Con el experimento Milgram se descubrió la capacidad humana de generar atroces daños sobre otra persona con la salvaguarda moral de estar recibiendo órdenes.
Más o menos se vino a descubrir que la excusa aquella de "estoy haciendo lo que me mandan" permite a las personas de bien pasarse por encima del arco del triunfo cualquier tipo de impedimento moral para con su propia actitud.
Si, encuestados previamente, el 0% de las personas se sentían capaces de infringir graves daños a sus congéneres resultó que el 64% llegaban hasta el punto de "matar" bajo la excusa de que la decisiones las tomaban otros.
Como aquello era entre 1961 y 1963 los estudiosos achacaron estas actitudes sedantes para con lo que se considera bueno o malo a las atrocidades que eran capaces de cometer los participantes en la segunda guerra mundial. Por una parte los que daban órdenes no miraban a los ojos de sus víctimas y los que sí lo hacían tenían la excusa perfecta.
Un ejemplo de la capacidad de ser sugestionado hacia el mal del ser humano lo tenemos en una serie de llamadas en las que alguien, haciéndose pasar por agente de policía, obligaba a abusar sexualmente a unos trabajadores sobre otros. esto se llamó Strip Search Prank Call Scam y sucedió entre 1994 y 2004
¿Cuales son nuestros experientos Milgram contemporáneos?
Aquellos que nos inculcan desde los grandes fenómenos autoritarios que son algunos medios.
Podemos no dar dinero a un pobre aunque le veamos morirse de frío porque las ordenes son que fomentamos la mendicidad.
Podemos estar ajenos a una persona desfallecida por la calle porque nos ordenaron preocuparnos por nosotros mismos.
Podemos sentir pena por el hambre del tercer mundo, pero nos ordenaron ocuparnos de nuestras cosas y de nuestro propio producto interior bruto.
Podemos arrepentirnos de que nuestra empresa tenga mano de obra esclavizada en algún otro pais, pero recibimos órdenes de nuestros jefes y ellos de los jefes de nuestros jefes.
Podemos estar ajenos a una persona desfallecida por la calle porque nos ordenaron preocuparnos por nosotros mismos.
Podemos sentir pena por el hambre del tercer mundo, pero nos ordenaron ocuparnos de nuestras cosas y de nuestro propio producto interior bruto.
Podemos arrepentirnos de que nuestra empresa tenga mano de obra esclavizada en algún otro pais, pero recibimos órdenes de nuestros jefes y ellos de los jefes de nuestros jefes.
Y cuando nos metemos en la cama nos sentimos bien con nosotros mismos mientras aseguramos que jamás dejaríamos a un tipo agonizando en la acera, a una familia morir de hambre o a permitiríamos tener a un niños esclavizado. Aquello sólo sucede porque recibimos órdenes como si fueramos un vulgar cabo de las SS disfrazado de soldadito a las órdenes del capitalismo.
Y sentir que el capitalismo es el culpable nos exime de nuestra culpa.
O solamente de los remordimientos.
2 comentarios:
¿Has visto "Das Experiment"? Está basada en el experimento de la prisión de Stanford, que creo que está relacionado. A mí me gustó mucho, te recomiendo que la veas.
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