Una amiga, directora de sucursal, me contaba en cierta ocasión que un anciano pasaba todos los viernes por la oficina para ver su dinero. Le llevaban a la caja fuerte y le enseñaban unos fajos de billetes asegurándole que eran los suyos y, de esa forma, se marchaba tranquilo hasta la semana siguiente.
En realidad, y como es lógico, el dinero que depositas en el banco y que es tuyo nunca está esperando en una cámara acorazada a que decidas ir a visitarle. Eso pasa con los enfermos y con los presos, pero no con los euros.
Se va de viaje hacia construcciones financiadas, hacia préstamos por los que cobran más de lo que a tí te dan y que unos señores en unas oficinas han calculado estadísticamente que repercutirá en determinados beneficios para la entidad.
En definitiva los bancos toman el dinero que algunos consideran que les sobra para dejárselo a otros que lo necesitan pagarán más. Una pequeña cantidad es la que se queda en cada caja fuerte por si te has quedado sin billetes para pagar la cuenta del tomate frito en el supermercado.
Hasta aquí es lógico.
Sin embargo algunos se escandalizan al saber que si todos fuéramos a sacar nuestro dinero del banco no habría para todos y creen que lo que ha sucedido es que unos banqueros disfrazados de vampiros se han hecho mansiones con ello. Otros se asustan porque nadie supuso nunca que los que se comprometieron en pagar los créditos no lo iban a poder hacer y más de uno piensa que un mundo sin bancos es una utopía maravillosa que se puede alcanzar en un hipotético mundo justo.
Sin embargo pienso que si un banco, que es un negocio como otro cualquiera, cierra, aquellos que esperan que sus monedas vuelvan a sus bolsillos el día que las necesiten, se quedarán sin ellas.
Por supuesto, en ese caso, alguien que ha luchado por ahorrar no puede, en ningún caso, quedarse sin su dinero.
Así que, como todo en este mundo en el que los gobiernos tienen la obligación de cuidar por el bien global, para que mi madre pueda sacar algo de dinero de la ventanilla resulta que el gobierno quita dinero de la sanidad para dárselo al banquero y así no llegar a un mal mayor (porque, al final, quien pierde es el más débil, que es el que dejó su dinero en un lugar que tanto el gobierno como el banquero le aseguraron que era de confianza).
Y el banquero lo sabe.
Y el gobierno lo sabe.
Y hasta mi madre lo sabe.
Quizá es una de esas cosas que todo el mundo sabe pero que nos molesta admitirlo como admitir que no siempre fuímos buenos, que nos pusimos dos días seguidos la misma ropa interior, que ayer no hicimos la cama, que mentimos en un currículum o en un bar, que creemos en un mundo justo pero sólo si nos deja en buen lugar y que hemos comprado ropa que sabemos positivamente que esclaviza a niños en su confección.
Mientras tanto mi amiga acompaña al señor a la caja fuerte y le deja ver
un fajo de billetes haciéndole creer que es el suyo. Es parte de las
mentiras que nos encanta creer.
3 comentarios:
¿Es un mal mayor perder el dinero del banco que perder la salud?. No entendí esa parte. ¿ O es que todavía queda alguien que aún no se ha enterado de que los recortes en sanidad cuestan vidas?
es un mal injusto. Ambos.
Elige no tener nada con qué pagar o que la factura de los antiestamínicos te cueste 5€. El problema es elegir.
Los recortes en sanidad cuestan vidas, los de enseñanza cuestan futuro, los de... todos cuestan. Dejar a un jubilado sin un duro es justo? Eso pasa cuando cierra un banco tal y como están las cosas. No hablo de que sea justo pero supongo, porque lo creo así, que no dejan que quiebren los bancos por (en un porcentaje importante) el golpe social de dejar a millones de personas sin nada. hace poco, hablando de Apple, hablaba de algo similar, de cómo las empresas grandes tienen en su mano la carta de decir a los gobiernos que si a ellos les va mal, joden al ciudadano. Y entonces los gobiernos ceden.
Que la banca se joda no es tan sencillo como que cierre la frutería de la esquina y que se joda el hijo de puta del frutero.
De eso va el post.
De que si cierra bankia por inútiles la que se queda sin un euro es mi madre, no el señorito Rato.
bueno, yo me sabía la del aldeano de Orozko que abre la cartilla y la lleva a casa. la lee, la relee y al dia siguiente vuelve a la oficina a consultar su duda:
- señorita aqui pone DEBE HABER
- sí caballero, es correcto.
- No, no lo es: TIENE QUE ESTAR, TIENE QUE ESTAR
si una empresa cierra todos a la calle y a tomar polculo. si un banco esta mal (o eso dicen) prejubilan a 4000 con 52 años y lo pagamos todos (Bankia 2011; y si sigue estando mal le damos dinero y lo nacionalizamos: osea, las perdidas de nuevo para todos pero los sueldos los siguen cobrando del ala. si el banco ahora es nuestro, que me den mi parte.
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