Considero que al igual que con la vivienda y debido al profundo interés que tiene el gobierno por la generación espontánea de contribuyentes han de existir las “Parejas de protección oficial”:
Es sencillo. Solamente hay que extrapolar el manido concepto de “Pisos de protección oficial” al campo de la pareja. Para tener una vivienda hay que ganar dinero, pero no mucho. Entonces entramos a formar parte de un concurso público en el que se sortean las viviendas para que no exista problema, pero siempre hay alguien recomendado. Después esas viviendas hay que pagarlas con unos créditos blandos y no se puede vender en, al menos, quince años. Bien. Es fácil. Para acceder a una pareja de protección oficial hay que haber follado, pero no mucho. Pongamos que entre cinco y veinte veces el año anterior. ¿Cómo demostrarlo?. Eso es complejo porque debemos de buscar algo que no coja olor. ¿Acaso fotografías?. No sé yo si es la opción correcta. Supongo que ese detalle se le podrá ocurrir a un burócrata con imaginación. Se supone que cumplimos esos requisitos. Bien, pasamos al sorteo. Me imagino, en un gran pabellón municipal, a los que optan a las parejas con su número en la mano, como un nuevo sorteo de lotería. Puedo ver a las parejas en bañador sobre la cancha, como un mercado de carne al estilo "Miss&Mister Proteccion 2003". -Que no me toque la número ocho, que no me toque- puede que diga alguno, porque siempre hay preferencias. El señor notario canta: “la número ocho: una estupenda joven con sus estudios finalizados. Gusta de la comida italiana y es una estupenda amante y abogada”. Saca una bola del otro bombo. “El 7683”. Y hay un joven en la grada que grita con cara de sorpresa “!Yo!”. Después bajará para que le tomen los datos. Las más guapas ya estaban asignadas porque corrupción existe en todos los sitios, hasta en esta sociedad de risa.
Una vez que te asignan una pareja de protección tienes que cumplir los requisitos. Estos son: cumplir al menos dos veces al mes y no divorciarte al menos en quince años. Existe una cláusula en la cual se indica que si tenéis un segundo hijo ya se ha cumplido y pasa a ser una pareja libre.
No es tan mala idea. Peores engendros ha generado la sociedad moderna.
Es sencillo. Solamente hay que extrapolar el manido concepto de “Pisos de protección oficial” al campo de la pareja. Para tener una vivienda hay que ganar dinero, pero no mucho. Entonces entramos a formar parte de un concurso público en el que se sortean las viviendas para que no exista problema, pero siempre hay alguien recomendado. Después esas viviendas hay que pagarlas con unos créditos blandos y no se puede vender en, al menos, quince años. Bien. Es fácil. Para acceder a una pareja de protección oficial hay que haber follado, pero no mucho. Pongamos que entre cinco y veinte veces el año anterior. ¿Cómo demostrarlo?. Eso es complejo porque debemos de buscar algo que no coja olor. ¿Acaso fotografías?. No sé yo si es la opción correcta. Supongo que ese detalle se le podrá ocurrir a un burócrata con imaginación. Se supone que cumplimos esos requisitos. Bien, pasamos al sorteo. Me imagino, en un gran pabellón municipal, a los que optan a las parejas con su número en la mano, como un nuevo sorteo de lotería. Puedo ver a las parejas en bañador sobre la cancha, como un mercado de carne al estilo "Miss&Mister Proteccion 2003". -Que no me toque la número ocho, que no me toque- puede que diga alguno, porque siempre hay preferencias. El señor notario canta: “la número ocho: una estupenda joven con sus estudios finalizados. Gusta de la comida italiana y es una estupenda amante y abogada”. Saca una bola del otro bombo. “El 7683”. Y hay un joven en la grada que grita con cara de sorpresa “!Yo!”. Después bajará para que le tomen los datos. Las más guapas ya estaban asignadas porque corrupción existe en todos los sitios, hasta en esta sociedad de risa.
Una vez que te asignan una pareja de protección tienes que cumplir los requisitos. Estos son: cumplir al menos dos veces al mes y no divorciarte al menos en quince años. Existe una cláusula en la cual se indica que si tenéis un segundo hijo ya se ha cumplido y pasa a ser una pareja libre.
No es tan mala idea. Peores engendros ha generado la sociedad moderna.
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