30 de noviembre de 2010

Wikileches

Berlusconi es incapaz, vanidoso e ineficaz.
El gobierno Yemení miente a los suyos.
Angela Merkel tiene poca creatividad.
Alan Duncan (Uk) es homosexual, David Cameron carece de profundidad y Gordon Brown es un tipo inestable.
El gobierno belga es manejable
Gadafi es adicto al Botox
Putin y Mevdevev son como Batman y Robin

Sarkozy es un personaje autoritario y abrupto.
Zapatero es un izquierdista trasnochado.
Y el rey de españa es un buen tipo.

Más o menos esas son las noticias de la "gravísima" filtración del nuevo faro que todo lo ilumina de este mundo moderno llamado Wikileaks.

Personalmente me importa bastante poco porque me recuerda a esas discusiones de pareja en la que ella afirma que él es un gordo peludo y bigotón antes de que él le recuerde que ella se ha convertido en todo aquello en que le juró que nunca se iba a convertir. Y después de la discusión él se sienta en el sofá a ver el futbol y ella se va a su cuarto a sorprenderse ante la televisión de las nuevas andanzas de Belen Esteban.

La sinceridad, y lo decíamos en marzo del 2008, cuando aún ni nos imaginábamos la cantidad de cosas que nos iban a suceder en poco tiempo, no es dar la opinión sin pensar en la otra parte sino que "significa estar razonablemente seguro de que el otro puede recibir nuestras palabras como una ayuda". Decir verdades como puños en el soez envoltorio de la sinceridad mal entendida, en la mayoría de los casos, duele. Normalmente duele porque sabes que es verdad.

Yo soy un experto bocazas que usa el parámetro de la sinceridad como puñales. Debería de aparecer entre los documentos desclasificados.

De la misma manera que ya no quedan diplomáticos como los de antes, al estilo de Inocencio Arias (con pajarita), probablemente las formas se van perdiendo en este momento de malas artes en el que nos movemos. De todos es conocido que Sarkozy es bajito, que Zapatero hace footing como una nena, que a Berlusconi le gustan las adolescentes más que a mi, que Clinton no puede más que ser condescendiente con quien le reza de rodillas, que Angela Merkel tiene un tremendo escote y que Obama es negro.

Parece ser que decirlo por escrito es un pecado cuando solamente es doloroso, aparte de ser acusaciones que no van a ninguna parte. En realidad cuando ella me dijo que no me quería porque me había convertido en un niñato obsesivo y consentido sufrí una punzada en el costado. Respondí, como un niño que quiere hacer eso de "y tú más", que era una egoísta sin sentido del humor que se estaba haciendo enormemente mayor. Solamente nos hicimos daño. Después, unas horas después, cuando la pude ver tumbada en la cama con el sueño acechándola junto a mis sábanas quise pensar, con mi parte más racional, que lo importante es que sus abrazos seguían haciéndome sentir ese calor tan especial, pero eso no pude decirlo tan facilmente como los agravios.

Al final las filtraciones de Wikileaks no son más que discusiones de enamorados que se seguirán metiendo en la cama juntos. Cuando Obama no quiera sexo con David Cameron o hacer una orgía con Sarkozy, Merkel, Putin y Zapatero alguno de ellos aún pensará que se insultaron sin ninguna mesura en algún documento desclasificado. Eso pensarán cuando suceda.

Nadie dijo que la convivencia en esos noviazgos contínuos que da la política fuera fácil pero las filtraciones no dicen nada que no supiéramos aparte de certificar que a los políticos les duele mucho más su imagen que lo bien o mal que hagan su trabajo, que es lo único que nos debería de importar. Muchos actores se han aborrecido publicamente y han hecho grandísimas películas, te lo dice alguien a quien dejarán por niñato. Al menos eso pensaré cuando suceda.

Pd: En esta guerra de hackers y crackers (que no son lo mismo porque unos hacen el mal por buenas causas y otros para fastidiar) me acuerdo de la noticia de Stuxnet, que es ese virus que solamente afecta a los sistemas informáticos de Siemens que son los que llevan las centrales nucleras de Iran, que casualidad.

29 de noviembre de 2010

Dáselo a tu madre


Es lo único que se me ocurre tras pasar todo el domingo intentando coser los agujeros de mis bolsillos. Y un botón.

28 de noviembre de 2010

Con los tanques por las calles pobres

Sentado al abrigo de la calefacción que me abraza abordo las noticias repetitivas de aquellos canales informativos donde unos presentadores serios, monocromáticos y educados van saltando de un lado a otro del globo con informaciones variadas antes de sumergirse en los pronósticos metereológicos en los que quedo abducido mientras analizo la temperatura que hará en Kiev sabiendo positivamente que tampoco me importa aunque siempre hay poblaciones que busco con extraña curiosidad.

