31 de diciembre de 2011

2012, el año del Chopped


Para los parados, para los que están en un ERE, para los que van a estar en un ERE, para los que tienen poco, para los que tienen menos, para los que tendrán menos, para los que ganarán menos, para los altos, para los bajos, para los de aqui y para los de alli... para todos. Feliz año 2012.

Un abrazo, que es gratis.

29 de diciembre de 2011

Silogismos

Un ejemplo de silogismo para un niño pequeño que haya vivido en los 80 (que los hay) es: Dios es amor. El amor es ciego. Steve Wonder es ciego. Conclusión: Steve Wonder es Dios.

En realidad, y aunque parezca algo absolutamente pueril, vivimos en un mundo que cada día se acerca más al silogismo barato y absoluto: El empresario es rico. Me hago empresario. Soy rico.

De la misma forma lo podemos aplicar a cualquier otro caso: Cuando dormia conmigo se levantaba tarde. Me ha dicho que se ha levantado tarde. Se acuesta con otro.

Mi terapeuta dice que soy un auténtico fenómeno realizando silogismos. Yo también lo creo. Dice, y probablemente tenga razón, que por muy bien que esté realizado un silogismo no tiene por qué ser cierto. En realidad la base del razonamiento lógico en el que nos hemos acostumbrado a vivir tiene el problema de eliminar de un solo plumazo las variables grisácesas de la verdad. Hemos aprendido a vivir en un mundo creado al estilo computacional donde las cosas son blancas o negras, donde existe el cielo y el infierno, donde nadie puede estar en el limbo o acercándose a la verdad.

La política, como si fuera un estudio patrocinado por una empresa, cojea tremendamente del mundo del silogismo. Cuando Ana Botella fue la responsable de medio ambiente de Madrid hizo lo mejor para bajar los índices de polución: quitar los medidores de las zonas más contaminadas. Las organizaciones que hacen concurridas ruedas de prensa basadas en la seriedad del dato nunca son capaces de demostrar si la muestra utilizada es representativa sino que lanzan el resultado que interesa al patrocinador del estudio que, al fin y al cabo, es el mecenas de los investigadores mercenarios. En internet hay argumentos perfectamente lógicos que demuestran, con datos, lo mismo y lo contrario. Cada uno es libre de hacer suyo el silogismo que necesite.

Pero nadie dijo que un silogismo bien construído sea verdad aunque, como un buen cuento de navidad, nos guste creer que sea así porque tiene el tufillo de la rotundidad.

28 de diciembre de 2011

año 2011 inocente

En un año que Fabra ha inaugurado un aeropuerto sin aviones, que Carmen de Mairena se presentó a unas elecciones, que el yerno del rey se ha hecho unas facturas falsas, que un gobierno de izquierdas ha subido los impuestos y ha batido records en familias que no tienen nada, que tuvimos una ministra de sanidad que usaba una pulsera homeopática que no valía para nada, que no valió para casi nada que la inmensa mayoría de este pais se movilizara y que los sindicatos se quedaran quietos a golpe de talonario... ¿que inocentada se me ocurre? Ninguna.

Porque inocentadas podrían ser:

  • Se inaugura un aeropuerto sin aviones.
  • Se presenta a las elecciones un travelo sin programa pero con labios operados
  • EL yerno del rey se lo lleva crudo
  • La izquierda deja a los pobres más pobres.
  • Se moviliza un pais y el gobierno mira a otra parte
  • La ministra de sanidad usa una powerbalance
  • 5 millones de parados y los sindicatos, de cena.

y, por supuesto:

  • Apple pone una S a un teléfono y lo vende todo.

En fin...el año 2011 ha sido, todo él, una inocentada. Agárrate, que ademas el dia de los inocentes el rey ha publicado las cuentas y gana casi como un controlador aéreo.

26 de diciembre de 2011

Qué dificil es ser bueno


Ser bueno, de unos años a esta parte, no está de moda. Más o menos lo mismo que ser un romántico, aunque eso es otra historia.

En alguna película de primeros de los 80 un pequeño (en estatura) protagonista se enfrentaba a un gran muchacho avisándole: "ten cuidado conmigo , porque cuando los bajitos no ponemos de mala leche somos imparables". Siempre me sentí identificado con aquella idea.

A lo largo del infame año que hemos tenido a mal de pasar han aparecido ciertos retazos del inicio de la revolución de los buenos. Tuvimos el 15-M y tuvimos que soportar cómo algunos llegaban a los juzgados a bordo de un carísimo coche pagado con comisiones irregulares del que sales estirándote el traje.

Durante quizá demasiado tiempo hemos visto cómo miserables se hacían un hueco entre los laureles del triunfo tras una constructora sospechosa, una sociedad de inversión con más tentáculos que algún octópodo o un coche de lujo en el garaje de un piso de protección oficial.

Hemos visto cómo aquella chica que te gustaba se iba con el más tonto, fornido y básico del bar después de haberte preocupado por intentar hacerla sonreir cada día con un detalle diferente. Hemos visto cómo aquel tipo que era querido incondicionalmente por la mujer perfecta salía corriendo tras una monitora de fitness de pechos turgentes y vicio en vez de cerebro.

En definitiva, hemos visto que la decencia, el trabajo, el cariño, la fidelidad y las consideraciones éticas eran pisadas por los más bajos instintos del ser humano, que ahora dicen que se debe a una desconexión neuronal que fomenta nuestra crueldad.

En Canada un hombre se ha mostrado, delante del juez, orgulloso de matar a sus hijas por putas (véase puta= tener 13 años, vestir falda corta y querer a su novio). Vuelve a ser una de esas noticias que están por encima de los actos diarios de las buenas personas, de todos aquellos que alguna noche se han sentado, llenos de ira, en el sofá de casa pensando el motivo por el que son incapaces de convertirse en unos auténticos hijos de puta sin escrúpulos para lograr aquello que se merecen por naturaleza. Los últimos tiempos han recompensado a todos aquellos que se han pasado la decencia por el arco del triunfo, y eso no está bien, por mucho que mi madre me repetía a diario que el tiempo pone a cada uno en su sitio. "Sí, mamá, pero algunos se ponen en casas con piscina que yo no puedo pagar"

Así que, como dirían Asterix y Obelix, !Por Tutatis!, ya es hora que llegue , espero que el 2012, la verdadera revolución de las buenas personas.

Aunque... Qué dificil es ser bueno.

Pd:Nunca dije que yo lo fuera, pero sí puedo asegurar que hay un pequeño gnomo lleno de consideraciones éticas que me grita en la cabeza cada vez que hago una maldad.

25 de diciembre de 2011

Arruino todo lo que encuentro



24 de diciembre de 2011

Felicitaciones express: NO

Hace, parece, muchos años, recibia postales de navidad. En algún momento se escapaba alguna carta manuscrita. No eran muchas y las leía con la emoción que da el hecho que alguien se acuerde de ti.

Llegaron los móviles y la mayoría de las personas tenían la decencia de hacerte una llamada breve pero con la intensidad apropiada en la que podías notar el tono de voz que se entrecortaba, fruto de las nuevas coberturas, mientras te felicitaban por tu nombre.

Luego llegaron los sms. Podías coger la primera tontería que tratara de la navidad y los reyes magos, elegir un grupo de envío y lanzarlo al espacio pensando que habías quedado bien con todo el mundo, aunque todo el mundo recibiera el mismo mensaje a la vez y más de dos amigos lo recibieran mientras estaban tomando una cerveza juntos, como dos viejos.

Llegó el facebook y pusiste un arbol o una foto y etiquetaste a todos los que tienes como amigos, con lo que tu ex, tu amante, tu amiga y uno que conociste en una fiesta estaban juntitos en la misma bola brillante.

Ahora, con esa fiebre baratísima que es el WhatsApp, mandas la mierda de mensaje del burro o un video absurdo sin borrar la página de la que lo robaste (si no vuelves al antiquísimo Elfyourself) y te crees más navideña que el reno Rudolf, que siempre he mantenido que tiene nombre de mamífero homosexual.


