Radiohead son, probablemente porque han hecho discos absolutamente maravillosos, ese grupo que si caga una mierda pinchada en un palo algunos seguirán diciendo que es un arte tan excesivo que la mente humana no es capaz de entenderlo. Dirán, sea lo que sea, que es bueno porque es de Radiohead.
Y (ojotrueno) Thom Yorke es la imagen pública de todos sus aciertos y todos sus excesos.
Así que este sabado, alterando el universo musical como si hubiera llegado el nuevo tsunami, presentan un disco de estudio "The King of Limbs", y con este hace, de estudio, el nº8.
Tuvieron su himno con Creep. Su grandísimo disco con The Bends. Tuvieron su momento modernísimo con el Ok Computer, que es esa referencia que le gusta dar a quien quiere dárselas de intelectual musical. Después vino Kid A, Amnesiac y los posteriores discos sinusoidales (con subidas y bajadas) que se les permite porque son quienes son, como los zurullos que suelta de vez en cuando U2.
Muchos de los sesudos de la música suelen decir que algunos son tan grandes porque han sido los primeros en convertir en suyos determinados sonidos: Michael Jackson es así de grande porque dio ese salto de la motown al sonido casi disco y Madonna se convirtió en un fenómeno musical sin saber cantar porque hizo suyas las discotecas en las que crecimos (y ahora parece la madre putativa de Britney o Gaga). Bowie fue el precursor del fenómeno glam de caracter masivo y alguno piensa, cuando oye a Hendrix, que los Red Hot han sacado disco nuevo. Eso , a todos ellos, les hace grandes y eso les hace grandes también a Radiohead. Así que ahí están, como la referencia que no termina en este mundo tan o más decepcionado de lo que estaba a mediados de los 90, que es cuando descubrimos que no éramos tan guapos ni tan listos. Se regodean en aquella música oscura en la que se regodean con menos éxito los demás. Tienen esa guitarra que te va erizando el pelo uno a uno, esos arreglos negruzcos y aquella voz contenida. Si bailas como lo hace Thom en el video pensarán que te ha entrado, de nuevo, ese ataque epiléptico que, en su caso y casi como si fuera un cambio de look de Beckam, ahora es modernísimo.
Pase lo que pase y aunque hay que reconocer que ya no son tan modernos ni tan conceptuales (a ver si dejo de oir a Maybeshewill) como algunos se creen que son, ya tengo disco para oir con atención este fin de semana.
Pd: Claro está que para los consumidores compulsivos de los discos de Melendi o aquellos que se apenan porque van a quitar ese escaparate andrógino que es operacion triunfo, Radiohead tiene que ser el anticristo de la modernidad (de la misma manera que a veces pongo Ziggy Stardust en mi casa para ver la cara que se les queda a los defensores de Malú cuando les digo que eso que suena tan moderno es de 1972.)
Porque algunos pensaban que ser moderno era esto.
Porque algunos pensaban que ser moderno era esto.
1 comentario:
hearing damage....
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