Mal dia para buscar
30 de noviembre de 2024
El subsecretario y los ovnis.
29 de noviembre de 2024
María y el NPC camino de las olimpiadas.
- Hola, guapo. ¿Tú qué eres?
- Sanitario.
- Y yo Piscis, somos SUPER compatibles.
Podría ser un chiste pero hay gente así. Curiosamente la parte del sofá social que les toca suele ser la buena porque molestan, pero poco. A todos nos reconforta, si lo pensamos bien, la gente supuestamente más tonta que nosotros. Hemos desarrollado un cariño especial por el payaso que se tropieza, por el coyote que siempre se equivoca y por la tertuliana torpe a la que atendemos para saber cual va a ser la próxima barbaridad que se le escape. No conozco a nadie que le caiga bien el correcaminos. De pequeños aprendimos a odiar al resabiado niño que sacaba mejores notas y a sentir la calma casi paternalista de jugar contra alguien que sabíamos que íbamos a ganar con facilidad.
Existen demasiados estudios que demuestran que los mediocres lo tienen más fácil para triunfar. Serán segundos, si, pero segundo es más que no ser nada. Conozco a personas importantes que tienen, quizá sin darse cuenta, la norma no escrita de disponer en su equipo próximo de personas que no están capacitadas para hacer su trabajo. Una vez quedamos con María ( nombre ficticio). María nos estaba utilizando de cobertura con una cita que había conocido en redes. Un chico apuesto, no lo niego. Limpio, seguramente. Servicial, si. ¿Tonto?. Algo fuera de lo común. No de que se le cayera la baba o que hablase como si tuviera el cerebro como un queso de gruyere, que es como lo hacen los que han sido porreros de los 13 a los 30. Tonto de tener ganas de que no hable porque en varias horas aportó cero a las conversaciones. De pensar, sinceramente, que era eso que llaman NPC: un personaje no jugable. Un tipo de esos que salen en un videojuego para rellenar con el que no pasa nada, no aporta nada a la historia y ni siquiera da puntos. Maria, lo reconozco, hablaba con nosotros y se reía de nuestros chistes mientras él iba a por las siguientes cervezas. Supongo que le miraba el culo de reojo y tampoco la voy a juzgar porque se fuera al hotel con él. Ya he dicho que era un hombre limpio y servicial. Eso, para una noche loca, es bastante positivo. A ella se le puede definir como encantadora, positiva, con criterio y ciertamente atractiva. En mi clasista concepción de las personas se situaba muy por encima de aquel hombre e incluso llegué a pensar que él era un tipo afortunado porque alguien como ella se hubiese fijado atentamente en el. A veces nos apetece una pachanga deportiva con la calma paternalista de saber que solamente podemos ganar.
Hace una semana me dijeron que han tenido un hijo. Él lo dejó todo y se fue a vivir con ella. Que están muy enamorados y se les ve contentos. "¿Ella también?"- pregunté. "Claro"- me contestaron- "ya llevan cuatro o cinco años juntos". Así que pensé en la discusión aquella que se basa en considerar si las parejas han de ser similares o diferentes. Si acaso las diferentes son complementarias y llegan a la virtud del punto medio. Si, quizá, hay parejas que están destinadas al fracaso porque no puede haber dos alfas en la misma casa.
Siempre pensé que una pareja es el compañero de equipo con el que puedes ir a las olimpiadas de la vida con alguna posibilidad de medalla, que en los partidos de dobles sabes que va a cubrir perfectamente su espacio y eso te tranquiliza. Probablemente María juega bien al tenis y le vale con alguien que recoja las pelotas y se las acerque con una sonrisa. Yo ya no tengo edad para estar en la ATP.
En la sociedad que vivimos pasa algo similar. Vi a uno de mis compañeros de colegio en el periódico. Es un alto cargo político. Al cerrar los ojos le vi en el recreo. Era el tipo que siempre acompañaba a alguien más brillante que él. Nunca llamaba la atención, casi como un NPC. Pero ahí estaba: dispuesto, servicial y seguramente limpio. Y ahora es vice"algo". Después me crucé con otro compañero. Si cierro los ojos lo recuerdo brillante, entusiasmado con algo, pensando en cómo hacer algo nuevo. En la carrera consideraba la manera en que cada nueva enseñanza pudiera ser aplicada y leía de forma incesante sobre cualquier cosa. Me contó que vive en una isla, con un pequeño taller donde hace experimentos y se gana la vida haciendo reparaciones y dando clases. Te sonríe con la misma expresión de ilusión que tenía entonces, pero con más de 50, esperando el instante en que llegue su gran momento. Resulta hasta agotador cuando te empieza a hablar de sus proyectos.