Una felicitacion de esas no, coño: VE A DONDE TUS AMIGOS Y DALES UN ABRAZO, JODER.


Pd: y si no puedes, por cuestiones de espacio y tiempo, una llamada de teléfono o, en el peor de los casos, un mensaje personalizado. Cada amigo que tienes es una persona diferente a los demas. ¿Qué prefieres? ¿Una cerveza o una foto de una cerveza en tu teléfono móvil?. Pues eso mismo. Mi teléfono pita constantemente, pero no hay cervezas. Tampoco, por una cuestión de ética, respondo a los mensajes express

23 de diciembre de 2011

Rodilleras, coderas y coches clásicos 2012

Hace unos años, antes incluso de que la crisis afectara a todos y no solamente a los pobres, una amiga de una amiga se alteraba y se preocupaba porque no encontraba trabajo. Quería ser visitadora médica, ganar un mínimo de 30mil al año, coche de empresa, 6 semanas de vacaciones y además estaba muy triste porque no había encontrado al hombre de su vida.

Otros, mucho menos ambiciosos, teníamos las manos llenas de heridas de abrir y cerrar cajas de metal barato con el que se hacen los ordenadores de sobremesa.

He de reconocer que tras años de espera encontró a un buen muchacho y un trabajo aceptable en el que puede lucir zapatos de tacón que resaltan sus formas y asegura, sin dar cifras, que vive muy bien pero nunca le vi pagar dos rondas seguidas.


Cuando veo las fotos de Cuba siempre me queda ese pequeño saborcillo a grandes épocas pasadas, como si fuera la sección de abandonos de Fogonazos, en el que una población que ha agudizado el ingenio sobrevive con la tranquilidad de tener que estirar sus preciadas posesiones de tiempos mejores mucho más allá de la obsolescencia programada de la modernidad.

No es extraño pensar que en el futuro de recortes, prieteces, estiramientos temporales de neveras que hacen ruido por la noche y pagos a plazos del ascensor de la escalera lo que nos quede por delante sea algo parecido al extremo cubano.

En la cola para pagar de los centros comerciales no ves a nadie con grandes y carísimos regalos. En las calles no te encuentras televisiones de tubo abandonados que han sido sustituidos por carísimos monitores 3D con internet. Todos esos productos se han ido a satisfacer a la pudiente clase media China y yo me paso el dia recuperando para la vida a reliquias con corazón de Pentium III que respiran tan mal como una trucha sobre la barca recien pescada. Técnicamente hablando una tablet, que es un producto de ínfima potencia pero muy cool, es un buen ejemplo del usuario que quiere sentir lo nuevo por menos importe que pudiera suponer lo de verdad

¿Nos vamos a convertir en una sociedad en la que los niños, como se hacía hace 40 años, hereden los abrigos de sus hermanos, los libros de sus primos y las madres aprendan a coser coderas y rodilleras para ir al pueblo con el coche de toda la vida de la familia?. Probablemente. ¿Es malo?. Probablemente no.

Como es lógico y es lícito la aspiración humana siempre puede querer más. Un trabajo adecuado a nuestras aspiraciones. Una remuneracion apropiada. Una cantidad de sexo aceptable. Una piel suave. Unas vacaciones pagadas. Un climatizador. Una tele LED con sonido envolvente. Una erección de más de dos horas. Un orgasmo de más de los 18 segundos que dicen que tienen las mujeres (contra los 3 que nos dura a nosotros)

Yo he revisado mi coche, aquel que me compré hace una buena cantidad de años y cuando quiero climatizarlo bajo las ventanas. Estoy en terapia para aprender a valorar los 3 segundos de felicidad que me quedan, prorrateando, una vez al mes y sigo con heridas en las manos.

Aspiro a más, me merezco más. La preparación que me guardo y los conocimientos que despliego así lo afirman. Me gusta quien soy pero no donde llegué, porque, como a ti, me parece insuficiente. Tengo un amigo que siempre se quiere follar a la más espectacular. Yo aprendí que la felicidad nunca está en ese camino porque cuando se desnudan te decepcionan y además no entienden tu humor.

Afortunadamente para mi y aunque siempre ha sido por debajo de mis aspiraciones no he dejado de trabajar nunca. Soy un privilegiado que cuando podía ganar 100 también gané los 50 que gano ahora. No me pedí un crédito para la playstation que no tengo, el smartphone que no tuve, ni para comprarme un BMW M3 con las pagas extra de una obra en la que estuviera levantando tabiques sin el título de albañil. Considero que en los años que nos quedan por delante habrá que mirar a los ajustados años 60 más que los despilfarradores años 90, porque estoy seguro que las coderas y las rodilleras se van a poner de moda.

Y los coches clásicos y, espero, el pensamiento racional en el consumo y los trabajos bien hechos.

Ahora solo queda dejar de quejarse y aprender a hacer las cosas bien para que nos duren más. Si hablamos de empresas, de negocios y de algunas personas sin seis créditos personales para pagarse las vacaciones, ese era el camino correcto. A todos aquellos que se creyeron que se merecían vivir por encima de sus posibilidades, que se jodan.

Ahora tenemos un único camino. Estoy convencido que no tiene por qué ser infeliz porque nadie dijo que la felicidad fueran 35 días de vacaciones o tanta nómina al mes, sino 52 semanas al año: de vida.

22 de diciembre de 2011

Posts del (2º semestre) 2011

Tras el mini resumen de Junio con los 6 post de la mitad del año, me apresuro a seleccionar los del último semestre, aunque seguro que los hay mucho mejores porque nunca fui justo. Mucho menos conmigo mismo.

Sin olvidar otros muchos (Fingiendo Orgamos igualitariamente, Crisis y disfunción eréctil, Dulce y amarga, Watching lesbos y, por supuesto, a tiro hecho: Anécdotas de una tienda de informática (B) a la que tengo que añadir la de "¿Qué navegador usa?. Godzilla".)

De regalo: Velvet (1996). Savoy.

21 de diciembre de 2011

Lucia Etxebarría, la tornera.

Lucia Etxebarría se ha convertido en Trending Topic al decir que por culpa de la piratería va a dejar de escribir unos años porque se ha demostrado que se han descargado ilegalmente más libros que los que se han comprado por los canales legales. Por una parte es lógico pensar que si vas a trabajar gratis no es divertido trabajar y por otra parte es de rigor considerar que existe una generación de personas y personajes que se creen de si mismos, al estilo Pau Donés, que sin ellos la cultura no tiene significado.

Yo no soy más feo que Lucia, ni más guapo. Ni siquiera escribo mejor ni peor. Afortunadamente mi profesión es otra. Si fuera compositor intentaría que mis canciones no fueran una copia de la segunda que hice, aunque la primera fuera La Flaca.

Vivimos en el mundo que vivimos y en la sociedad que hemos sido capaces de crear. Nos encanta que haya cultura, y la consumimos compulsivamente, siempre y cuando sea gratis o esté subvencionada por algún ayuntamiento de esos que ahora no tienen dinero y que terminan contratatando a un triunfito de tercera para hacer versiones de canciones de los 80 intentando no pagar a la Sgae no sea que se lo den a Teddy Bautista.

Leemos libros, pero cada vez quedan menos librerías y lo primero que hacemos con el ebook es buscar desde donde los podemos bajar gratis.

Compramos productos, pero vamos a artificiales centros comerciales y luego nos quejamos que en la calle no haya gente, escaparates, ni luces navideñas.

Es más: nos vamos a un bar y nos molesta que cobren por todo cuando empezamos a compartir las copas para jugar al botellón de los adultos sin dinero.

Los hosteleros, los comerciantes, los cantantes y hasta Lucia Etxebarría comen de su trabajo.

Claro que cuando a un tornero de una siderurgia le mandan a la calle porque los polacos trabajan más barato no es noticia.

Y cuando Lucia Etxebarría dice que ahora se cabrea y no va a darnos la cultura que corre por sus venas, es Trending Topic.


