Fukushima vs Garoña (clases políticas)

Anoche estuve viendo, mientras se producía una posible fuga radioactiva (¿o es radiactiva?) del reactor nº2 de la central de Fukushima la cadena de noticias japonesa NHK. Los señores del canal 24h me la dieron a conocer.

Después de recordar cómo la URSS intentó tapar Chernóbil la sensación que me quedó antes de dormirme fue que el gobierno japonés ha tomado la determinación de dar toda la información de la que dispone a su población indicando a cada momento de las decisiones que va tomando, correctas o incorrectas, con el fin de atajar en la medida de lo posible el problema.

Y me parece una decisión adecuada después de recordar aquel caso que el señor de alpoma.net contaba el 27/1 sobre la ola gigante ( de 580m de alto) que se produjo en Lituya Bay en 1958 tras un terremoto.

Independientemente de que a algunos les preocupe más o menos los reactores del Japón lo cierto es que alrededor de la central nuclear el paisaje que ha dejado tras de si un terremoto que ha desplazado, según los datos, a Japón 2,4 metros y que a cambiado la orientación del planeta hasta alargar el día 1.6 millonésimas de segundo es un paisaje apocalíptico.

Mil muertos en una población de 18.000. Además teniendo en cuenta que Japón es uno de aquellos paises que, mucho más que L.A, lleva años esperando con temor este momento la primera consideración que se hace escuchando los medios es que si hubiera sucedido la mitad en, por decir un sitio, Namibia, el desastre no tendría supervivientes. (Haiti fue un terremoto de 7 grados (316mil muertos) . Japón de 9 (los más pesimistas hablan de 5mil muertos))

La pregunta que todos nos hacemos pública o privadamente es qué hubiera pasado si aquello sucediera en nuestro costero (y poco nuclearizado) pais. Los dramáticos activistas antinucleares (de esos que gustan de tener exprimidores eléctricos para sus zumos matutinos) ya han hecho explotar la central de Garoña un par de veces y probablemente nuestro gobierno o nuestra oposición serían incapaces de actuar como los dirigentes japoneses. Unos jurarían que no pasa nada y otros que nos íbamos a convertir en mutantes por el desvío de fondos para la conservación de las instalaciones hacia manos de subvenciones para amigos de los primeros mientras las grietas seguían creciendo.

En realidad que después de lo sucedido tengamos unas filtraciones en una vasija de contención de un reactor (que suena a aquello de los hilillos de carburante que decía Rajoy del Prestige) es un grave problema pero sin saber el motivo exacto confío en una sociedad japonesa y en casi todos esos medios técnicos que están en sus manos. Probablemente porque la sensación de disponer de una información veraz dada a una población inteligente elimina de la ecuación aquella indignación intranquila que sientes cuando estás convencido de que te ocultan, como si aún no hubieras madurado, aquellos datos que no quieres oir.

Y nuestra clase política (así como la clase política occidental), empeñada en la filtración de los datos para no llegar a la indignación pública, es muy de tratarnos como niños sin cerebro (que van a ver en masa Torrente).

Por eso probablemente aquí algún gilipollas estaría delante de la central nuclear con unas pancartas exigiendo la dimisión del ministro o diciendo que ha sido ETA en vez de ponerse a ayudar antes de que todos nos convirtamos en Godzilla.

Espero que no haga Boom. Si no lo hace después de un terremoto de 9 y una ola que entró 5 km en tierra... ya no lo hará nunca.

Pd: Leo por ahí:El 1 de noviembre de 1755, un gran terremoto sacudió Lisboa, llegando hasta las costas de Cádiz en forma de un gigantesco tsunami. De una población total de 275.000 habitantes, murieron, se calcula, unas 90.000 personas. Otras 10.000 murieron en Marruecos y casi 1.300 en España.