 2011

Ligar 2.0



Conclusiones:

Definitivamente convertir el cortejo en un camino espiral hacia la otra persona es, probablemente, uno de los motivos por el que con 40 nuestros abuelos tenían 5 hijos y tú aún estás esperando que te responda un correo... La tecnología no ha mejorado esta parte de nuestra vida, definitivamente...

28 de junio de 2011

Autonomía: Filial de España

Finlandia tiene, finlandés arriba , finlandés abajo, 5,3 millones de habitantes.
Islandia, que es otro pais que acaba en -andia, 330mil islandeses.
Dinamarca 5millones y medio.
Noruega 5 millones.
Madrid 3 millones y medio. Barcelona se acerca a los 2 millones. España, en general, más de 47 millones.
Como es perfectamente lógico poner de acuerdo a los islandeses en algo casi es como una reunión de la comunidad de vecinos en comparación con la saturación plural de la piel de toro.
Sin embargo más de uno sigue saliendo a la calle pensando que como ambos son países lo que haga uno puede hacerse en los demás de la misma forma que si Usain Bolt es capaz de correr los 100m en menos de 10 segundos, como yo tengo piernas también podré. Si no puedo es culpa del gobierno o de la malévola oposición.

Ahora resulta que Islandia ha decidido cambiar su constitución y ha dejado abierto una serie de canales en facebook, twitter, youtube, flickr... y algunos se congratulan de lo modernísimo que es el gobierno islandés como un ejemplo ante los caducos sistemas de participación ciudadana de otras partes de occidente

Como todo el mundo es capaz de asumir mi tio abuelo que vive en un campo de boniatos de la Castilla profunda lo que hace mientras ve crecer sus boniatos es actualizar su perfil, ver las fotos de su exnovia y jugar al Bejeweled Blitz con su portatil de 4 núcleos.

Ser o actuar como islandeses en España es exactamente lo mismo que decían los expertos de los sistemas de educación del norte de europa: un imposible porque somos muchos más.

Dinamarca, el ejemplo progre con tintes derechones (legalmente elegidos) excesivos cercano a las penínsulas bálticas ha tomado dos decisiones dignas de una comunidad de vecinos malvada: obligar a que los usuarios en internet estén perfectamente identificados para eliminar la comisión de delitos sustentados en el anonimato y expulsar automáticamente a inmigrantes que tengan penas de carcel. (Claro que Cataluña ya lo planteó de una manera menos brutal.)

Lo bueno que tiene vivir en Dinamarca o vivir en paises del tamaño de un tamagochi es que igualmente rápido se puede pasar de un extremo al otro.

Antiguamente las naciones eran más o menos potentes dependiendo de la cantidad de tierras o valores humanos que eran capaces de aglutinar. El imperio romano, el portugués, el británico o incluso nuestro flamante imperio español eran monstruos como después pudieron ser las empresonas que se subieron al carro de las revoluciones industriales siendo capaces de todo. En el mismo Bilbao existen barrios enteros que son fruto de las construcciones de Firestone o aquellos Altos Hornos que creaban y destruían ciudades y sociedades al ritmo de las cuentas de resultados.
Torrelavega tiene, según pasas por la autovía, aquellas casas pequeñas que puso ordenaditas la Sniace como quien hace y deshace a voluntad con sus miles de empleados.

Hace unos años las empresas descubrieron lo magnífico de dividirse y convertirse en filiales. IBM vendió su división de portátiles a un chino con dinero. La empresas de automoción se dividieron y subdividieron en su parte de motores, de frenos, de neumáticos y de tuercas, por lo que unir, quebrar o separar les permitía cambiar con más rapidez de lo que pudiera hacer la todopoderosa General Motors. Hemos pasado de las grandes compañías al mundo de las filiales.

Y nunca sabes si tu filial se va a ir al garete por mucho que la filial del pabellón de al lado vaya viento en popa a toda vela.

También es verdad que en muchas tarjetas es el logotipo del grupo matriz aquello que te hace grande.

Ultimamente las naciones son casi empresas dirigidas por empresarios sin experiencia con el título de político. Se ha demostrado que el dinero, que es aquello que nos ha llevado a esta crisis de valores en la que nos encontramos, es la grasa que mueve los engranajes de nuestra sociedad.

Y algunos, desde el pedestal de la crítica, ansían y desean que aquellas decisiones, estúpidas o no que toman como si fueran referentes países del tamaño de la preciosa capital de León, sean también posibles en nuestros enormes y unificadas naciones.

Claro que no me imagino la tarjeta del lehendakari con un logo a un lado que ponga: Euskadi, grupo España.

Tampoco me imagino en ningún momento que se pudiera actuar en España de la misma forma que en Finlandia, Islandia o mucho menos (y afortunadamente) como en Dinamarca.
Y, sin engañarnos, la existencia de España es la excusa perfecta para la deficiente gestión de muchos ayuntamientos y autonomías.
Pd: este cartel de Forges estuvo muchos años en la pared de mi cuarto.

27 de junio de 2011

Doisneau, Vancouver, China


A todos nos gusta que nos den besos que parezcan como el de Doisneau, pero preferimos que sean de verdad. Quizá por ello la foto de Vacouver despertó en la psique general esa ansiada posibilidad de que existiera esa utópica historia que todos queremos vivir en la que el amor lo puede todo

Pero, de la misma manera que el primero era una puesta en escena de unos actores, el otro tenia cierto punto de mentira. Quizá el único beso de verdad de esta semana ha sido el que dió una extraña a un suicida chino cansado de sentir que su vida se estaba deslizando como el agua por la presa de las tres gargantas

Con estas noticias siempre pasa lo mismo: el mundo se divide entre aquellos que creen en el amor como un bien universal y se inclinan en el lado amoroso de la noticia y por otro lado algunos buscamos y rebuscamos algún elemento mundano que nos permita justificar que la vida y los momentos fotografiados de los demás no son, como el facebook, tan bonitos como parecen en el muro de las noticias.