Algo muy raro pasa en la sociedad que vivimos. Será que no me he leído nunca un libro de esta mujer, aunque me vi una película basada en algo suyo, y me pareció un pestiño. Los discos de Bisbal también me lo parecen y ahí está, volatin va volatín viene, sin creerse más que un tornero.

18 de diciembre de 2011

Vete de España, Pepe.

Dicen que uno de los motivos que más hace por la inclinación femenina hacia la ruptura de relaciones que requieren más de un esfuerzo son los comentarios de las amigas separadas que no se cansan de contar lo maravilloso y libidinoso que es ser mujer, moderna, soltera, sexualmente activa y disponible en este mundo de noches sin tregua llenas de hombrecitos con las hormonas fuera de control.

Supongo, porque solo lo supongo, que viene a ser parecido a no tener la valentía de admitir cierta rendición y necesitar, como una terapia de autoconvencimiento, ratificarse en que aquella decisión fue la correcta y reclutar a más componentes del secreto ejército de cada uno. Supongo que es lo mismo que yo hago cuando explico que ser jefe de uno mismo es la octava maravilla del mundo y después, en una esquina, hay dias en los que añoro tener órdenes que acatar.

Estadísticamente hablando se ha demostrado que el porcentaje de personas que viven el la calle y no pertenecen a la ciudad en la que habitan al raso es enorme. La mayoría de las personas que terminan de manera desafortunada en esa situación se marchan a otras ciudades por casualidad o por verguenza, pero el caso es que se van.

He de entender que para la familia de más de una de esas personas las noticias que reciban siempre serán buenas. Nate Fisher, el hijo mayor de los Fisher, vuelve a su casa desde su maravilloso trabajo en Seattle y al final decide quedarse porque aquello en lo que estaba triunfando no era más que otro trabajo más en una ciudad cualquiera. Pero tampoco se había atrevido a contar en casa que El Dorado no estaba donde lo había ido a buscar.


Durante años la inmigración que llegaba a España buscaba precisamente ese El Dorado. No estaba aqui, eso lo sabíamos perfectamente quienes nos partíamos el pecho a diario contra todos los obstáculos que nos iba poniendo la vida, la sociedad, los gobiernos, el paro y tener que coger aire durante un momento para sumergirnos en el fango de nuestros problemas.

Ahora, y cada vez de una manera más insistente, aparecen reportajes que se compadecen de un sistema que manda a sus jóvenes al extranjero y les entrevista recibiendo respuestas de pena, de nostalgia y de afirmaciones que dicen que allá se pueden lograr cosas que acá son imposibles. Hace una semana, el suplemento de El Pais establecía en 500.000 los jóvenes que se marcharán a vivir una "vida mejor". Hoy en la edición digital de la BBC se hacen eco del dato que afirma que 580.000 personas abandonarán España el año que viene. En todos los casos, independientemente del destino (Noruega, Sudamérica, Suiza o donde quiera), las historias hablan de la imposibilidad humana de tolerar unos trabajos de mierda que compensen los años de esfuerzo y sacrificio que les ha llevado a una preparación que no son capaces de demostrar. Algunos, si les encuentras en un pub en el extranjero, empiezan la copa alardeando de las libertades y las enormes remuneraciones económicas para terminar, cuando ya están bebidos, asegurandote lo que añoran la tortilla de patatas del bar que está debajo de la casa de sus padres.

Nadie lo tiene todo y elegir es renunciar.

La felicidad no se compone exactamente de una gran nómina, como la soledad no se puede rellenar a base de sexo casual con aves de paso, como pañuelos "curafracaso".

Vivimos en el único lugar que nos pertenece culturalmente, aunque nos pese y de la misma manera que el sofa de la casa de tus padres es donde mejor se ve la televisión. La movilidad humana es una seña de identidad de los tiempos en los que vivimos. Estoy convencido que hay muchos más japoneses de turismo por el mundo que en el propio Japon, porque se planifican para no saturar el pais. Hay, al lado de mi trabajo, un camarero sueco, un alemán en paro, un boliviano que limpia cristales y un británico borracho. No existe ninguna diferencia con los españoles en Suecia, Alemania, la gran Bretaña o Bolivia. "Como en España no se vive en ningún sitio"- afirman los extranjeros. "En España no podía vivir"- afirman los españoles.

Los que se van no son ni los mejores ni las ratas, por si alguno lo malinterpreta. Pero la felicidad no es una nómina y tu hogar, que no tu casa, es aquel lugar en el que consigues descansar, que no dormir.

El pais que, según los estudios, es el más feliz del mundo, es Vanatu (En el Caribe), seguido de Colombia y Costa Rica. No suelen ser los destinos que eligen los Españoles por el Mundo. Malta está por encima de nosotros y el último es EEUU.

Será por la tortilla de patata por lo que algunos decidimos quedarnos para no tener siempre las ganas de volver y, los días impares divisibles por siete, las ganas de marcharnos. (Me toca el miercoles 21)

17 de diciembre de 2011

Sin noticias del 2011 (Google Dixit)

Google publica, con esa prepotencia que ultimamente les invade y como si fuera el nuevo imán religioso que todo lo guía en Internet, lo más buscado a lo largo del 2011a través de Google Zeitgeist. Lo complementan con un video de fácil consumo:


En España, si vamos por categorías, podemos encontrar entre los 10 primeros sorpresas descorazonadoras: Dieta Dukan, (nº5 en globales), Pablo Alboran (nº2 en personas), Ortega Cano (noticia nº1), Salvame (nº10 entretenimiento), Maui Beach (literalmente, primera busqueda de viajes). También es verdad que según Yahoo, que se ha convertido con el paso del tiempo en una broma de buscador, Bob Esponja, Shakira, Piqué y Justin Bieber son lo más de lo más, casi como si fuera una broma imitando la vuelta del SuperPop.

¿Nos sentamos delante del ordenador, pensando que nadie nos mira, a buscar la primera tonteria que nos viene a la cabeza?.


Pues si.


Como pequeña salvacion, según twitter, lo más twitteado del año tiene que ver con Egipto, la muerte de Bin Landen, el tsunami de Japón... pero la realidad es que el supuesto embarazo de Beyonce y una buena cantidad de noticias sobre interesantísimos resultados deportivos se llevan los títulos.

Si a eso sumas que han considerado que en el 76% de las fotos que la gente pone en facebook están borrachos y que Hulk Hogan era un "lila", ya no queda nada de seriedad cuando nos sentamos a hablar de las noticias porque lo importante ya no importa.

16 de diciembre de 2011

Clásica cultura popular.


Conozco a una persona que se congratula de no saber absolutamente nada sobre Star Wars. Cuando haces un chiste sobre la saga de películas que a algunos se nos grabó en la memoria te repite que se ha leido a Descartes, a Platón, a Homero y se conoce perfectamente la escena de la plancha de Crimen y Castigo. Reconozco que no está de más, pero cultura, desafortunadamente para los clásicos, también existe en el cine en el que hemos devorado palomitas los demás.

Supongo que es el mismo problema que tiene un buen amigo, sesudo redactor de MondoSonoro y crítico musical de El Pais, cuando me afirma que si bien la lista de los 25 mejores discos internacionales la hace en media hora es incapaz de salvar alguno entre los 200 que le dan como seleccion previa para que rescate entre los nacionales.

Asocia, como hace la otra persona, la cultura popular a una especie de fango en el que una mente preclara es indigna de meter los pies, casi como si todo fuera "colega, donde está mi coche" o alguna barbaridad infumable de un pseudo cantaor sin gusto llamado Pitingo.


