El sabado, a esas horas en las que dormir sin medicación es casi un triunfo, el Yoyas decía en La Noria que si analizamos con tranquilidad el desorden de los acontecimientos el mundo, tal y como lo conocemos, es probable que se acabe el 2012. Lo razonaba, para su argumentación, analizando que tal y como van las cosas es bastante aceptable asumir la idea que ese liderazgo intelectual europeo existente desde hace demasiados siglos estaba desmoronándose a favor de las ideas árabes y el dinero chino.
Razón no le falta después de ver a Angela Merkel pidiendo dinero en China y a los países árabes haciendo uso de la democracia para dar el voto a las ideas más islámicas.
El problema es que lo dice el Yoyas.
Al Yoyas le pasa lo mismo, salvando las distancias, que a Ramoncín cuando empezo a hablar en TVE hace muchos años: que nadie suponía que podría decir algo con cierto sentido. A Ramoncín le dieron el Lingo y un puestecito en la SGAE y al Yoyas, quizá por su manera de decir las cosas, le van llevando de plató en plató para caldear el ambiente porque quizá, aunque emplee un razonamiento aceptable, ese dominio exagerado del argot y alargar como nadie la sílaba final del último improperio, le pierde.
Pero eso no quita que en algunas ocasiones sea la voz y la desfachatez que a muchos nos falta en algunas ocasiones. Muchas veces, incluso, aquel macarra al que echaron de gran hermano por amenazar a la que sigue siendo su esposa, demuestra, en el poso de su mensaje, una gran verdad explicada con la lógica del sentido común. "La televisión funciona bien cuando coges una mierda y la envuelves en papel de regalo". "Una cosa es el coño y otra el corazon aunque a algunas les lata el coño y les huela el corazon". "Voy a la tele y me lo llevo calentito". Son verdades que sabe todo el que pertenece al medio y que se agradece oir a quien las admita por mucho que Matias Prats o la Campos nunca hayan sido tan francos sinceros.
Pero pasaran años hasta que alguno lleve al Yoyas a un programa serio de la2 para ver una cara a cara entre Punset y él mismo como si fuera una lucha fratricida entre la calle más científica y la ciencia acercada a la calle. Y es una pena.
Porque si suponemos que nuestro mundo intelectual, económico y global se acaba este 2012 porque los árabes y los chinos van a ser el referente que marcará el nuevo camino... el Yoyas tiene razón.
Don Carlos Navarro, para los demás.
1 comentario:
Bueno, la referencia al señor Punset ya ha perdido el aura que lo acompañaba desde que anuncia pan (vamos, que también se lo lleva calentito).
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