Será que, como no he estado en Vancouver, no he pasado por China y no me han llevado a Paris tengo que deducir que, como la horrible película, nunca me han besado por mucho que haya tenido, fruto de alguna amnesia anterógrada, 50 primeras citas.

26 de junio de 2011

Primer semestre 2011

Con retraso, como un contable saturado por el trabajo, hago una selección de las 6 entradas que me llaman la atención de este blog desde el 1 de enero hasta el 1 de junio del año en vigor.
Me he dejado algunos interesantes: "Coltan y peces", la personal "De Ken a Hank (rosa, malva y magenta)", la tecnológica "Scammers" o la actualizada "Milgram Contemporáneo".

Pero tampoco me leeis tantos, o tantos como antes. O los mismos de antes.

24 de junio de 2011

Demagogias judiciales

En US un hombre, que no disponía de seguro médico, ha ido a un banco y gentilmente ha robado un dólar para ser detenido y, así, tener acceso al seguro médico del que dispondrá en la carcel.

En A Coruña un senegalés fue detenido y, a fin de retrasar su declaración judicial, exigió hacer efectivo el derecho que le permite declarar en cualquiera de las lenguas oficiales pidiendo un traductor de euskera porque deseaba hacer su declaración en aquel idioma.

Hace unos días me comentaban que está "de moda", entre inmigrantes sin papeles, concebir a un niño para pedir, posteriormente, la "agrupación familiar" (o como se llame) y lograr regularizar la estancia en el pais, aunque sea a costa de comerciar con la vida de su hijo, porque es a lo que me suena.

En realidad siempre he pensado que las leyes tienen una justificación lógica. Que separar a un niños de sus padres es algo que nuestro sistema debería intentar que no sucediera, que hay que respetar las lenguas maternas para no perder nuestra identidad cultural y que la asistencia sanitaria debería de ser un derecho universal.

Pero hay tantas diferencias entre la vida real y la que estamos legislando que se producen saltos cuánticos vitales, en una y otra dirección, como si fueran viajes en el tiempo de lo justo y lo social.

Te lo digo yo, que soy autónomo y aunque genero puestos de trabajo y tengo 6 jornadas de 10 horas a las semana también tengo menos derechos y ayudas que la limpiadora marroquí del McDonald.

Es demagogia, lo sé. Tambien los casos verídicos que pueblan parte de las noticias de hoy.

Pd: Esto me recuerda al chiste aquel de dos tipos muertos de hambre en medio de un desierto africano que se plantean llamar al FBI y decir que lo de las torres gemelas era cosa de ellos porque, así, tendrían comida todos los días, un lugar donde dormir y los derechos fundamentales asegurados, cosa que en la vida real y en demasiados casos, no sucede.

23 de junio de 2011

Jerárquicos, ansiosos y trastornados

"La ignorancia es la madre del atrevimiento".


Es decir, que cuanto más consciente eres de ser uno más en una sociedad donde existen escalones donde nos vamos colocando dispones de más boletos en la ruleta de la ansiedad social.

Dicho de otro modo: si no tienes ni idea de vivir en una sociedad jerarquizada vivirás mejor.

Dicho a lo bruto: los tontos son más felices.

No es ninguna novedad.

Ser ignorante es, cuando te lo haces, una virtud que no dispongo. Ser capaz de olvidarte de los ojos de carnero degollado que ponía aquel muchacho a tu novia (o viceversa). Ser suficientemente hábil para salir victorioso en una discusión sobre un tema que no controlas frente a un experto del tema usando argumentaciones pueriles. Saber decir las obviedades falsas estadísticamente válidas en un bar. Poder convencer al empleador que estas capacitado para el puesto o pensar que "conocimientos altos de ingles hablado y escrito" es algo verídico de tu curriculum son aquellas cosas que nos hacen salir adelante porque si pensáramos en términos de realidad y asumiéramos que aquel muchacho es mejor tipo que tú (que en algo lo será, no lo dudes), que si la contraparte tiene una titulación la discusión no ha lugar y que tienes que llegar a la entrevista asumiendo que hablas menos inglés que el príncipe gitano... entonces no me extraña que sufras ataques de ansiedad social. Por gilipollas.

Lo digo por experiencia. Soy un tipo tremendamente jerárquico (y profundamente crítico conmigo mismo). Son mucho más felices que yo aquellos que saben que están mintiendo. Por encima de ellos, en términos de felicidad, los que se creen sus propias mentiras mientras te intentan convencer que de informática y de ingles hablado y escrito saben mucho más que tú porque vieron Terminator en versión original.

Y luego se echan la siesta que, como todo el mundo sabe, en inglés se dice la "yes it is".

22 de junio de 2011

Hippies, los judios de la música

En 1982 ILEGALES sacó su disco homónimo que contenía la canción Heil Hitler, cuya historia revisa Jorge en uno de los últimos videos como Ilegales.

En 1982 también, Siniestro Total publicaba el disco "Cuando se come aqui" donde, en el corte 7, aparecía "Matar jipis en las Cies"

No solo y exclusivamente se les ha hecho burla desde el pseudo punk o rock peninsular sino que los hippies han sido, y son, una especie de judios de la música ya que les han hecho burla y castigado desde casi cualquier lugar menos del folk y la psicodelia de finales de los 60. Ronald Reagan les definió como alguien que tiene la melena de Tarzán, camina como Jane y huele como Chita.

