Mal dia para buscar

12 de noviembre de 2011

Joan Antoní Melé (en 3 actos)

Os dejo una charla de Joan Antoní Melé, subdirector de uno de esos bancos que miran por la bondad humana, dividida en 3 partes. Merece la pena.




En realidad la banca ética, como la ética aplicada a cualquier cosa en general, tiene ese regustillo a bondad y a "lo que debería de ser" que te altera, te enfada y te molesta de una manera irracional cuando descubres que aquellos que transgreden las normas lógicas de la convivencia son los que, mientras conducen un deportivo y se la chupa una tipa con las tetas operadas, parecen triunfar porque hemos puesto los límites del triunfo en lugares equivocados.

También es verdad que las grandes compañías han jugado tantas veces la carta publicitaria de la ecología y la felicidad, la bondad y la igualdad que este tipo de proclamas basadas en la bondad intrínseca del ser humano no pueden hacer más que ponerte las orejas tiesas como un perro de caza cada vez que te van contando algo que suena similar a lo que te vende CocaCola, Nike, Apple o Iberdrola.

Tampoco quiero poner en duda que este tipo de banca no sea diferente a la egoista banca convencional (espejo de nuestro egoísmo) de la misma forma que me gusta pensar que los productos ecológicos son realmente ecológicos y que las ropas de comercio justo no utilizan a niños sin zapatos para hacerte las zapatillas de deporte o las gorras que tapan la cara de los muchachos a los que para la Guardia Civil en los controles de alcoholemia a la puerta de los locales de moda de las afueras de Parla.

En aquel mundo en el que nos gustaría vivir pero que rebasamos de vez en cuando, que son todas esas veces que se nos olvidan los detalles de aquello que sustenta nuestro primer mundo, nuestros gin tonics y el precio de los preservativos, me siguen diciendo que es posible.

La única diferencia que tengo con algunos indignados es que considero que nos va a llevar más tiempo del que me gustaría y que, como casi todo, no depende tanto de lo que queramos (porque buenas intenciones tenemos todos) sino de nuestra manera real de actuar.

Y en los tiempos que vivimos, como si fuera una oferta sexual de aquellas que no se repiten en la vida, es complicado ser fiel a todas aquellas cosas que se basan en los principios, pero por algo hay que empezar.

Los estudios afirman que en España se va a gastar, estas navidades, más que nunca. Espero que el consumo sea racional. Resultaría un bonito regalo de navidad ver cómo gastas en la tienda de tu vecino, en los productos perfectamente manufacturados de la fábrica de la ciudad cercana o en aquellos elementos que hacen que el mundo vaya girando hacia el camino que debe y no hacia el que va girando tendenciosamente desde hace demasiado tiempo.

Pd: yo he empezado dejando de consumir en locales sospechosamente asiáticos que incumplen los horarios de apertura, donde te atiende un menor de edad y la calidad salió por la puerta, asustada, antes de que llegaras. Es mi manera de actuar quizá porque prefiero que los menores estudien y que la calidad sea una premisa en el mundo del comercio.

1 comentario:

pesimistas existenciales dijo...

lo siento, es el post de mañana. (se me escapo. hoy es 11. Lo que hace el insomnio)