Y en esta sociedad infame que desprecia la meritocracia y la ilusión, esta misma sociedad donde el 60% de los jóvenes sueñan con ser funcionarios (porque creen que lo mejor es trabajar poco y asegurar un sueldo que paguen los impuestos de los demás), esta sociedad que es como María, quiere ser un NPC feliz en vez de esforzarse por ganar una medalla en los dobles olímpicos.
21 de noviembre de 2024
Guerra y naturaleza humana
A veces aparecen noticias que se leen de soslayo pero dan una dimensión diferente a la realidad. Las guerras, como escenarios extremos de la "convivencia" humana, poseen datos que hacen chocar la realidad y lo que creemos que es la realidad.
Sin entrar en más o menos detalles Ucrania es un pais pegadito a Rusia que pensaban los rusos que se iban a ventilar en un par de semanas ( y llevan 1000 días). Así que por imposición o por un deber nacional supuesto, los seres humanos normales y corrientes se han cargado un fusil a la espalda y se han puesto a luchar como posesos unos contra otros. Hemos asistido, ya casi sin sorprendernos por ello, a imágenes de familias embutidas en abrigos entrando en refugios sin saber si acaso podrán salir y de contingentes militares a ambos lados del frente parapetados tras ruinas bombardeadas.
Es ahí, cuando se enquista la situación y se pasan horas, cuando algunas noticias nos demuestran que somos humanos. La primera que oí fue una en la que la inteligencia rusa ( creo) había puesto en marcha un montón de perfiles de mujeres disponibles y atractivas que chateaban en redes. Su objetivo era seducir a los militares del bando contrario y aprovechar la geolocalización que da la logística sexual de dicha aplicación para triangular su posición y dar con los cuarteles del enemigo. No he de decir que tuvo éxito.
Por otra parte hace pocas semanas se supo que una gran cantidad de militares de la férrea Corea del Norte se habían desplazado a la zona para combatir. La noticia, en este caso, es que los coreanos ( del norte) habían descubierto el porno en sus móviles y se estaban quedando picuetos llegando , incluso, a renegar de combatir y abandonando en masa la lucha. No vas a defender a un pais que no conoces cuando te puedes quedar bizco pelándotela en el Dombas después de haber descubierto que el mundo fuera de tu país es mucho más entretenido y hedonista, incluso en guerra.
En el otro gran conflicto armado no se quedan lejos. Los judíos ( que son muy listos) detectaron un cuartel terrorista bajo un hospital. En ese caso no se liaron a misilazos contra el edificio sino que hicieron un sutil comunicado público comentando que en ese lugar, con tal y cuales coordenadas exactas, se almacenaba una inmensa cantidad de oro y dinero. Indicaban a la pobrisima población de la zona que la manera de salir de esa situación de completa penuria era tan fácil como ir y cogerlo.
Las tres noticias, absolutamente ciertas, nos dejan claro que podemos ser grandes patriotas y acérrimos militares pero por encima de todo seguimos siendo humanos. Pasa lo mismo que con la informática: la manera de robarte los datos es engañarte y para eso usaré las debilidades que sé que tienes como humano. (No en vano en España se acabó con Podemos dejando que les cayera una buena cantidad de pasta que trincaron con ganas hasta convertirse en lo que habían venido a derrocar y en ridículos ejemplos de tuiteros de ropa cool con un copazo en la mano y entradas para el rock in Rio. Ya se sabe que algunos han crecido y van por el mundo de transgresores porque hablan de justicia social y llevan una imagen del Che tatuada en la nalga, aunque matarían por un loft con suelo radiante en el centro). Siempre habrá alguien que pulsará en el botón de "te ha tocado un premio". No hay grandes diferencias entres las escenas de 1959 de "Los Tramposos" y los correos de spam con un "pulsa aquí".