Entre los años 82 y 84 la BBC realizó una serie titulada The Young Ones en la convivían, al más puro estilo grisáceo y anárquico de lo británico, un pijo, un mod, un punk y un hippie en la misma casa. L aserie mostraba al pijo como un aprovechado, al mod como un tonto de los que creen tener razón, al punk como una apisonadora sin cerebro y al hippie como un idealista que por alguna razón que no llego a entender siempre intentaba poner paz y terminaba intentando ahorcarse en el único árbol del jardin. La carta que escriben entre ellos al director de un banco pidiendo algo de dinero podría ser una reivindicación de hoy en dia.

Sin embargo y teniendo en cuenta las tremendas similitudes que existen entre aquellos años y los actuales donde parece que la necesidad de pertenencia a un grupo se va convirtiendo en una seña de identidad como quien lleva una gorra hacia atrás, una camisa por fuera y escucha reggeton sin pensar en lo machista de sus letras, quizá aparece con fuerza esa idea ingenua y pueril de la naturaleza intrínsecamente buena del ser humano. Quizá aparecerán canciones pseudo folk que cantaremos frente al fuego en medio de la naturaleza dejando que nos inunden los efluvios de la madre tierra. Y seguramente algunos, cansados de tanta felicidad entre demasiadas cosas que nos hastían, apagarán la hoguera a patadas y mandarán a los hippies a su casa, a esperar otra revolución.

Porque cada vez que han aparecido aquellos que piensan en la bondad innata del ser humano alguno se ha encargado de recordarles que si algo nos diferencia de los animales es que tenemos a flor de piel una mezquindad también innata.

Las canciones de felicidad y amor son soportables de diez a quince minutos. Las duchas se hicieron, entre otras cosas, para usarlas y aunque pedir el amor fraternal y la felicidad entre los pueblos reconozco que es "chupi" tenemos que recordar que el movimiento hippy, aparte de para vender un buen montón de televisiones en color en los años 70 no logró grandes cosas aparte de sentarse delante del gobierno de EEUU para pedir el final de Vietnam. Chita murió hace tiempo y ahora los hippies también se conectan a internet desde las furgonetas y por 3g desde las hogueras. Eso sí, musicalmente siempre han sido expulsados de las revoluciones por sosos, por idealistas y por escribir con plastidecor rosa. Eso también: Una pena lo del amor libre aunque no me imagino a la muchacha de Russian Red copulando como una bestia con cualquiera, profundamente emporrada y en medio del monte vestida con ropa de Agatha Ruiz de la Prada y la guitarra a la espalda zarandeándose al ritmo fornicador del hippioso de turno.

Dependerá de las ventas y los bolos de este año: Tiempo al tiempo.

Pd: Vale, sí: Joplin, Hendrix, Dylan, Morrison... eran muy grandes. Pero me refiero a la parte flowerpower de los hippies, ya sabes: Donovan, Peter Frampton, Carole King y James Taylor... y alguno que saca su guitarra creyéndose el Silvio Rodriguez del siglo XXI y no pasa de Ismael Serrano.

20 de junio de 2011

Niños reversibles

En A Coruña se está probando un dispositivo que genera un sonido insoportable que únicamente es audible para los menores de 30 años. Es verdad. Supongo que será una canción con más de tres acordes y su objetivo es acabar con las zonas de botellón.

En Pakistan han detenido a una niña de 8 años cargada de explosivos. Es verdad. Supongo que es una forma de acabar con el botellón al estilo pakistaní radical.

Apple, que son los más chulos y hacen que tus gafas de pasta parezcan más bonitas que las que usa Android o Windows, quiere implantar un sistema por el que sus teléfonos no puedan grabar los conciertos a los que acudes y terminas con el brazo dolorido de sujetar el movil para luego decir a tus colegas que tienes más visitas en youtube que Lady Gaga porque grabaste a Amy más borracha de lo habitual.

Lo que está claro es que tanto allí como aquí, como en el tecnológico mundo adolescente, el enemigo es muy joven.

Pd: no viene a cuento, pero Love Of Lesbian ha sacado un video de la canción "Noches Reversibles" (de un disco de hace 4 años) que es una de esas historias en las que te gustaría dar al botón de volver atrás como si quisieras revivir algún pequeño flashback para hacerlo mejor.(Podría ser tan fácil, sería espectacular, si fueran reversibles aquellas noches de incendio.)

Mujeres contra el humor

Emakunde, que es el instituto vasco de la mujer, ha mandado una carta al dueño de un bar del popular barrio de Santutxu, en Bilbao, exigiéndole que cese de hacer comentarios y chistes que van contra el principio de igualdad de la mujer. El dueño del bar tiene la costumbre de escribir todos los dias chistes en unas pizarras que coloca en el mismo. Y hace chistes de los malos. Esos que son, como es lógico, los de toda la vida.

Chistes de guardias civiles. De hombres que engañan a sus mujeres. De mujeres que engañan a sus hombres. De dos tipos por el desierto o en una isla desierta. De niñas que hablan con niños preguntando qué es eso que tiene ahí. De negros que trabajan como un ídem o de San Pedro en el cielo descubriendo que, a la hora de elegir entre un billete o la biblia, aquel que mete el billete dentro de la biblia y pasa sin saludar es del opus Dei, por poner un ejemplo que no sea de elefantes y hormigas copulando, que la zoofilia está muy mal vista y van a venir los de greenpeace a poner una pancarta en mi casa.