Más de una vez hemos tenido que admitir que vivimos en un mundo en el que clásicos, lo que se dice clásicos, se han asociado a la idea de libros infumables y películas húngaras sin guión que se mueven al ritmo de "The Artist", que va a ser la bomba de este año. Cuando Kieślowski presentó su trilogía "azul", "rojo" y "blanco" (que son los colores de la bandera francesa y tres maneras de tratar la libertad, la igualdad y la fraternidad) alguno era capaz de considerar que como había pocos tiros en aquellas películas de los años 90 y muchos menos efectos especiales, no eran cine. También he de reconocer que soy capaz de reirme sin parar volviendo a ver Aterriza como Puedas o El Jovencito Frankenstein y que una de las mejores tardes de mi adolescencia fue una mezcla de amigos, alcohol y películas de Esteso y Pajares. Reconozco, ruborizándome, que tengo el primer disco de Whitney Houston en la estantería pero que los que están más a la vista son todos los de RadioHead y algún Dvd de Maceo Parker. En el fondo me encanta aparentar que soy un snob.


Mantengo la teoría, probablemente absurda, que aquellas explosiones culturales que envejecen con clase tienen los boletos comprados para convertirse en clásicos de la nueva era. Cuando vuelves a ver aquellos capítulos de V (o de Mazinger Z) con los que disfrutabas y te preguntas el motivo por el que ya no te emocionan quizá es que pasó su tiempo, como pasó el tiempo de verano azul. Cuando escuchas en la radio que aquel éxito y te sorprendes lo nuevo que aún suena y lo viejo que tú eres quizá se esté convirtiendo en un clásico. Es una cuestión de tiempo, como los granos: si se queda es parte de ti y si se va era acné.

Culturalmente vivimos desde hace años la explosión artística del acné, pero siempre hay algo que se salva: Lo que envejece y todavía te hace reir, te puede hacer soñar, te estremece y te deja enganchado delante de la tele como un niño pequeño.

Eso es lo que se convierte en un clásico.

Ahora tengo que hacer dos cosas: comprar las 3 películas buenas de la Guerra de las Galaxias y seleccionar 10 discos nacionales de este año.

15 de diciembre de 2011

Regalos.

Si te pasa como a mi, que no sabes qué regalar, apunta esta idea:


Más información: aqui.

14 de diciembre de 2011

Techo de cristal parental.

Los hombres y las mujeres, si nos vamos a los componentes básicos de la vida, no somos iguales. Incluso hoy en día que las bragapollas están al alcance de cualquiera como si fueran vaginas en lata. Incluso cuando parte de la liberación de la mujer en la sociedad supuestamente evolucionada haya convertido a algunas en supermachos y a algunos hombres en sentimentales parodias de ellos mismos cuando eran niños.


Cada vez más, como si fuera una consecuencia básica de las exigencias que nos creamos en cuanto a las relaciones personales y la evolución de cada uno, encuentras, sentada en la barra de un bar mientras se toma un gin tonic, un vino blanco o white label con cocacola, a una mujer de aspecto duro, como si hubiera venido de seis guerras, una por cada relacion fracasada, que ha decidido hacer un buen uso de los bancos de esperma en los que colaboraba algún compañero de universidad con la tarifa de 5.000 pts por paja (dato verídico).

No han renunciado al que debe de ser el maravilloso placer de ser madres.

Algunas parejas, con menos suerte, más años o una conciencia social más que respetable, viajan por el mundo adoptando a algún infante para quererle como si fuera (porque lo es) suyo. Él y ella recorren kilómetros, pagan a funcionarios, rellenan cuestionarios y tras unos años de espera (excepto si son Madonna o la Pantoja) logran tener a su lado a ese catalizador de la juventud perdida que es un hijo.

Sin embargo en algunos lugares se denuncia que un hombre solo tiene muchas más dificultades para realizar el mismo proceso. Supongo que se supone, aún en la época de las igualdades en las que vivimos, que un buen señor no está tan capacitado para educar, criar y mantener a un niño sin la protección de una dama.

Un hombre no puede estar en un bar y esperar a ser fecundado por alguna de sus conquistas, como en algún caso que conozco. Un hombre, pongamos de nombre Juanjo, tiene que demostrar partes de su vida que si lo pidiéramos a una mujer soltera podríamos entrar en la denuncia de lo personal. Un hombre tiene, por naturaleza y en el caso del dinero absoluto y poco respeto con las legalidades, que alquilar un vientre como quien alquila un trastero.

Yo he querido (y quiero) criar un hijo y he tenido con quien al menos 3 veces. Todas las veces, poseído por la idea de la felicidad extrema que no existe, la falta de valor o el miedo a la responsabilidad, fui incapaz de llegar a más. No creo que sea muy diferente a lo que le puede suceder a una mujer que tiene la percepción de que el tiempo se va disolviendo como un cadaver en lejía concentrada. Al contrario que ella, a mi se me acaban la opciones, sobre todo si no me gustan las adolescentes.

En eso, al menos en el supuestamente maravilloso mundo de la paternidad, tenemos nuestro techo de cristal. Nunca dije que fuéramos iguales en todo.


Y es jodido cuando te das cuenta y te habían vendido que eras capaz de todo, que todo es un término al que no puedes llegar solo.

13 de diciembre de 2011

Urdangaringazo.

Decía Joaquin Sabina, cuando le dió el ictus, que no le había dado un ictus, sino un marichalazo. Al fin y al cabo a Marichalar, consorte de la infanta menos agraciada, le había pasado lo mismo y nadie sabe si aquella cojera o la inclinación sobre los fulares de cuadros fue el origen del "frascazo" de su matrimonio.

Lo que es cierto es que todos pensábamos que Marichalar era el cuñado menos correcto del príncipe, quizá por feo, quizá por esa manera casi de dandy por el lujo y los paseos por la milla de oro madrileña. Quizá por la altivez o quizá porque nos encanta pensar en los vicios de los poderosos y de los que llegaron a poderosos por amor o por cama.

Dos cosas han marcado la vida del príncipe: saber desde siempre que los reyes son los padres y que su cuñado era el hombre del saco.

El otro cuñado era el cuñado perfecto. Dicen que aunque estaba previamente comprometido con otra buena mujer la infanta, la guapa, le vio en pantalón corto en un partido de balonmano de Barcelona 92 y dijo un "pa mí" que duró un par de meses. Era un tipo alto, deportista, elegante, reservado. Lo sigue siendo. Además parece que es rico.

Mi abuela decía que ella votaba a la derecha por una cuestión económica: "si son ricos robaran menos"- afirmaba. Hasta cierto punto y utilizando exclusivamente el sentido común (es decir, sin considerar que hay una cosa llamada codicia) siempre le he dado la razón.

Cesar Alierta, presidente de telefónica, dió 100€ de propina a un limpiabotas hace unos días tras descubrir que habían compartido pupitre y que la vida les había llevado por diferentes senderos. La noticia absurda hubiera sido que el señor Alierta le hubiera robado el betún.

Cuando un tipo que ya es rico por derecho (moral o de pernada) se dedica a ir rapiñando unos cientos de miles de euros de aquí y se hace unas sociedades fantasmas por allá me deja dos opciones: la primera es que han usado su nombre y su buena fe para enriquecerse a su costa. La segunda es que es idiota. Desconozco el caso de Urdangarín.

Aún así, cada vez que un tipo con una esposa atractiva viole a una fea o cada vez que un rico se ponga en la puerta del banco Santander para robar la pensión a una vieja que salga con el dinero en el entreteto podremos decir que se ha cometido un supuesto Urdangaringazo.

Que es como un pelotazo, pero sin necesitarlo.

12 de diciembre de 2011

Epidemia de rabia en europa.

Deberá de ser por mi arraigada situación de estrés congénito o por la intranquilidad que te da la madurez pero tengo la percepción que estamos viviendo un momento en el que los diferentes nerviosismos van colonizando europa como si fuera una nueva epidemia.

A lo largo del año hemos tenido 15-M, una huelga general de pacotilla, disturbios en Francia, en Londres, en Grecia, en Italia. Hemos vivido con la espoleta del miedo introducida en nuestro esfinter intentando asumir que no vamos a ser más ricos, más altos ni nos vamos a ir de vacaciones lejos porque no nos quedan destinos turísticos asequibles ya que los árabes se están volviendo protestones en vez de limpiar sus hoteles para nuestro occidental culo.