Skynet ya decidió que somos nosotros los que fallamos en el sistema.
Pd:
La noticia de los perfiles en Tinder
14 de noviembre de 2024
Desde Clapton hasta la gestión de la frustración.
Cuentan que Clapton era un trabajador de la música, que estudiaba y probaba una y otra vez hasta dar con el sonido adecuado. Es más, dicen que con los Yardbirds no era más que un acompañante pero que su esfuerzo y dedicación, así como la influencia de John Myall, le levó a alcanzar el éxito con el llamado supergrupo Cream allá por el año 1966 y definiendo ese sonido que le marcaría como uno de los más grandes guitarristas de la historia.
7 de noviembre de 2024
¿Es lícito que te ayude un supuesto facha?
Nunca encontré el libro "¿es lícito matar a un fascista?" aunque siempre me parece una pregunta que guardar para rematar las discusiones con algunos.
Mantengo la teoría, quizá equivocada, en la que antes de ser obispo hay que pasar por fraile. Estoy seguro que no es el refrán correcto. Una de las cosas de las que carece la carrera universitaria es la capacidad de práctica. Defiendo la argumentación obvia que es imposible diseñar un destornillador si jamás has usado uno. Tengo una conocida, profesora universitaria de primer rango, que enseña a diseñar motocicletas. Un día le dije que podríamos ir con la moto a dar una vuelta y me respondió: "no, que me dan miedo". "Además, ni siquiera tengo carnet". Curiosamente parte de su trabajo consiste en emitir críticas sesudas y firmadas por su titulación sobre las motos de los demás.
Si algo ha capturado como propio parte de la juventud respecto de los jubilados es la capacidad de crítica delante de una obra. Sin embargo, al contrario de los jubilados, a algunos les importa más si un día un obrero le miró el culo a la vecina o si tuvo un amigo franquista que si hace su trabajo correctamente. Es más, si para salvar la vida a tu hijo enfermo localizas al único cirujano del mundo que lo puede salvar pero ese señor ha votado mal, no deberías salvar la vida de tu hijo. Será que ( utilizando un argumento idéntico) si caminando con maricas te vuelves gay, tratando con fachas te vuelves nazi. Así que mientras estás trabajando en la obra dispones de un grupo de jubilados diciendo que lo haces mal y una bandada de moralistas tuiteros llamándote fascista.
Todo eso, visto desde fuera, es hasta gracioso por lo ridículo. El problema es cuando la obra tiene que ver con los desagües de tu casa, o si te tienes que quedar sin luz hasta que terminen. En realidad lo que quieres es que acaben y te da exactamente lo mismo si lo hace uno que viola a gatos los martes. Vivimos en una sociedad en la que te puedes quedar sin luz en casa porque una asociación de defensa de la sexualidad gatuna denuncia al electricista porque un felino le tiene miedo. Si, mirando por tus intereses, pides que te den la luz tendrás a un grupo apedreándote porque te has convertido, sin saberlo, en un violador de gatos. Entonces valoras el riesgo de acabar en la cárcel de zoofílicos con la pena de pasar un curso de consideración sexual y tolerancia animal cuando lo único que deseabas es tener luz.
Las hordas saben perfectamente que su poder intimidatorio no está en la razón sino en el ruido, en la creación de una barrera con pinchos entre "buenos y malos", y en la utilización extrema de los silogismos.
Pero lo que pasa es que un día te quedas sin luz, o se te inunda la casa, o no tienes qué comer y cuando te acercan un bocata aparecen por detrás a tirarte piedras porque el ganadero que da de comer a los cerdos también tiene toros de lidia. Se te hinchan los cojones y te vas a los toros. Que a ti los toros te la pelan, pero les van a dar mucho por el culo.
Porque es muy diferente hacer que sentarse en casa, con una cerveza artesanal delante del ordenador y criticar alocadamente lo mal que lo hacen los demás y lo que se contagia la errónea manera de pensar.
Es como montar en moto, hay que caerse. Yo conozco a alguien que no se ha subido nunca pero vive de explicar la manera de hacerlo, hasta que un día tenga que subirse en una. También es verdad que hasta que no tienes el dato de su incompetencia, quieres creer que tiene razón.
(Es una metáfora basada en hechos reales, incluída la inundación)