A emakunde, como es lógico, la integridad moral de la guardia civil le importa poco, porque no es su campo. Que hagan un chiste que deje en mal lugar a los negros tampoco. Que se hagan gracias zoofílicas menos pero si en la pizarra pone "Cariño, dime una guarrada.- Nocilla con ketchup" lo considera denigrante porque a las mujeres no se le dicen guarradas, se les mandan flores.

Como todo el mundo sabe lo que más indigna a las mujeres de euskadi son los chistes de aquel bar. Es por ello por lo que aquella institución que se financia de dinero público ha puesto sus ojos en el machista dueño de un apolillado local que utiliza el humor más casposo como su punto de diferenciación con otros apolillados locales que viven lo tradicional que es el poteo de barrio en uno de los pocos barrios de verdad que quedan en el, a la par, moderno y popular Bilbao donde las mujeres aún se visten de domingo y cotillean en los bares donde sus maridos, txapela en ristre, consumen un vino antes de pasar al siguiente o empezar con las bilbainadas.

Emakunde, como el brazo armado de la radicalidad feminista, sabe que aquellos chistes son el preámbulo para la justificación de los crímenes machistas. Todo el mundo sabe que la última vez que un señor mató a su mujer en Bilbao dijo al estar delante del juez que "no la quería matar, pero es que le estaba contando un chiste que leí en un bar"

La culpa, como siempre, la tiene el humor. Algunos consideran que si cambiamos nuestra manera de hablar y lo que nos hace gracia muchos de los comportamientos sociales negativos dejarían de darse. Nada de mujeres con cuernos, ningún chiste de enanos, respeto al clero y a los niños, no se dice la palabra "marica", no hay retrasados ni tullidos, cuidado con hablar de animales, negros y moro no se puede decir, a Alá ni lo nombres, la Guardia Civil merece un respeto, nada de estigmatizar a gallegos, catalanes, andaluces o vascos.

Aunque a mi, que me sigo riendo con algunos chistes nunca se me ocurrió pensar que los negros, los moros, los tullidos, los retrasados, los curas, Alá, la guardia civil y las mujeres son menos que yo pero supongo que la manera de arreglar esta sociedad es volverla tremendamente sosa.

Por eso ya no hay humoristas, solo contadores de acontecidos.

18 de junio de 2011

Gone with the wind

Hace tiempo, no mucho pero quizá el suficiente, se lamentaba algún opinador sobre la realidad absoluta del resultado de la crisis económica entre aquellas cosas que nos hubiera gustado que sucedieran en nuestra sociedad. Lo titulaba, si no me equivoco, "El final del sueño" y básicamente reflexionaba sobre lo poco que nos faltaba para hacer de nuestro escenario un pequeño mundo más justo y adivinaba que sin dinero y sin, sobre todo, esa sensación de futuro asegurado, iba a ser muy complicado que alguno se preocupara de los demás cuando a partir de entonces iba a tener su propia casa revuelta.

Estábamos preocupados por el color de las cortinas y por la cilindrada del nuevo coche.

Estábamos satisfechos con nuestra vida sexual y pensábamos, como el que se siente seguro de si mismo en un bar, que solamente con desear a una morena de largas piernas y pelo ensortijado aquella noche podríamos llegar hasta el cielo.

Jugábamos a ganar dinero y habíamos asimilado como propia aquella verdad en la que el mercado laboral nos esperaba con los brazos abiertos y las carteras repletas.

Nos irritaba pensar que los niños morían de hambre en etiopía, pero teníamos a Bob Geldof para que hiciera grandes conciertos y nos sentíamos parte de la solución si es que nos comprábamos los vinilos.

Definitivamente éramos unos tipos grandes: nuestro trabajo, nuestro dinero, nuestra novia, nuestras vacaciones y nuestros derechos universales. Pensábamos que todo estaba, más o menos, en orden. Creíamos que lo controlábamos todo.

¿Cuando se fue a la mierda?

Efectivamente. Ese es el momento.

Y ahora es el momento, en el caso de querer realmente ese pez, de mojarse pero no de quedarse quieto esperando que lo solucionen los demás porque una parte de nosotros no quiera admitir que fuimos parte de la desidia que nos llevó hasta este muelle. Al fin y al cabo al final del sueño hay que levantarse y empezar a dar pequeños pasos que te lleven hacia otro lugar que, como en una predecible peli de Chuck Norris en la que acaba perdiendo al principio de la última pelea, tiene que ser mejor y tiene que ganar el bueno.

Pd: mañana, dia 19, hay movilizaciones para establecer ese punto de partida necesario para que las cosas cambien. Yo iré. Eso sí: el lunes trabajaré como un perro, pagaré mis impuestos, abonaré el iva, no me aprovecharé de subvenciones que no me merezca y exigiré que la mía (y la tuya) sea una sociedad más justa. Creo que el final del sueño consiste en actuar dentro de la realidad que quiero para mi desde el punto de partida de lo que nos queda, que no es tan malo pero podria ser mejor. También podría llover.

17 de junio de 2011

Cenicienta


Pd: sí, algunos de los nuevos cantautores contemporáneos son una banda de flojos...¿y?
Pd2: claro que si en los 80 un saxo era un sonido que nos encantaba (hasta que llegó Kenny G) quizá ahora cada vez que suena un violonchelo la cosa parece que cambia.

16 de junio de 2011

Sociedad de tuertos

Hace más o menos 25 años la inmensa mayoría de los jóvenes se movilizaron hasta que apareció el Cojo Manteca.