Así que hace dos días una post adolescente italiana llegó a su casa y, al descubrir su familia que ya no era mocita, ella consideró correcto decir que había sido violada por un gitano. Su familia, garrote en mano y gasolina en la otra, quemaron todas las casas de rumanos que encontraron a su paso como si la delincuencia tuviera una nacionalidad.

Después de tanta destrucción la chica dijo la verdad: que ya no era mocita porque había tenido cierto intercambio de fluídos con su novio. Aún así, aprovechando la coyuntura, la caza al gitano continúa en las afueras de Turín.

Pero no es un problema exclusivamente racista ni especialmente italiano. Las discusiones, la expresión de ira cuando un idiota se te cuela en la cola de la pescadería es el reflejo de tanta intranquilidad y tanto "nos vamos a ir al garete" que se va repitiendo continuamente a través de los altavoces vociferantes de los medios de comunicación.


Parece que estamos buscando el momento en el que todo reviente, como si viniera la apocalipsis pero no supiéramos desde donde.

Quizá lo que necesitamos es vivir con algo más de tranquilidad, pero para eso parece que hay que dejar de estar informado.

Mis amigos más felices no ven la televisión.

Yo les digo que no se si es mejor saber quien te sodomiza o no darte cuenta que estás siendo sodomizado.

Ellos me dicen que la ignorancia les ha convertido en más felices y luego se van a leer el libro de Punset.

11 de diciembre de 2011

La muerte digna y la extensión de las agonías

Por estas fechas, más o menos, recibí, hace dos años, la última llamada de teléfono de mi padre. Me decía, con la voz casi como un hilo que le mantenía despierto, que no se me olvidara que ya no iba a estar en casa, que le iban a ingresar de nuevo. Me decía que si tomaba la decisión de ir a verle, aunque mi deber era trabajar en los sueños que estaba persiguiendo, ya no le tenía que buscar en casa, sino en la segunda planta de aquel hospital de lujo del que no salió.

Me contaron, porque no tuve el valor de estar delante en aquellos momentos, que aquel dolor infernal que le estaba carcomiendo los huesos por dentro le llevó a tomar la decisión de suplicar por morir en las pocas horas que la morfina le dejaba tener conciencia de la realidad. Sentía, porque lo sé, que a lo largo de su vida había hecho muchas cosas de las que algunas, como en cualquier caso, estaban bien y otras no estaban tan bien. Me decía, alguna semana antes, que se había dedicado a trabajar para nosotros y se había olvidado, muchas veces, pasar el tiempo necesario para vernos crecer. Me seguía dando indicaciones de cómo cuadrar un balance y de cómo debía de emplear 8 horas para dormir, 8 para trabajar y 8 para disfrutar. Me decía que no fumase. Me hablaba del amor incondicional de mi madre y alguna vez se le escapó lo orgulloso que estaba de sus dos hijos, quizá algún momento antes de que ya no pudiera andar. Me había mirado, la última vez que salí de casa, con la mirada que tienen las despedidas mientras movía dos dedos desde sus ojos hacía los míos, como si siempre me estuviera vigilando. Ahí estaba, con ese batín azul con el cinturón deshilachado, las gafas con el borde brillante y la seriedad cómplice del que sabe que es, por derecho, el guía de su entorno.

Recuerdo los viajes de vuelta como una cuneta contínua en la que parar a llorar donde no me viera nadie. Lloré en la M-30, en todas las áreas de servicio entre Somosierra y Miranda de Ebro. No era ausencia, era rabia. Porque cuando nos lo habíamos dicho todo el resto del sufrimiento, de los ingresos médicos, del declive, del adelgazamiento como un globo que se desinfla desde dentro, estaba de más. La rabia representaba la impotencia de acabar con aquella situación injusta sobre un hombre recto que no se merecía suplicar por morir.

Uno de los debates que divierten a la sociedad que nos espera se refiere a la muerte digna. Es perfectamente lógico mi punto de vista. Quien defiende la extensión de las agonías es un asesino.

Aún recuerdo aquella llamada. Espero que ningún beato defensor de los procesos divinos tenga que recordarla.

9 de diciembre de 2011

Bye bye, Uk.

Los británicos, que no los que viven en aquella isla, son unos tipos fenomenales que te pisan el pie en el metro y después te dicen, sin mirarte, un meloso Sorry como si realmente sintieran en sus carnes el dolor sobre tu pie.

Creen de ellos mismos, al ser el último gran imperio caído, que el mundo orbita alrededor de su reina y de su manera ingrata de ver el mundo considerando más de alguno de sus sistemas caducos como un referente que los demás no son capaces de igualar ni imaginar en el mejor de sus sueños.

Al contrario que los alemanes, que siempre les he visto como una nación capaz de rehacerse tras haber tocado fondo después de perder dos guerras mundiales, han sabido, a golpe de talonario y clases de idiomas con profesores nativos, mantener la moral y la creencia de su población en que la culpa de que su industria vaya cayendo en el olvido de la modernidad es de todos menos de ellos mismos.

Consideran que son tremendamente generosos con la comunidad india que les mantiene los comercios abiertos a altas horas de la mañana. Creen que los hombres de color iluminan sus calles y mantienen vivos sus mercados populares. Albergan la esperanza que su desagradable gastronomía sea reconocida más allá de sus fronteras y consideran que sus pequeños vástagos, sonrosados y barbilampiños, disfruten del sexo y las drogas en los países del sur de Europa como si la raza mediterránea fuera inferior.


Ahora se congratulan de salirse de la unión europa mientras le recuerdan a Irlanda lo mal que le ha ido de la mano de lo continental. Se salen porque en realidad no han tenido más remedio que aceptar que les importa su trasero mucho más que la posibilidad de ayudar al trasero continental a no ser sodomizado por la pudiente clase media china o la futura trabajadora clase media India. Se salen porque, como un niño caprichoso, no quieren ser iguales a los demas, porque eso implicaría mirar a los ojos en vez de hacia abajo, que es como les gusta mirarte, aunque sean una banda de pelirrojos bajitos con tendencia al alcoholismo.

Ahora espero, sinceramente, que sea verdad y dentro de unos años, cuando la mayoría de las empresas británicas estén en manos de capital Chino (si no lo están ya), los arcenes de las carreteras se hayan poblado del mugriento moho que las circunda y las cañerías victorianas revienten, tengan que volver con las orejas abajo a poner sus coches por el lado correcto del camino, usar el sistema métrico, aprender aleman, francés o español y soportar que nuestros estudiantes vayan a fornicar con sus prolíficas autóctonas que se han preocupado de parir pequeños chovinistas al abrigo de un gobierno que, por fin, ha demostrado que es incapaz de pensar en nadie que no sea él mismo y reconocer, sin decir "sorry", su manera anacrónica de considerar que el imperio británico aún existe.

Bye bye, Uk.

8 de diciembre de 2011

One hit links

A todos, especialmente a quienes llevamos conectados a diario más tiempo del que somos capaces de recordar, nos ha pasado alguna vez: nos mandan un video, una foto, un link o una inconveniencia que ya vimos hace demasiado tiempo y que estaba escondida en alguna parte del cerebro que casi estaba olvidada.

Suele venir de alguien que acaba de conectarse, que tiene al día algún perfil y que se siente como si hubiera encontrado la aguja en el pajar que es internet y en el que más de uno retoza sin control pensando que lo que ve en su pantalla sólamente lo sabe él.

Internet llegó a quienes nacimos sin que existiera como una explosión de imágenes pornográficas sin control que descubríamos en la soledad de nuestra habitación, sobre todo si estábamos en plena adolescencia.

Para los que llegaron después pudo ser la necesidad de acumulación compulsiva de música como ahora puede ser la acumulación compulsiva de series de Tv. Pero siempre compulsivo y siempre buscando algún límite que pensábamos que no existía o algún chiste que no nos habían contado.

Con el paso del tiempo la burbuja ha crecido y los límites han cambiado al menos para quienes hemos aprendido a convivir con la existencia de un medio que se cuela en el bolsillo de nuestro pantalón sin enseñarnos a diferenciar si acaso hemos recibido un mail o lo que nos vibra es el principio de un futuro cáncer de próstata.

