Teniendo en cuenta la manera en la que va creciendo la población mundial el año que viene seremos 7 mil millones de personas sobre el planeta.
Cada uno de esos 7 mil millones tendremos nuestros sueños y nuestros deseos cumplidos e incumplidos. Cada uno, sentados en nuestra casa antes de meternos en nuestra cama, soñaremos con nuestro futuro y nuestro pasado, intentaremos ser más justos y nos propondremos diferentes cosas para mañana. Unos se preocuparán por el bien mundial y hablarán de la necesidad de la producción de alimentos. Otros decidirán abandonar el campo para marchar con sus familias hacia alguna megaciudad mal desarrollada y otros querrán buscar la tranquilidad del campo mientras esperan que la conexión a Internet les mantenga unidos al mundo real, aunque sea de una forma 2.0. Existirán aquellos que se levanten por la mañana para consultar el facebook y el correo en vez de querer encontrarse abrazados a relaciones reales y quienes piensen que el próximo día será el mágico momento en que les cambie la vida hacia el camino que se merecen. Unos soñarán con su trabajo perfecto. Otros con su próximo robo o con su próximo triunfo. Algunos simplemente esperarán llegar vivos a la siguiente noche mientras un hombre adulto se ríe pensando si será capaz de recordar mañana la posición que adoptó justo antes de domirse.
Un grupo de señoras sueña con encontrar la prenda perfecta en las rebajas. Una mujer quiere cruzarse con el doble de Burt Lancaster por la calle y un buen amigo ansía que la próxima tenga las piernas suficientemente largas como para que le agarre en la cama.
7 de enero: 7 mil millones. Ni siquiera sé si tendremos sueños para todos.
4 comentarios:
mis sueños estan en stand by y solamente deseo estar bien lo cual es muy egoista ya que de todos esos millones hay muchos niños que no tienen ni tan siguiera un techo.
me importa una mierda los sueños y desvelos de todos los que me rodean sin rozarme. A estas alturas del juego este mundo de mierda sólo distingue entre ricos y pobres, entre las personas que pueden disponer y la chusma que los acosa. Y ahora nos queda esos remilgos de pensar en los demás mientras con nuestros diezmos engordan unos pocos. Lo triste es que lo que nos viene es el hombre lobo para el hombre y debemos prepararnos. Los ricos ya se han asegurado su supervivencia y mientras nos pretenden igualar a todos para poder disponer de nosotros como deseen.
Me gusta cuando te pones poético.
Biquiños.
gracias, Larisa. Es infructuoso pero no lo puedo evitar
Publicar un comentario