Ahora, como en casi todas las movilizaciones, son los jóvenes los que se han ido movilizando. Democracia, una sociedad justa, amor fraternal y todas aquellas reivindicaciones han vuelto a tener lugar en el injusto, carente de valores, poco democrático y apestosamente corrupto momento en el que vivimos. Resultó maravilloso ver cómo aquello que asociamos a la modernidad y al medio que utilizamos para quedar con nuestros amigos para tomar unas cañas sin tener que llamar desde el teléfono del pasillo, que es desde donde lo hacían aquellos de la revolución del 87, fue nuestro medio de comunicación por excelencia.

Fue nuestro twitter, nuestro facebook y un poco de nuestro tuenti lo que nos unió en nuestras plazas llenando el aire de cierto olorcillo a esperanza, que no Aguirre. Alguno incluso cambió su foto de perfil sin camiseta de Badoo con el logo de TomalaCalle y se quedó sin ligar una semana porque ya se sabe que no hay mucho sexo para los gafapastas en los aparcamientos de coches tunning, sobre todo si no están ciclados.

Después llegaron algunos desaprensivos que descubrieron que aquello era una manera de hacer más ruido y de pasar de sentarse en una acera con las manos arriba a quedarse con el pensamiento plano de creer que todos los que simbolizan un poco de poder son reencarnaciones del demonio en la tierra. El mismo pensamiento plano que considera que el obrero despedido implica un patrón colgado o que un banquero nació para hacer el mal o un diputado para corromperse. Se zarandea a políticos, se va a perseguir a algún alcalde cuando saca al perro y se impide que el gobierno democráticamente elegido tome las decisiones que considere convenientes, porque para eso lo eligió la mayoría, hasta con la ley electoral que nos castiga. Incluso algún medio se hace eco de que le han intentado robar el perro lazarillo a un diputado de CiU. Pero como las convocatorias son por internet algún retrógrado cree que son las mismas personas como si sólamente unos pocos tuvieran acceso a la red.

En el caso que aparezca ahora el Cojo Manteca del siglo XXI me decepcionaré descubriendo cómo aprendimos poco desde hace 24 años y será la excusa para que otros terminen por pensar que, en el fondo, solamente había violencia contenida disfrazada de acampadas cuando las acampadas nunca fueron esto (y nadie recuerde cómo soportaban porrazos hace unos dias sin lanzar una sola piedra).

Yo pensaba, sinceramente, que algo habíamos mejorado pero en vez de "a río revuelto ganancia de pescadores" podríamos decir que a "sociedad de tuertos cojos ganancia de gilipollas."

Dan ganas de liarse a hostias, los problemas son dos: que no se a quien dar primero y que la revolución no era eso, aunque se convoque por fb. Será que los que nos hicieron ilusionar aquellos primeros dias se han ido a trabajar a Alemania o a poblar las largas colas del paro.

Pd: El Cojo Manteca murió con el tsunami del Sida que, para el que no lo sepa es el acrónimo de Sacala Inmediatamente de Ahí.

15 de junio de 2011

Tu inmadurez es superlativa para tu edad

Hay cosas que te venden las películas que te encantaría que fueran verdad:

Sin embargo, por alguna razón probablemente cultural o genética, lo terminas convirtiendo en esto, que es lo mismo, pero no es igual:

La mayoría de las personas cometemos exactamente el mismo error (o el mismo cambio) según vamos acumulando besos o experiencias a nuestras espaldas. No solamente es una cuestión sexual o de cariños, sino que es extensiva a todas aquellas cosas que pasan por nuestra vida y probablemente es el mismo motivo por el que la racionalidad puede con las ilusiones a base de años en nuestro calendario. Por ese mismo motivo los coches de nuestros padres son amplios y tranquilos mientras que con 18 yo tuve aquel golf GTI blanco que rugía como una mala bestia a 240km/h en la misma recta donde ahora han colocado un radar de 110 junto a la entrada oeste del supuestamente corrupto Castro Urdiales.

Se supone que las sociedades que tienen conciencia común desde hace años viven las revoluciones tranquilas y que aquellos pueblos (como Gambia y Senegal, cuyas fronteras fueron marcadas por unos ingleses a cañonazos en 1889) viven sus reivindicaciones casi como un grupo de aficionados del baloncesto griego o unos sometidos habitantes de la democratica Siria.

Se supone que los lugares de retiro de la tercera edad son tranquilos y con sonido de pajarillos mientras que el ocio adolescente es ruidoso como si no fuera a existir un mañana (cuando mañanas es lo que sobra entre dos rave)

Se supone que el primer sexo está lleno de sudor y prisa por tener todos los poros abiertos a sensaciones mientras que el sexo de los jueves a las doce puede resultar aburrido si tienes un reunión importante el viernes o gotea la cisterna del baño.

Se supone, simplemente, que por alguna razón que no llego a entender el amor se muere a los dos años y diez meses cuando es un buen momento para descubrir que se ha llegado a una frontera. Se supone que a partir de los 40 no nos atrevemos a vestir con colores fuertes o que siempre llevamos un paraguas cerca, por si llueve. Se supone que aquellas ilusiones que vivímos tras la muerte de Franco se han ido diluyendo fruto del tiempo, del hastío, de las hipotecas, las telenovelas y del IPC.

Y cuando me niego a pensar en las bacterias de un beso sino en la sonrisa emocionada del último como si fuera el primero algunos creen que sigo siendo un niño.

Y no quiero dejar de serlo, pero me voy haciendo irremediablemente mayor mientras ya no se reduce mi hipoteca y mi coche no corre tanto.

Quiero que me digan al oído que mi inmadurez es superlativa para mi edad.