Sin embargo, como quien es un melómano imparable que lo ha oido todo o un lector asiduo que traga páginas tras páginas, empieza a vivirse la diferencia entre quien lo ha visto casi todo y el que descubre un video y bombardea con él a los desafortunados que le aceptaron en facebook o le dieron su mail.

De la misma manera que alguno cree que Pitingo es el creador de Smell like teen spirit más de uno vive en la retardada creencia que la nueva soplapollez que ha descubierto la quieren compartir los demás, que la vieron en 1995 con su conexion de 56k y aquel módem que hacía aquellos ruidos infernales, como gritos de cerdos sacrificados, antes de conectarse lentamente.

Los contenidos y las páginas de internet viven al amparo de las modas y lo fácil, de lo comercial y lo masticable. Es mucho más sencillo lograr visitas sacando la foto de un testículo pelado que redactando un buen texto o creando un elegante video. Es mucho más sencillo tirarse a alguien tras cinco copas y olvidarle que enfrentarse al reto valiente de una relación. Es más rápido salir en el telediario por mearse sobre la foto de Rajoy en medio de un mitin del PP que por haber descubierto la vacuna contra el Sida. Es más cómodo consumir canciones de menos de 3 minutos y 4 acordes que dos horas de compleja orquesta sinfónica.

En música se define como One Hit Wonder a aquellos grupos que subieron tan rápido como cayeron por culpa de una única canción.

En internet pudieran ser los One Hit Links aquellas cosillas que van de mail en mail, de perfil en perfil y que saturan las listas que aparecen a fin de año diciendo qué es lo más visto. Y nada lo recordaremos el año que viene, excepto si alguno te lo vuelve a mandar como si fuera nuevo.

Es lo mismo que si te regalan el principito o Juan Salvador Gaviota diciéndote que es la última moda en libros de autoayuda: descubres que la contraparte ha leído poco.

7 de diciembre de 2011

La poda del tercer sector.

Vamos a ser hipócritas. Se suele definir al Estado como El Primer Sector, a la empresa como El Segundo Sector y a todas esas organizaciones que se vienen a preocupar de los despojos que nuestra propia sociedad genera, el Tercer Sector. Se le suele definir como el conjunto de asociaciones civiles, fundaciones, mutuales, cooperativas, clubes de barrio, sociedades de fomento, cámaras empresariales, colegios profesionales, comedores sociales y organizaciones religiosas que se vienen a ocupar de parados, pobres, enfermos, desafortunados, putas, yonkis, despapelados y malavenidos.

Hasta hace unos años el tercer sector venía a ser donde las acaudaladas mujeres ociosas de señores ricos gastaban su tiempo y limpiaban sus conciencias. Ponían la pegatina de la cruz roja en la solapa de los transeuntes y se colocaban detras de la barra de un comedor social para llenar de potaje las bandejas de los usuarios del servicio. Más tarde y, todo hay que admitirlo, gracias a la labor que la parte de la Iglesia que hace de Iglesia realiza, se generaron lugares donde poder dormir si no tenías techo y donde poder poner en orden tu vida cuando ya estaba aceptablemente desordenada. Luego llegaron las obras sociales de las cajas y se dio educación a quien la quería recibir e incluso se enseñaron las pautas básicas de comportamiento a quienes venían a ayudarnos en nuestro prometedor futuro como Estado. Ahí estaban, en el lugar al que no llegaban las señoras con dinero que seguían con las pegatinas en las solapas de las camisas, una buena cantidad de jóvenes voluntarios que movidos por su conciencia social echaban una mano donde podía darse el caso y donde las monjas no llegaban. Pero el trabajo seguía subiendo, porque este sector sigue siendo un sector en expansión.

Así que, como la Iglesia huele a macropoder incontrolable, aparecieron las ONG. Hemos tenido ONG de todas las formas y colores, de todos los propósitos y todas las ideas posibles, casi siempre sin fronteras. Médicos, Payasos, Ingenieros, Jubilados sin fronteras. Asociación de ayuda al hombre de color, al Boliviano, al separado sin custodia, a la mujer maltratada, a los animales de compañía abandonados, al niño maltratado, al idioma Romaní e incluso creo que alguna asociación sin ánimo de lucro vigila la buena realización de las tortillas de patata en todos y cada uno de los bares que visitamos los domingos.

Y, probablemente, todas tengan cierta razón de ser porque se defienden de la imparable estandarización social a la que nos vemos avocados. Es seguro , también, que una persona que destina su tiempo de manera exclusiva a esta labor habrá de ser pagada por ello como un trabajador más.

Sin embargo las cajas, obligadas por orden ministerial a tener cierta labor social, ya aprendieron que es la parte de su negocio que flaquea, y van eliminando recursos o convirtiéndose en bancos. Los gobiernos, apoyos económicos de la mayoría de ellas, las van reduciendo su asignación como quien reduce la paga a sus hijos no productivos y los particulares, que gustamos de decir que queremos ayudar pero nos quedamos nuestro dinero en las cuentas naranjas, no damos ni un duro a no ser que veamos cierta compensación económica en ello. Por mucho que estemos de acuerdo en la necesaria labor social de nuestra injusta sociedad nadie ayuda por una motivación moral, mis egoístas lectores. Es más, se han descubierto grandes agujeros y profundos negocios al abrigo de la compasión humana.

Mi psicólogo, paradigma inoperante de la autoayuda, cobra 70€ por que yo busque mis soluciones dentro de mi mismo (ante lo cual le he dicho que si es así debarán ser 35 para cada uno). El cliente que me pidió pagar aquello más tarde y nunca lo hizo me dice que no tiene cuando lo encuentro en un bar tomando vino y muchos de los mal pagados trabajadores del tercer sector saben positivamente que la utopía de la reinserción de los usuarios de sus servicios es imposible.

Tenemos una sociedad llena de restos y de inoperancias. El tercer sector es absolutamente necesario, pero tambien es cierto que, como si fueran pequeñas empresas privadas, tienen que tener resultados tangibles. Quizá es el momento de ayudar exclusivamente a las organizaciones que se dedican a hacer cosas importantes y abandonar en el ostracismo del olvido a todas aquellas que surgieron al amparo del dinero infinito del Estado, pagado con los impuestos de los trabajadores y las empresas, para hacer el canelo sin preocuparse de poner los resultados encima de la mesa como si las buenas intenciones fueran la excusa para seguir cobrando.

Comer, trabajar, vivir, ayudar a quien puede salir adelante y a morir dignamente al que se lo ha ganado. El resto de las cosas a las que ayudamos con dinero público empiezan a parecer bajas de trabajadores falsas firmadas por médicos incompetentes que se llevan por delante a más de una persona que necesita la ayuda que se gastó en, quizá, clases de lengua romaní que no habla nadie o en carísimas jornadas de muestra de folclore peruano que no visitaste jamás mientras a tu vecina del tercero su nevera le hace eco porque no tiene qué comer.

Yo soy parecido a mi madre en estas cosas: si necesitas algo me voy contigo a un bar y te compro un bocata. Verte comer es el resultado. Dar dinero a una guapa secretaria en una lujosa oficina puede que te calme la moral, pero necesito una prueba del resultado. No me vale con una banderita de la Cruz Roja.

6 de diciembre de 2011

Levantarse (genéticamente)

Uno de los anuncios más nostálgicos y que parecen más lejanos en mi memoria, aunque es del año 93, es el del Vicks VaporUp. Probablemente hoy en día si apareciese una niña en la cama, con voz de pena pidiendo que le froten el pecho, más de una asociación de denfensa del menor, con furiosa cólera, prohibiría dicho anuncio entre los gritos de Sálvame donde se discute el tamaño del falo del secuestrador, asesino y violador de la hija de Albano.

Lo cierto es que muchas mañanas, a la hora en el que la radio empieza con su martilleo a base de noticias sobre mi mesilla de noche (que no en la mesilla contraria, que le pertenece a las visitas), suelo recordar a dicha niña porque a mi tampoco me apetece levantarme de la cama, porque no podré bailar.

