Tengo una pequeña moto que se empeña en demostrarme que soy idiota. Como anoche la pequeña durmió en la calle decidí hacer uso de un metálico candado que se sitúa en el disco de freno. Simplemente hay que ponerlo sobre él y se queda en uno de los agujeros que lo pueblan.
Claro que si anoche, en un despiste, pones el candado al revés (con el hueco para la llave por dentro) piensas que lo único que tienes que hacer es abrirlo desde el lado contrario. El problema es que el hueco de la llave coincida con uno de los 3 radios que tiene la rueda.
Con lo cual, al descubrir que la llave no entraba por una imposibilidad física, me he sentado en el bordillo de la calle junto a la motocicleta insultándome a mi mismo hasta el punto que el barrendero, pensando que estaba en pleno proceso de robo, se ha acercado para cotillear y procrastinar en sus labores higiénicas. En ese momento yo ya había decidido partir la llave del candado para poder introducirla. Pero meter nunca se me ha dado bien, sobre todo cuando la longitud del elemento macho seguía golpeando el radio, con lo que he tenido que buscar un gentil taller donde me pudieran pulir únicamente 2mm de llave y ceder una llave inglesa estrecha con la que hacer el juego de apertura.
El proceso ha durado una hora. He llegado tarde a trabajar. Adjunto pruebas gráficas de mi estupidez. Nota mental: no poder nunca el candado de la moto al revés.
También es verdad que una parte de mi, en este proceso, se ha sentido como un herrero o más bien un simio que aprende a manejar herramientas.
2 comentarios:
Ya, Ya, tú lo que querías era enseñar el amoto ;-)
Pide ayuda a otro motero. De los pocos grupos con una pizca de solidaridad que quedan en esta sociedad
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