13 de junio de 2011

Guetos comerciales y manteros.

Hace unos meses tuve un sueño: cogía unas mantas blancas, un buen montón de pendrives, un saco de ratones, unos cuantos altavoces, diez o doce portátiles, algún que otro disco duro, material variado y me ponía en la puerta de El Corte Inglés entre unos bolsos falsos de CH (Carmen Hornillos, me temo) y unas copias de Torrente4.

En unos minutos y tras el estupor general era detenido por la policía, apareciendo inmediatamente en el noticiario de Tele5 donde se suponía que mi motivación era la cabalgante crisis económica originada por la infame gestión del partido socialista. Se equivocan. La motivación era absolutamente comercial porque, al igual que quien se pone a vender las copias de los discos de Bisbal, supuse que ahí vendería más producto que en el barrio periférico donde dispongo de un local cubierto, licencia de apertura, impuestos en regla e hilo musical.

En vez de un mantero explotado por un sistema injusto se me describiría como un loco, un valiente, un ladrón o un gilipollas, dependiendo de quien lo redactase.

Yo nunca he comprado por la calle eligiendo sobre una manta, regateando y pagando como si diera una limosna. No lo he hecho porque aquello es un delito o una manera de fomentar la mendicidad y obviamente porque para mi, como para el dueño del Corte Ingles, levantar la persiana tiene un coste mayor que un trozo de tela sobre la acera ya que hay licencias de apertura, salarios, seguros sociales e impuestos indirectos. En cierta ocasión, recibiendo una llamada en alguna tertulia sobre el tema, una señora me recriminaba mi oposición a una actividad comercial fraudulenta. Le expliqué que cuando a ella le duele y va al médico ese médico se paga, en una mínima parte, con los impuestos que yo recaudo y que son mucho menores, en porcentaje, que lo que se queda el explotador que le ha dado los bolsos a la hija del peruano de turno para que vaya a la puerta del centro comercial a dar penita a los transeúntes. Me llamó, enrabietada: racista. Y colgó.

Los chinos, que saben mucho del mundo del comercio porque se pasan el día mirando y pensando, han ido comprando todos aquellos locales que la crisis, la mala gestión, la caída de precios o el hastío han ido dejando vacíos por las calles de nuestras ciudades. Los han abarrotado de producto y han descubierto que si dejan el rótulo original y contratan a una amable lugareña logran quitarse el estigma del comercio asiático de "todo a 100" que les persigue.
Los árabes, en un porcentaje aceptable, han encontrado el filón del Kebab.
Los indios venden flores a las parejas que tontean mientras yo me acabo la última cerveza.
Los negros, salvo los que van llenos de cadenas, relojes y malas copias de DVD, van al 50% con los sudamericanos entre locutorios o tiendas de telefonía barata y extrañas tiendas de alimentación que abren por las noches y están repletas de ociosos compatriotas que fuman en las puertas.
Los gitanos siguen fuertes en sus mercadillos de tres bragas a un euro.
Todo esto son ejemplos de pequeños guetos comerciales en los que parece que metemos a las razas antes de admitir que no nos importa, es más, que nos encantaría ver a un chino presidente del Banco Santander, un árabe al frente del Corte Ingles o un negro presidente del gobierno de Armenia.

Sin embargo estoy seguro que si mañana regento un Kebab, vendo rosas a gigolós de pacotilla, pongo un restaurante chino o saco las mantas de mi comercio suburbial en la puerta de El Corte Ingles sería, yo mismo, parte de la noticia del día como el hombre que muerde a un perro.

Porque hasta para ser mantero tienes que tener raza. Sería muy poco rentable intentar vender cinturones falsos con apariencia de alemán ario mientras vistes un estupendo traje de Armani que haga lucir tu perfecto afeitado delante de la manta que poses a lo largo del Paseo de Gracia hasta que lleguen los Mossos.

¿Cuantos ordenadores entrarán encima de la manta de mi cama?

12 de junio de 2011

Edificios, cuidades y abandonos

A veces te hablan los edificios llenos de gente


A veces te hablan los parques de atracciones abandonados


Y otras veces te hablan las ciudades llenas de gente que va y viene, y nunca se detiene.

10 de junio de 2011

9 de junio de 2011

Oferta y demanda de consumo democrático

Estoy seguro que alguno de los componentes de las 4500 familias que cobran pensiones de funcionarios muertos en Grecia se manifestó furibundamente contra los recortes de su gobierno. Es más, muchos de los habitantes de Islandia, paradigmas envidiados por algunos idealistas, van a su casa a sentarse delante de su televisor de 4000€ contentos y felices porque hayan logrado que su gobierno diga que ahora no está dispuesto a pagar las deudas que contrajeron sus súbditos para pagarse la segunda y la tercera vivienda.

Anoche, sentado a mi derecha, un amigo se quejaba de la sensación de estafa que le recorre el cuerpo cada día que se sienta a intentar entender la tarifa de su teléfono móvil. Aburrido por un absoluto desconocimiento del medio- nos dijo- tomó la determinación menos hábil que es llamar a Atención al Cliente donde una operadora de marcado acento sudamericano, bajo sueldo y demasiado tiempo libre tardó quince minutos en recordarle su tarifa.

"Dijo varias veces la palabra gratis y cada mes pago más"- sentenció.
"Utilizan unos argumentos y unas palabras que lo que hacen es confundirte"- añadió.

Justo a su lado un amigo experimentado en el mundo hotelero afirmaba que cuando un cliente entra por el hall pide la habitación de 30€. No le importa saber que cualquier servicio adicional tendrá un coste, que la habitación está en el sótano o que de desayuno, como mucho, le darán un par de galletas María de anteayer. Volverá a casa para decir a sus amigos que pagó 30€.