Resulta que, aprovechando el empleo serio e importante de la ciencia y los fondos destinados a la investigación, un grupo de científicos han llegado a la conclusión que no quererse levantar por las mañanas es un resultado de nuestros genes. No somos vagos, estamos predestinados a serlo. Es una excusa.

Yo, lo reconozco, soy un tipo de mal despertar. No me gusta quitarme la sensación de sueño hasta bien entrada la mañana, porque me hace pensar que el día puede darme cualquier sopresa. Sin embargo me gusta rozarme por las mañanas, si es que aún no estoy absolutamente lúcido y tengo la suerte de estar acompañado porque no me fui, no se fue y además sé quien es. Las mujeres que he conocido son muy diferentes por las mañanas. Las he conocido que te patalean y te separan si las acaricias cuando sale el sol y las he conocido tremendamente parlanchinas por la mañana, lo cual es muy desconcertante si al otro lado suenan las señales horarias y está Francino parloteando sin parar. He conocido, incluso, a quienes te han despertado tu dormido falo para pedirte que, profundamente erecto, vayas a prepararle un desayuno de sartén. Y también he conocido a quien te lleva, casi dormido, a por el desyuno continental del hotel donde robas el mini tupper en el que te ponen la ensalada del buffet. Y recuerdo con profundo cariño las que te violan un poco antes de levantarte y te miran cómplices desde el humeante café. Si hay suerte, además, se meten en la ducha contigo.

Supongo que eso es lo bueno de algunas mañanas para las que ahora resulta que estamos geneticamente predeterminados. Yo tengo esos genes, seguro.

5 de diciembre de 2011

Skynet, Simons y la bolsa.

Cuando Skynet tiene conciencia de si mismo (29/8/97) lo que se inicia según el argumento de Terminator es la aniquilación de la raza humana. En realidad, sin ir mucho más allá de la imaginación de algún tremendista, lo cierto es que las máquinas son parte de aquel problema que nos afecta en cada minuto de nuestros días.


Nuestro problema, según las estadísticas de opinión de la población, son económicos. Si tienes problemas de cama, son económicos. Si tienes problemas para sentir que no eres capaz de disfrutar la conducción salvaje y varonil de un Ferrari, es un problema económico. Si no te puedes ir a pasar un fin de semana a Logroño no se debe a que te hayas comportado como un tremendo gilipiollas, sino porque crees que la presión en el trabajo, al que vas por dinero, te ha llevado a esa situación de penuria.

Jim Simons, un refutado matemático, decidió que los problemas de dinero se le iban a terminar en el momento en el que decidió aplicar sus conocimientos en ese campo tan afectado por los problemas políticos globales como es la economía mundial. Contrató a un buen montón de programadores, físicos y matemáticos para su empresa de inversión y actualmente es multimillonario. Lo que ha hecho es eliminar todos esos escandalosos factores que suponemos que afectan a la economía y convertirlo en números.

En realidad aquellos elementos que afectan a la economía mundial ya no están regulados por aquellas personas que, teniendo conciencia de los problemas, las inversiones, los intereses de las poblaciones o las ideologías de las personas que mandan en el futuro de los demás decidan que éste o aquel empresario va a invertir en arroz, microchips, naranjas o huevos. No tiene que ver con que los países, que se creen de si mismos el ombligo de los destinos de sus votantes, suban o bajen el valor de su moneda o su deuda externa. Ni siquiera las guerras o la posesión de campos petrolíferos de los antidemocráticos árabes tienen tanta influencia sobre el valor del dinero que cobras a fin de mes como los autómatas que invierten automáticamente el dinero de las grandes fortunas siguiendo algoritmos tan desconocidos como los que funcionan en Google.

Al final el truco, como en casi todo, es eliminar el componente humano de la decisión a tomar y sustituirlo por complejas ecuaciones de alto grado que dan resultados fríos pero efectivos.

Al final, casi como decidió Skynet, el ser humano es la incognita que sobra en la ecuación. Eso sí, no termina con nosotros con una apocalíptica guerra nuclear, sino con una depreciación del valor de la moneda.

En el 2018, según la película, ya somos pasado. Ríete tú del calendario Maya.

Jim Simons está mucho más tranquilo mientras conduce un Ferrari, desconozco si va a algún hotel con encanto del mismo Logroño.

Es triste, pero es verdad: tu vida está regulada por máquinas que tienen algoritmos en vez de sentimientos.

4 de diciembre de 2011

Tus personajes históricos.


Para la guapa, futura criminóloga y candidata guipuzkoana a miss España, ante la pregunta de "¿con qué personaje histórico te gustaría cenar?" la respuesta adecuada es "Victoria´s Secret". Supongo que es lo mismo que si alguno de los fanáticos de Apple dijeran que quieren cenar con una manzana mordida o, incluso, alguno seguro que está convencido que más de un personaje de ficción (Orzowei, el teniente Horatio, Dexter o Hank Moody) es absolutamente real e histórico.

La respuesta en sí, como aquella que consideraba a Confucio el precursor de la Confusión, pone delante de tu cara la brutal concepción de la sociedad y los hechos históricos que vamos dejando a nuestras espaldas. Estudiamos, en su momento, que los personajes históricos eran los grandes conquistadores, aquellos que lograron que las sociedades cambiaran en sus maneras de pensar e incluso inventores que han dejado su impronta en aquellos elementos que vivimos como cotidianos. Gandhi, Napoleón, Edison... hasta Hitler, Stalin e incluso Franco son personajes históricos forjados a la manera tradicional que reflejan los libros de historia.


Pero para otras generaciones los personajes históricos son bien diferentes. Steve Jobs, Maradona, Michael Jordan, John Lennon, Amy Winehouse, Michael Jackson, Will Smith, 007, Naranjito o Doraemon pueden considerarse como tal. Bart Simpson no llego a tanto porque fue Homer quien se quedó la entrada más completa de la Wikipedia. Visto así no es de extrañar que una chica que sueña con desfilar en Victoria´s Secret (empresa fundada por un hombre que acabó suicidándose) afirme que su personaje histórico elegido sea ese.

El lógico pensar, si le damos una vuelta, que convertirse en un personaje histórico ya no resulta de las acciones habituales de conquista o esfuerzo racional. Sin embargo podemos considerar como histórico a todo aquel personaje, real o ficticio, que afecta y modifica el comportamiento de la masa. Visto así muchos de los artistas, la mayoría de las marcas (Lovemarks), algún que otro dibujo animado y más de un deportista terminan grabados a fuego en nuestro cerebro muy por encima de pensadores, políticos o inventores.

Ahora dime con qué personaje histórico te irías a cenar.

3 de diciembre de 2011

2 de diciembre de 2011

Dineros

Dinero, maldito dinero.
Todos lo noticieros abren con lo mismo. Todas las noticias, para bien o para mal hablan de lo mismo. Hablamos de dinero como si todos supiéramos lo que es y a todos nos faltase, como si fuera el amor, o como si fueran las relaciones sexuales satisfactorias: que lo tengan los demás siempre suena a afrenta.

Que si los directivos de Novagalicia se han repartido comisiones cuando es un banco ruinoso, que si los concejales del ayuntamiento se han subido el sueldo un 30% (nadie sabe respecto de qué), que la reina de la diputación de León tenga 12 puestos de trabajo ella sola y vaya a hacer la compra en coche oficial o los concejales o que tu vecino haya cambiado de coche parece, en estos tiempos en los que la austeridad, la rebaja y el tijeretazo parece que te persiguen, una cuestión de mal gusto.

Mi abuela nunca hablaba de dinero, probablemente porque tenía y porque decía que era de mal gusto. Mi madre siempre dice que no hay que parecer ni rico ni pobre y algún amigo de Bilbao centro siempre intenta pagar la próxima ronda mientras otro de Barcelona también dice que lo hará, pero no le vi hacerlo nunca.

