Mal dia para buscar

26 de agosto de 2024

53

Ultimamente me atormenta una tontería en forma de símil.

Imagina que eres un fabricante de hombreras. Montas una fábrica. Inviertes y arriesgas tu dinero y sueños en hombreras. En realidad es un producto más. Insulso, que normalmente pasa desapercibido, poco visible a la vista e incluso algo que, una vez acabada la raza humana, no será recordado si nos descubren civilizaciones alienígenas. Puede que descubran los motores de combustión, las grandes construcciones, quizá parte de nuestra tecnología o incluso los avances científicos que nos hicieron ser los reyes del planeta. Puede que, si lo hacen bien, conozcan a nuestros grandes artistas y pensadores. Quizá descubran a las figuras deportivas como quien encuentra un tótem en la campiña escocesa. Pero es muy complicado que se topen con las hombreras.

Y sí que es verdad que durante un breve periodo del tiempo, allá entre el final de los 80 y unos pocos años de los 90 estuvieron de moda y eran cool. Molaban. Estaba bien que se notara que las teníamos e incluso fueron unos años boyantes para la empresa pero, como todo en la vida, fue efímero. Como la juventud.

Así que hoy, que cumplo 53, iré a mi modesta fábrica de hombreras y me empeñaré en seguir empresarialmente vivo porque siempre hay alguien que necesita una hombrera. Me sentaré en algún momento del día a recordar lo que fueron los años dorados y querré pensar que no hay ningún motivo para pensar que puedan volver, aunque de otra forma. Y si no vuelven, pues no vuelven. 

A veces no es la labor, sino la trayectoria. Y seguir. Del legado deberían de encargarse los arqueólogos de las civilizaciones que nos estudien.

Tampoco me importa que en los libros de historia se hable de las hombreras. O de mi, aunque sé que, como un replicante barato, es más improbable que lo que me contaron que iba a ser durante aquellos años en los que, hinchazo como una americana con hombreras, entraba en los bares haciendo el ridículo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora lo chic es una prenda que pase por alto los hombros y sea oversize. Quién no pareció alguna vez un jugador de rugby en los 80! ;) ;). Feliz Cumpleaños