Otro puso el ejemplo de Ikea donde tú llegas, tú lo cargas, tú lo pasas por la cinta transportadora, tú lo llevas a casa, tú lo montas y ni siquiera te dan una nómina a fin de mes porque, en definitiva, en Ikea parece que el único que trabajas eres tú. Es mucho más barato que otras empresas que te lo montan en casa con una sonrisa.

Yo volví a mi sector donde parece que la informática es tan estupenda que eres más listo cuantos más gadgets seas capaz de acumular con la idea absurda que fabricarlos, venderlos y aprender a asesorar a alguien no tiene un precio y sin embargo en algún almacén lleno de cajas y personas sin conocimientos donde la impresora cuesta 2€ menos pero el cable (que no lleva) 10€ más da la sensación que puedes hackear la web de la Nasa de una forma mucho más barata.

"Ya estamos con lo de ¿Para qué necesitas el ordenador?"- me interrumpió.
"¿Para qué necesitas el teléfono?"- respondí con una pregunta al más puro estilo gallego.
"Para llamar"
"Entonces, ¿por qué tienes una tarifa de datos?"
"Porque me dijeron que era gratis y me regalaban el terminal"

Entonces aproveché para regodearme en el argumento de que, casi como la televisión que tanto criticamos, tenemos la sociedad de consumo que queremos o con la que queremos que nos engañen. Cuando, por ejemplo, un operador de telefonía descubre que consigue cobrar lo mismo (o más) entorpeciendo la capacidad de razonamiento de sus clientes a base de "gratis" o de "el primer año" sencillamente lo hace porque lo que quiere es vender y está ha demostrado que así vende más de la misma manera que con falsas promesas se obtiene mucho más éxito en un bar.

La venta es un concepto profundamente democrático donde se ofrece lo que adquiere la mayoría.

"Entonces la mayoría es tonta"- me dijo.
Yo, simplemente, hice una pausa mientras subía las cejas, encogía los hombros y le miraba.

Luego, con los postres, volvimos a hablar de los 19000 que cobran el paro teniendo trabajo en Grecia o del 24% de economia sumergida de este pais lleno de listos que les encanta que les traten como tontos mientras abarrotan los centros comerciales llamando por el móvil con tarifa de datos.

Pd: Mis ordenadores de 500€ valen 450€ en la competencia, pero si no adquieres el seguro de garantía (la garantía obligada por ley de toda la vida) de 200€ no te lo venden. En algunas web se venden a 450€ pero llevan 10€ de seguro de transporte y 50€ de portes. Yo vendo menos pero si digo 500, son 500. Tampoco hago ninguna promesa en los bares. Así me va.

8 de junio de 2011

Desde Ian Curtis hasta New Order


El dia 6 se publicó un recopilatorio titulado "Total" que va desde el negruzco y atormentado Joy Division hasta New Order, que es la banda que se fundó tras la muerte de Ian Curtis, quien se suicidió en la cocina, a sus 23 años, mientras oia el disco The Idiot de Iggy Pop. Cierto es que si yo me fuera a suicidar probablemente recordaría que la puerta de infierno esta en cierto bar de los bajos fondos bilbaínos donde una prostituta discute con su chulo mientras el camarero esnifa una raya sobre la mesa y suena insistentemente Ricky Martin. Por eso, por la edad y esa parte de mi mal llamada racionalidad nunca seré una estrella del rock

La importancia para la historia de la música del Sr Curtis no es realmente que fuera una estrella atormentada y un poco epiléptica (con dos discos en su haber) sino que significa el primer paso hacia la irrupción del punk a base de sus letras sobre el pavor existencial y el pesimismo que lo poblaba todo antes de aquellos años posteriores llenos de oropeles y Tom Cruise por todas partes que fueron los 80. Por ello, probablemente, se realizó una película titulada "Control" que pasó por nuestras pantallas sin que tuviera la atención adecuada porque Avatar y Torrente hacen lobotomías cinematográficas de bajo presupuesto.

Y fueron los 80 los años en los que sus compañeros, ya sin él y como quien pasa de la mayor de las tristezas al optimismo electrónico, se convirtieron casi en lo contrario bajo el nombre de New Order y casi como grupo precursor de Yazoo, Communards, Erasure y todos aquellos que mataron a las guitarras y pusieron de moda las hombreras.

Dicen que Ian quizá fue la evolución lógica que tenía que dar la música en la ciudad donde nunca pasaba nada, que era Macclesfield, en las afueras de Manchester allá por los pesimistas 70. Dicen que Kurt Cobain, Dave Gahan (que le versionea en este video), Robert Smith, Tom Yorke e incluso el mismo Morrisey le deben pleitesía por abrir el camino.

El caso es que, con recopilatorio o sin él, Ian Curtis ha vuelto en estos tiempos en los que algunos se regodean musicalmente en la crítica sociedad casi sin valores donde parece que, como en Macclesfield, parece que no pasa nada.

Y pasan cosas, vive Dios, aunque las estrellas del rock no vivan atormentadas ni mueran antes de tiempo, mal que nos pese por Justin B.

7 de junio de 2011

#acampadaflauta

La primera vez que di con mis huesos en una de las acampadas del 15m lo hice con la previsión de encontrarme con un grupo de idealistas con ipad, ya que conocía la existencia de un cartel que afirmaba "la revolución necesita Wifi, por favor, abran sus routers".

