1 de diciembre de 2011

Crisis y disfunción eréctil

Dicen que en tiempos de crisis uno de los elementos personales que más se ven afectados por los acontecimientos es la vida sexual de cada uno. Estoy de acuerdo.

Dicen, en algunos estudios, que en periodos de crisis las ventas de juguetes sexuales suben hasta un 18%, casi siempre favorecidos por las mujeres que tienden a usarlos en soledad, aunque también alguna valiente juega con su pareja sin pensar en el agravio comparativo que puede suponer (lo sé) la rigidez y placer que el aparatillo produce en la contraria.

Dicen que a la larga, casi tan larga como los años que levamos con una situación de vivir al límite en lo economico, la excitación sexual se reduce. Lo que si dicen los estudiosos es que al principio del periodo de ofuscación personal que es darte cuenta que tu vida hace aguas, también te vuelves un poco zorrón y tienes un pequeño subidón de líbido que se va como el acné, con el tiempo. Supongo que tardas el tiempo que tardes en descubrir que aquel pequeño semental de polla como una recortada o aquella prietona libidinosa más flexible que un jugador profesional de twister no pueden darte el calor ni la conversación que realmente es lo que buscas cuando buscas el punto G.

Cuando empezó la crisis una de las primeras consecuencias de las que se hablaba era de un pequeño baby boom. El mundo se llenó de Jonathans, Jeniffers, Irkus, Vanessas, Borjas e Ismaeles. Las parejas pasaron de tomar copas en las puertas de los after a pasear de la mano y empujar algún que otro carrito de niño y de diseño. Ahora que los niños corretean sin descanso por los parques junto al perro que compraron sus jóvenes y pobres progenitores es cuando ya no se acuestan juntos, como si tuvieran sus órganos sexuales sedados por el paro, como en la canción.


El 70% de los hombres han sufrido alguna época de disfunción eréctil, según las estadísticas. A mi no se me empalma desde hace, más o menos, seis días. La miré asustado preguntándola hacia donde se estaba atreviendo mirar con el frío que hace fuera. También dice la misma estadística que el español medio tiene 1,3 relaciones sexuales a la semana, lo cual no se si negarlo o admitirlo porque yo, que soy un tipo de extremos, cuando he tenido pareja sexualmente activa he podido cometer el exceso de 13 en el fin semana, aunque hubiera querido 13 al día y me quedé en 13 al año, porque follo como un soltero, que es mucho las veces que lo hago, pero muy pocas veces. Lo que sí que es cierto es que si lo haces una vez y la otra te quedas en 0,3 no debe de tener gracia, aunque cumplas a rajatabla las estadísticas.

Como decía una amiga: cada uno con su central que haga lo que quiera.

Supongo que lo único que saco en conclusión de todo esto es que cuando mejor sale el sexo, que no es cuando es mucho ni es poco, es cuando te sientes bien haciéndolo.

El resto, en cantidades industriales o a cuentagotas como un suero de baja calidad, no merece la pena. En crisis, tampoco.

Las mujeres piensan en sexo 10 veces al dia. Los hombres 18. Yo me las guardo hasta que baje el euribor. Me guardo mi 1,3 veces como si fuera una cuenta de ahorro que espero que sea la mia y cada día la de más gente, pero solo una, porque no necesito más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario