Hace más o menos 25 años la inmensa mayoría de los jóvenes se movilizaron hasta que apareció el Cojo Manteca.
Ahora, como en casi todas las movilizaciones, son los jóvenes los que se han ido movilizando. Democracia, una sociedad justa, amor fraternal y todas aquellas reivindicaciones han vuelto a tener lugar en el injusto, carente de valores, poco democrático y apestosamente corrupto momento en el que vivimos. Resultó maravilloso ver cómo aquello que asociamos a la modernidad y al medio que utilizamos para quedar con nuestros amigos para tomar unas cañas sin tener que llamar desde el teléfono del pasillo, que es desde donde lo hacían aquellos de la revolución del 87, fue nuestro medio de comunicación por excelencia.
Fue nuestro twitter, nuestro facebook y un poco de nuestro tuenti lo que nos unió en nuestras plazas llenando el aire de cierto olorcillo a esperanza, que no Aguirre. Alguno incluso cambió su foto de perfil sin camiseta de Badoo con el logo de TomalaCalle y se quedó sin ligar una semana porque ya se sabe que no hay mucho sexo para los gafapastas en los aparcamientos de coches tunning, sobre todo si no están ciclados.
Después llegaron algunos desaprensivos que descubrieron que aquello era una manera de hacer más ruido y de pasar de sentarse en una acera con las manos arriba a quedarse con el pensamiento plano de creer que todos los que simbolizan un poco de poder son reencarnaciones del demonio en la tierra. El mismo pensamiento plano que considera que el obrero despedido implica un patrón colgado o que un banquero nació para hacer el mal o un diputado para corromperse. Se zarandea a políticos, se va a perseguir a algún alcalde cuando saca al perro y se impide que el gobierno democráticamente elegido tome las decisiones que considere convenientes, porque para eso lo eligió la mayoría, hasta con la ley electoral que nos castiga. Incluso algún medio se hace eco de que le han intentado robar el perro lazarillo a un diputado de CiU. Pero como las convocatorias son por internet algún retrógrado cree que son las mismas personas como si sólamente unos pocos tuvieran acceso a la red.
En el caso que aparezca ahora el Cojo Manteca del siglo XXI me decepcionaré descubriendo cómo aprendimos poco desde hace 24 años y será la excusa para que otros terminen por pensar que, en el fondo, solamente había violencia contenida disfrazada de acampadas cuando las acampadas nunca fueron esto (y nadie recuerde cómo soportaban porrazos hace unos dias sin lanzar una sola piedra).
Yo pensaba, sinceramente, que algo habíamos mejorado pero en vez de "a río revuelto ganancia de pescadores" podríamos decir que a "sociedad de tuertos cojos ganancia de gilipollas."
Dan ganas de liarse a hostias, los problemas son dos: que no se a quien dar primero y que la revolución no era eso, aunque se convoque por fb. Será que los que nos hicieron ilusionar aquellos primeros dias se han ido a trabajar a Alemania o a poblar las largas colas del paro.
Pd: El Cojo Manteca murió con el tsunami del Sida que, para el que no lo sepa es el acrónimo de Sacala Inmediatamente de Ahí.
1 comentario:
Esta vez no ha sido el cojo ni una minoría de violentos los que han reventado la fiesta, le hermosa idea de “Aturem el Parlament” a sido apoyada por el movimiento acampadabcn. Ha sido la deriva del movimiento (al menos el de Barcelona) y lo de “Aturem el Parlament” ha sido la peor idea que ha tenido hasta el momento, y mira que buenas tampoco ha tenido muchas.
Ya se les veía maneras. Hacer asambleas en lugares emblemáticos es una actitud de interés por la política que puede ser hasta saludable, pero acampar en el espacio público, con las consiguientes molestias a ciudadanos, visitantes y comerciantes es abiertamente incívico. Da pena ver el césped y las flores de la Plaza de Cataluña arrasados, pisoteados por campistas y sus tiendas, levantados para plantar verduras y hortalizas a modo de huerto urbano.
De la ilusión inicial que levantó en algunos, el movimiento va pasando por el agotamiento en su propia ineficacia y actitudes cada vez menos cívicas y de abierto boicot a la democracia. Tal vez no les guste nuestra democracia, seguramente es mejorable, seguramente debe ser reformada, pero por lo menos que la respeten que es la única que tenemos.
Seamos conscientes de que en este momento nuestra democracia y la relativa prosperidad o precariedad en la que vivimos es frágil. Podemos y debemos hacer cambios y reformas en el barco, pero si lo zarandeamos demasiado el barco se puede volcar con todos los que vamos dentro:
http://www.fedeablogs.net/economia/?p=12451
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