Sin embargo me encontré con un grupo numeroso de personas que hablaban, en la mayoría de los casos, de cambios en las leyes electorales, de leyes que pusieran límite a la banca, de exigencias sociales para los beneficios de las grandes empresas y de una necesidad de realizar cambios precisos para sentir que el sistema es de todos y no de los de siempre. Reconozco que tuve algún instante de emoción.

La segunda vez asistí a alguna comisión, como oyente, donde encontré a esas mismas personas, quizá ya de algo más de edad, hablando de la organización interna de la acampada. Hablaban de la limpieza y de los talleres que estaban planificando. Me contaban, después y orgullosos, que estaban enseñando a usar linux, que es el sistema operativo rojeras por excelencia. Me contaban que tenían prevista alguna charla sobre la utilización mediática de las noticias por los medios y que habían contactado con varias personas de renombre para ello. Eduard Punset pasó por aquel lugar y habló de los quasar.
Después de los problemas de Barcelona, y porque soy un burgués que funciona a base de incentivos periodísticos, pasé una tarde en la acampada viendo cómo se decidían las acciones a tomar en el caso de una intervención policial mientras un iluminado tomaba el micrófono para decir que los aviones que dejan rastros en el cielo lo que hacen realmente es gasearnos sin que nadie se atreviera a quitarle el micrófono mientras muchos transeuntes sonreían junto a la tienda de campaña que cambió su cartel revolucionario por "taller de masajes".

Vi un "taller de comics", de "macramé" e incluso ví a un muchacho probando malabarismos con un diávolo.

Este fin de semana volví a pasar por la acampada y empezó a recordarme a un camping. Ya no había intervenciones, casi ni indignación. Un tipo ponía un cartel pidiendo ayuda económica para la revolución y una pareja se arreglaba unas rastas mientras el tipo del diávolo ya era capaz de lanzarlo con fuerza hacia arriba y recogerlo con la cuerda como si tuviera la experiencia de cien semáforos. Los carteles se desvanecían junto a las tiendas de campaña y una parte de mi sentía la pérdida de haber notado que aquella voz que se ganó con una acampada por la democracia había derivado en una #acampadaflauta.

Supongo que hace días que llegó el momento de cambiar de estrategia, de levantar el campamento, de ponerte serio y llevar a cabo proyectos en común más allá de jurar que lo estás intentando. Si estás enamorado de la democracia no puedes estar acampado eternamente con un diávolo esperando que llegue a ti, aunque le mandes una cesta con los pepinos del huerto que hiciste junto a tu tienda.

6 de junio de 2011

La sociedad líquida

Por delante de mi trabajo pasa, casi todos los dias, un hombre delgado y mayor que anda como a saltos y se va golpeando las manos mientras dice cosas inaudibles. Sube y baja la calle, prácticamente a la misma hora, los días que no llueve.

Cuando intento volver al primer recuerdo que tengo de ella siempre activo los nervios de mi mano derecha recordando cómo pasaba desde la espalda hasta las piernas pero lo cierto es que en la primera imagen que me llega están sus piernas juntas, al borde de la cama, con las puntas de los dedos tocando la alfombra como quien está pensando saltar al vacío.

Son imágenes, sin más, que aparecen sin avisar de vez en cuando y cuando no las evoco. A veces veo pasar a aquel señor con una camisa de cuadros que le cuelga por la espalda y, a veces también, al salir de la ducha para buscar la ropa del trabajo, creo que me la voy a encontrar recogiendo las prendas del suelo, despistada, poniendo la mirada justa que dice que la acerque a su casa, como si yo hubiera sido un evento de una red social en decadencia.

Dicen que uno de cada 9 vascos no tiene amigos si definimos como amigo a uno de los de verdad, de los que aún te habla después de conocerte y de aquellos que se quedan debajo de tu casa para recogerte los días que necesitas que te recojan, porque alguna vez nos caemos todos. Dicen que son las zonas urbanas donde, como si fuera una broma de mal gusto, se vive la "sociedad líquida", que es aquella donde tienes mil personas a tu alrededor y pones el campo de fuerza de tus auriculares o de ese móvil que mira ansiosamente aquel perfil o aquellos correos para dejar distancia entre quien puede estar a tu lado o aquellos que crees que son tus amigos de verdad porque no te dan los problemas de la gente que es capaz de tocarte. Lo definieron, hace más de 10 años como el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos.


En el año 2002, pasando desapercibida como casi todo lo que merece la pena, Santi Campos publicaba esta letra: Aprenderé a no reír, a no escuchar, a no sentir. Conseguiré no disfrutar pensar muy bien como mentir. Llevabas la razón al decir que pensar es lo mismo que sentir, aunque no es tan divertido. Contemplar como se aja la piel y mis ganas de correr aun me dicen que estoy vivo, y no lo se. Aprenderé a no reír, como si esto fuera el fin y a esconderme. A no vivir. Conseguiré no reventar como una copa de gas. Me olvidare de imaginar.Con lo cuerdo que soy no se bien si al final algún día explotare y todo sera distinto. Y al final me venció el no saber nunca en que lugar estoy. Me preguntan por qué sigo y no lo se. Aprenderé a no reir, a no escuchar, a no sentir y a esconderme. A no vivir.

Y es un manual con forma de canción para ser el rey de la sociedad líquida, que, como si fuera un sistema electoral que no comparto pero que me influye cada vez que salgo a la calle, me hace recordar aquellas cosas sencillas, compuestas de besos y abrazos, que volvimos complicadas mientras mañana, si no llueve, bajará la calle espantando fantasmas con las manos un hombre delgado, bajito y mayor que anda como a saltos.