En realidad el dinero, hoy por hoy, parece que es el único tema de conversación que nos atañe. No hace falta que nos den una clara indicación de si es bueno o es malo el dato, que si se trata de parné siempre habrá de ser malo, estafador, irreverente, poco ético e incluso sucio. Si la persona que acompaña al dato es un político o Urdangarín (que me pregunto para qué va a ser un mangante si ya tenía la vida solucionada de la forma más antigua del mundo) entonces es mucho peor. Si empezamos la frase con "el dinero que percibe una mujer de 52 años, parada y con dos hijos..." entonces presuponemos que es una cantidad menor de la moralmente necesaria. Si empezamos la frase con "el directivo de la empresa, que percibe un sueldo de..." entonces es una cantidad robada al proletariado.
Nunca hay un punto medio en cuestiones de dinero.

Ni una conversación más aburrida en la que todos estemos de acuerdo porque siempre hablamos del dinero de los demás, que es lo mismo que hablar de los genitales de los demás sin preocuparnos por el nuestro, que siempre nos parece menos.

Yo no tengo un duro, pero unos genitales casi a estrenar. Mi alcalde tiene mucha pasta, pero seguro que hay cosas que le gustaría cambiar conmigo. No hay trato.

1 de diciembre de 2011

Crisis y disfunción eréctil

Dicen que en tiempos de crisis uno de los elementos personales que más se ven afectados por los acontecimientos es la vida sexual de cada uno. Estoy de acuerdo.

Dicen, en algunos estudios, que en periodos de crisis las ventas de juguetes sexuales suben hasta un 18%, casi siempre favorecidos por las mujeres que tienden a usarlos en soledad, aunque también alguna valiente juega con su pareja sin pensar en el agravio comparativo que puede suponer (lo sé) la rigidez y placer que el aparatillo produce en la contraria.

Dicen que a la larga, casi tan larga como los años que levamos con una situación de vivir al límite en lo economico, la excitación sexual se reduce. Lo que si dicen los estudiosos es que al principio del periodo de ofuscación personal que es darte cuenta que tu vida hace aguas, también te vuelves un poco zorrón y tienes un pequeño subidón de líbido que se va como el acné, con el tiempo. Supongo que tardas el tiempo que tardes en descubrir que aquel pequeño semental de polla como una recortada o aquella prietona libidinosa más flexible que un jugador profesional de twister no pueden darte el calor ni la conversación que realmente es lo que buscas cuando buscas el punto G.

Cuando empezó la crisis una de las primeras consecuencias de las que se hablaba era de un pequeño baby boom. El mundo se llenó de Jonathans, Jeniffers, Irkus, Vanessas, Borjas e Ismaeles. Las parejas pasaron de tomar copas en las puertas de los after a pasear de la mano y empujar algún que otro carrito de niño y de diseño. Ahora que los niños corretean sin descanso por los parques junto al perro que compraron sus jóvenes y pobres progenitores es cuando ya no se acuestan juntos, como si tuvieran sus órganos sexuales sedados por el paro, como en la canción.


El 70% de los hombres han sufrido alguna época de disfunción eréctil, según las estadísticas. A mi no se me empalma desde hace, más o menos, seis días. La miré asustado preguntándola hacia donde se estaba atreviendo mirar con el frío que hace fuera. También dice la misma estadística que el español medio tiene 1,3 relaciones sexuales a la semana, lo cual no se si negarlo o admitirlo porque yo, que soy un tipo de extremos, cuando he tenido pareja sexualmente activa he podido cometer el exceso de 13 en el fin semana, aunque hubiera querido 13 al día y me quedé en 13 al año, porque follo como un soltero, que es mucho las veces que lo hago, pero muy pocas veces. Lo que sí que es cierto es que si lo haces una vez y la otra te quedas en 0,3 no debe de tener gracia, aunque cumplas a rajatabla las estadísticas.

Como decía una amiga: cada uno con su central que haga lo que quiera.

Supongo que lo único que saco en conclusión de todo esto es que cuando mejor sale el sexo, que no es cuando es mucho ni es poco, es cuando te sientes bien haciéndolo.

El resto, en cantidades industriales o a cuentagotas como un suero de baja calidad, no merece la pena. En crisis, tampoco.

Las mujeres piensan en sexo 10 veces al dia. Los hombres 18. Yo me las guardo hasta que baje el euribor. Me guardo mi 1,3 veces como si fuera una cuenta de ahorro que espero que sea la mia y cada día la de más gente, pero solo una, porque no necesito más.

29 de noviembre de 2011

Anecdotas en una tienda de informática (B)

Absolutamente verídicas. Todas, porque todas las he vivido yo personalmente. Las he ido anotando poco a poco en los últimos dos meses, claro que ayer, al aparecer una amable señora preguntándome qué hacer cuando su gato se mea en el portátil (pobrecito- añadió), consideré el momento de recopilarlas:


Descargas i-legales:
‎"No hombre... como va a ser ilegal si me he descargado una canción de Albinoni..."


Argumentos de venta
-Hola, quiero un ordenador, pero que sea Hp.
-¿Por qué?
-Porque es el unico con el que puedo volver a un estado anterior.
-Ah. Y lo de "restaurar sistema" que tienen todos?



Validation Free tool:
-¿Me quitas el mensaje de "este windows no es original"?
-Si. Windows original: 100€. (más instalación)
(no hubo trato)



Obras e informatica:
La impresora se atasca sola.
(Mirar impresora y sacar, delante del cliente, un trozo de escayola de pared del tamaño de una uña)
Ah, será la obra del salon...



Descripción técnica:
-Hola, quiero una grafica. -Cual? -Una -De qué tipo? -Pues como la que se me ha roto. -Y como es?
-...Alargada.



Discount:
¿me haces descuento? No.
¿Y para mi en cuanto se queda? En lo mismo.



Euroconectores frontales:
por favor, revisarme los euroconectores del ordenador (respuesta: los conectores USB)


Reggatteando:
¿Cuanto cuesta? - 22€
Bueno, te doy 20€, que acabo de llegar de mi pais y no tengo más.

No, son 22€. No son 21€ ni 23€. Son 22€


Esto tengo:
"Hola, quiero un ordenador. Tengo 140€"
...
"Vale, adios".



Tan caro?:
podrias mandar a alguien a casa, que seguro que es una tonteria?. Si, pero ir a su casa son 60€. Tanto? Bueno, un fontanero cobra 75 y no es una carrera de 6 años.


Virus:
Te traigo el ordenador porque una me insulta por el facebook....



Conectores:
¿Tienes un conector para poner el pen drive en el mechero del coche?. Para que?. Para oir la musica. Y... ¿por donde suena?.


Phising:
No me funciona el messenger.
Caballero, lo tiene en portugues y la pagina esta direccionada a china.
Bueno, es que yo no se idiomas.



Plantas rules:
¿Para cuando estará el ordenador?. Para mañana. ¿Mañana?. Si, por?... porque se me van a morir las plantas de la granja...


La copia de seguridad:
¿Tienes copia de seguridad? . Si, en la otra carpeta (del mismo disco duro).
(lo explico:la llave de la caja fuerte? Dentro.)



Crisis:
cuanto vale una fuente de alimentacion?
25€
y tienes algo de segunda mano?
(joder con la puta crisis...)



Google (A):
Mirame el ordenador, que he borrado el Google..


Google (B):
Hola, quiero un ordenador, pero me instalas google.


Powerfree:
hola, quiero un powerpoint. Si , su coste es... No, nononono, lo quiero gratis. Ya , señor, pero yo lo vendo. ¿y no puedes hacer una excepcion?


Emule rules:
Hola, te traigo este ordenador (una tablet de 4gb) para que le instales el emule y me baje peliculas...


Mi correo:
ponme mi correo electronico.
¿Su cuenta es?
xxxxxxxx@gmail.com
¿Su contraseña?
No la se



La caidita:
Pero... ¿si se cae se puede romper?

Intereconomia
Este sintonizador está mal porque veo todas las cadenas menos intereconomia.


Remember: anécdotas (A)