Hay días en los que te sientas con el desayuno y el periódico y pasan por tus ojos noticias que llenan el tiempo de cifras que ya no resultan espectaculares. Nintendo ha perdido 402 millones de euros. El Banco Santander ha ganado 1604 millones.Seat ha perdido 29 millones de euros. Us Airways perdió 114 millones ($) el año pasado pero ahora lleva ganados 48. Por supuesto, con el dinero de Apple se podrían llenar 50 piscinas olímpicas. Luego voy a mi trabajo y me tengo que pegar con una señora que considera que 30€ es un precio abusivo. Más tarde llego a mi casa y me escandalizo con los 45€ que me cobran cada mes por conectarme a internet y en la reunión de vecinos criticamos con furiosa cólera a aquel que lleva tres meses sin pagar la comunidad, que son, sumando, 150€.
Desafortunadamente la empresa de pequeño desarrollo en la que se ha convertido mi vida es un espejismo con lo que se viene a considerar que son las compañías de las que se habla en televisión. Cien euros (para mi) de pérdida es un fracaso comparable con la entrada en recesión de una potencia económica mundial. Miles de millones de beneficio es, en mi caso, que me encuentre un billete de 20€ abandonado en un bolsillo o que, incluso, me pudiera sentir reconfortado por una mirada de afecto en la distancia de una atractiva mujer de piernas largas y ojos cómplices.
En realidad las relaciones humanas siempre tienen ese componente comercial que tan poco las dignifica.
Puedes hacerte el listo y el ocurrente, invertir en un par de copas y mentir haciendo que tu vida parezca lo suficientemente atractiva como para lograr beneficios que quizá pudieran llegar a ser parte de tu activo circulante. Puedes caer en recesión, que es lo que sucede cuando juegan a los médicos contigo (y te tienen un año en lista de espera) o irte directamente a la bancarrota en el momento en el que te van abandonando, una tras otra, todas aquellas que creyeron en tus avales. Ella, si lo vemos como una inversión igualitaria, puede elevar el pecho, arreglarse el pelo, ponerse esos tacones que la hacen andar moviendo sensualmente su trasero e incluso puede dejar caer una pequeña (o grande) insinuación sexual para terminar haciendo gala de su moderna visión del mundo y recuperarla en ese instante en el que recoge la ropa para volverse a su casa. Su recesión es el día que termina con el perdedor, cuando no puede dejar de pensar en el último al que abandonó en, aquel momento en el que sufre lo que es no merecer un gatillazo o cuando se queda sola en medio de una fiesta sin saber con que mano sujetar la copa que la emborrache definitivamente. Las mujeres nunca entran en bacarrota, si hablamos de empresas relacionales.
Es cierto que las grandes empresas se caracterizan por la capacidad innata de subir y bajar en la montaña rusa de los éxitos y los fracasos económicos que llenan los titulares.
Los seres humanos menos brillantes vivimos en una pequeña onda que nos lleva de los mini triunfos a los mini fracasos y, algunas veces, me encantaría poder vivir en ese vaivén que me haga ganar miles hoy, perder millones mañana y actuar como si no nos preocupara. Ganarla esta noche, perderla de madrugada, recuperarla en su versión mejorada la semana que viene, el mes que viene o el semestre que viene, que nos amáramos cuatro noches seguidas, que se fuera de un portazo y nos reencontráramos tirando la ropa por el pasillo, viviendo en nuestra saliva y terminar, después del esfuerzo que requiere acometer un sueño, siendo una gran empresa de dos, quizá con filiales (de figlio (it))
Y, sin embargo, preocuparse demasiado dicen que es señal de inteligencia.
1 comentario:
Lo mejor de el pasado,es que ya paso.Lo mejor de el presente,es que esta pasando,y lo mejor de el futuro creo que es la incógnita...Me pregunto porque hablas de amor pasado,si lo mejor es que ya paso,porque no vives tu presente si esta pasando,y porque no hablas de ese amor que esperas,si lo pasado pasó,el presente esta pasando y el futuro esta sin escribir.También me gustaria decir que no importa ganar o perder en el camino,lo impotante es llegar donde se quiere.Y creo que un buen destino es que dos personas se encuentren ,cuando ni siquiera se estan buscando.
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