Peter McIndoe lo lleva advirtiendo desde 2017. Los pájaros fueron exterminados por el gobierno de los estados unidos para ir sustituyendo su presencia por una serie de robots que nos vigilan. Las pruebas son claras: son drones con cámaras que se recargan en los cables de alta tensión ( motivo por el cual no se fríen al hacerlo). Además, las palomas en las ciudades siempre son grandes y no se ven pichones, prueba más que clara de su creación por parte de técnicos disfrazados de ornitólogos. Cuando un "pájaro" de estos te caga en el coche resulta desastroso para la pintura porque lo que expulsan es el ácido de las baterías. Qué mejor forma de controlar a la población que teniéndolos continuamente monitorizados y, si es necesario, estos dispositivos voladores pueden rociar con agentes químicos a los humanos para, de esa forma, propagar enfermedades. El Covid no resultó más que un experimento para contrastar el poder que tienen.
Irrefutable.
Sucede lo mismo que con los chemtrails, la tierra plana, el Jess extender o el geocentrismo: es mucho más entretenida la teoría que someterse a las pruebas científicas de la verdad. En realidad hoy en día resulta mucho más importante la exención de la responsabilidad que cualquier otra cosa y todas estas teorías proporcionan una excusa maravillosa al ciudadano para justificar sus incompetencias. No hay mejor excusa para justificar comportarse como un gilipollas que intentar probar que se hace drogado por un poder mayor magnánimo y sin escrúpulos que, utilizando sus malévolos medios, altera la innata bondad del delincuente. La mejor forma de luchar contra la meritocracia es aceptar que resulta imposible avanzar con esfuerzo y, por tanto, esforzarse es un error y un gasto innecesario.
Lo que tienen la inmensa mayoría de las teorías conspiranoicas es que nos justifican y nos protegen bajo el manto poroso de sus verdades a medias. Me da lo mismo justificar que vivimos en una simulación informática creada en un laboratorio alienígena que afirmar que todos los jueces son machistas dispuestos a acabar con las mujeres del mundo, sometiéndolas al patriarcado. En realidad nadie se preocupa de lo que desayuna el señor Soros pero nos vale para echarle la culpa de bastantes de nuestros males. Probablemente el bien y el mal atribuído a un ente celestial o demoníaco es la primera teoría conspiranoica de la historia. Los incas no sacrificaban a los hijos de los demás porque odiaran a sus vecinos sino porque se lo mandaba el dios Viracocha, creador del universo.
Si algo quería probar McIndoe cuando se sacó de la manga la chaladura de los pájaros era que la sociedad moderna es tremendamente permeable a las locuras siempre que ellas le den un argumento más para seguir siendo un imbécil. Curiosamente hay quien defiende esas teorías con la misma fortaleza "científica" que se defienden otras muchas, ciertas o no. La certeza es algo secundario en estos casos. El problema reside en que hay bulos que pasan por válidos porque ya nada nos sorprende. Cuando se comentó que el ministerio de igualdad español se había opuesto ferozmente a que el primer premio de la lotería de navidad se llamara "el gordo", porque era machista y gordofóbico, más de uno pensó que podría ser verdad.
En una sociedad rendida ante el reto que supone simplemente sobrevivir y la exposición continuada a la felicidad y el lujo extremo (y falso) de los demás, es más sencillo buscar los motivos por los que yo, que soy merecedor de todo, no he llegado a ello, que aprender a aceptar las limitaciones propias. Entonces solamente hay que asumir como propia la teoría que te venga mejor. Que los pájaros no existan es solamente una de ellas.
2 comentarios:
Lo que existe ,
es lo que vemos,
una sociedad ,
cada vez más
terraplanista,
menuda vuelta
de tuerca a la
gilipollez, o
la maltrecha
sicología de
algunos .
A mi que no me quiten los conguitos.
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