He devorado un reportaje sobre las favelas de Rio De Janeiro que es, para muchos y hablando únicamente de la parte rica, un referente del esplendor del gobierno de Lula Da Silva.
Es un reportaje triste, como todos esos reportajes que se regodean en la pobreza de los demás. Es un momento que me recuerda a ese mito que dice que en Sevilla, en las 3mil viviendas, no entra la policia. Y después sale el reportaje de cómo las fuerzas Brasileñas han desplegado sobre aquellas favelas más tropas que las que han podido desplegar en Irak.
La pregunta ética es perfectamente obvia. ¿Es lícito, bajo la salvaguarda del bien global, la salud pública y el equilibrio sostenible, entrar con los tanques en tu propia ciudad ametralladora en mano?.

Supongo que si es en Rio de Janeiro y en una población pobre, si.

Y ademas los noticieros mundiales se congratulan de lo estupendo que es el señor Lula.

Cuando sacas este tema algunos de mis vecinos se alteran y recuerdan esa idea tan actual que es defender a Sarkozy por mandar a tomar por el saco a una banda de rumanos. No les gusta lo del gobierno de Marruecos ni lo de los israelitas, pero eso les pilla lejos. Hablan de la permisividad absoluta de nuestros modernisimos estados (hasta ahora) y si les recuerdas cuando se proclamaba la posibilidad de entrar con los tanques por la Gran Via de Bilbao te dicen que aquella era una idea descabelladamente franquista. Se alegran que en Madrid se haya entrado con tropas de asalto para atajar el robo de cobre que tan de moda se estaba poniendo y esperan que a esa banda de turistas borrachos que manchan nuestras costas con sus vómitos se les pueda meter en cintura a base de policía.

Y definen a los habitantes de bien de las favelas que escuchan las balas pasar junto a sus casas como de daños colaterales.

Tengo mucho miedo en convertirme en algun daño colateral si es que me emborracho, me voy a vivir a Ciudad Juarez o tengo la mala fortuna de pasearme por alguna favela del emergente Brasil actual mientras algunos se congratulan de que esté oyendo las balas en vez de trabajando en los trabajos que mis instituciones hayan sido capaces de promover.

Supongo que todas estas noticias son un reflejo de la incapacidad de hacer las cosas bien por medios de bien y con gente de bien.

Paris: máxima 2. mínima -1. Abu Dhabi: máxima 26. mínima 21.

27 de noviembre de 2010

Vicios caros, Glycerine

Ariel Rot, hermano de Cecilia Rot de la que me enamoré secretamente (mientras ella se habia convertido en las mejores letras de Fito Paez) viendo una y cien veces Martin (Hache), sacó el año 97 un disco sencillo en el que cantaba limitadamente y tocaba como una estrella. Ahí me encontré "Vicios Caros".

Hasta hoy, quién pagó tus vicios caros fui siempre yo. / Aposté, por tu juego arriesgado /pero no gané. / Y tuve que robar, para poder conseguir / lo que me ibas a pedir. / Y que tonto fui, no pude ver, / no quise reconocer, / te reías de mí.
Ya no queda nada, la caja está vacía /yo sabía que ese día tu te irías. / Y estoy desesperado, y necesito un trago / ahora descubrí que soy esclavo de tus vicios caros.
'Fuiste mala, fuiste muy muy mala ...'
Y tuve que robar / 'Y yo tuve que robar' y trabajar / y que tonto fui /'pero yo que tonto fui' / Cómo te perdí...
Ya no queda nada, la caja está vacía / yo sabía que ese día tu te irías. / Y estoy desesperado, y necesito un trago / ahora descubrí que soy esclavo de tus vicios caros.

Y dos años después Bush publicó Glycerine, que es de esas canciones oscuras con violines escondidos que tanto me gustan siempre.

Must be your skin that I'm sinkin in /Must be for real cause now I can feel /and I didn't mind /it's not my kind / not my time to wonder why / everything's gone white / and everything's grey / now your here now you away /I don't want this / remember that / I'll never forget where your at / don't let the days go by / glycerine
I'm never alone /I'm alone all the time / are you at one / or do you lie / we live in a wheel / where everyone steals / but when we rise it's like strawberry fields
If I treated you bad /you bruise my face / couldn't love you more / you got a beautiful taste / don't let the days go by / could have been easier on you / I coudn't change though I wanted to / could have been easier by three / our old friend fear and you and me /glycerine (repeat) / don't let the days go by / glycerine
I needed you more / when we wanted us less / I could not kiss just regress / it might just be / clear simple and plain / that's just fine / that's just one of my names / don't let the days go by / could've been easier on you / glycerine

Un francés, un inglés y un español

Protestas en Francia

Protestas en Londres

Protestas en Grecia

Mientras tanto, en un lejano lugar llamado España:

Hay una cosa que me intranquiliza. Cuando se empieza a hablar de recortes y de despidos, de bajadas de sueldos y de incrementos impositivos en algunos lugares las masas salen a la calle con palos y piedras. Se rebelan con furiosa cólera contra el sistema que les hace responsables de solucionar algún problema del que no se sienten responsables. Lanzan mobiliario público contra las fuerzas de seguridad que han de mantener el equilibrio a toda costa. Cierto es que en Grecia la movilizaciones fueron sangrantes, quizá porque fueron las primeras y porque afectaron a los camioneros, que siempre son especialmente beligerantes. En Uk afectan a los estudiantes (como en Italia), que aún viven la postura romántica de la nueva revolución cultural que se supone que está en sus manos. Pero en Portugal, en Irlanda y en España, que nos afecta a todos, vive la idea general de la imposibilidad de enfrentarse a aquellos sangrantes sacrificios que nos van a tocar los modos de vida de cada uno. Vivimos con esa desidia para con lo que se nos imponga sin darnos cuenta de aquellas reglas democráticas en las que se supone que la masa puede hacer modificar políticas y gobiernos. Probablemente el triunfo de las grandes democracias modernas es hacerle creer al votante que no puede hacer nada para cambiar un sistema que no le gusta y que le trata de mala manera, como una esposa de la que no puede divorciarse.

Se acaba de publicar el libro con las fotos del único momento en el que todos los españoles nos movilizamos (aquí, en Atenas, en París, en Londres o en algún bar de los profundos Estados Unidos donde nos pillara y donde quizá recibimos algún sms de un compatriota): La final del mundial de futbol. El libro se llama "La España Fantasma" y se parece sospechosamente a la capacidad de expresión de queja de la que dispone nuestra maltrecha escala de valores social: un vacio en las calles.

Los laberintos burocráticos se hicieron para hacernos creer capaces de poder cambiar el sistema mientras el sistema hace con nosotros lo que quiere haciéndonos pasar de ventanilla en ventanilla.

..y tampoco es cuestión de ir por ahí quemándolo todo.

25 de noviembre de 2010

Gutenberianos vs Nativos Digitales

Marcel-lí Antúnez, a quien por casualidades del destino conozco personalmente y es objeto de mi admiración aunque no comparto sus direcciones artisticas, comentaba en una tertulia de la2 que nuestra civilización ha sufrido diferentes cambios en sus expresiones culturales a lo largo de la historia.

Decía que uno de los grandes saltos se dio en aquel momento en que nuestra tecnología inventó un sistema de impresión de colores sobre cualquier superficie y si además esa superficie resultaba ser transportable como son las telas entonces los artistas fueron capaces de desarrollar sus inquietudes más allá de lo que las paredes de las cavernas habían sido capaces de hacer.

Después llegó Gutenberg y revolucionó el mundo con la imprenta.

Más o menos nostros nacimos después, y se nos podría llamar "gutenberianos".

Pero de la misma manera que los artistas tuvieron que aprender a mezclar los colores básicos y nosotros tuvimos que aprender a leer y escribir, aparte de poder plasmar nuestras ideas de una manera minimamente coherente, aquellos que viven en esta nueva revolución tecnológica en la que estamos viviendo no pueden creerse artistas únicamente porque cuando pulsan teclas aparecen cosas en la pantalla. (Claro que también hay algunos que se creen músicos porque aporrean instrumentos musicales y venden discos en los40, pero ese es otro tema)

Esos, que se les llama los "nativos digitales", han de aprender que de la misma manera que cada revolución tecnológica ha desarrollado una posterior revolución cultural a ellos les toca aprender a aprovechar las nuevas formas que tiene la tecnología de afectar a sus inquietudes artísticas y no podemos creer que puede ser arte lo que defeque un tonto con un photoshop pirata instalado en su pentium IV.

Es exactamente lo mismo que saber que no es literatura cualquier cosa que se escribe ni pintura cualquier boceto sobre papel. Nosotros, que nacimos al final de la galaxia de Gutenberg, tuvimos que esforzarnos sobremanera para limar y aprender que la expresión escrita vive mucho más allá de cualquier mensaje de texto mal redactado. A los Nativos Digitales (generacion Y) deberemos de exigirles ese esfuerzo que a nosotros nos llevó tantos años y tantos suspensos en literatura porque nunca supimos realmente qué era un complemento perfecto.

Alguno aún se cree un artista porque una vez subió un video editado a youtube que tuvo muchas visitas o escritor porque tiene un blog. Ese es un Nativo Digital que vive en las cavernas de lo que nos queda por vivir.

Y lo que nos queda por vivir tiene pinta que va a ser divertido, como todo, si se hace bien. Habrá que aprender, cosa que no saben nuestros políticos, que por tener un ordenador no se es ningún artistazo del siglo XXI.

Aunque esto de acá arriba sólo sea un video de aceite y agua.


Pd: gracias @cristinapg, por la idea básica

24 de noviembre de 2010

El Puente Colgante divergente del Principito

El Puente Colgante, cuyo nombre real es Puente Bizkaia y une Getxo y Portugalete es una construcción diseñada por un tal Martin Alberto de Palacio, retocada por el francés Dubois (que es nombre de cava malo) y supervisada por el mismísimo Eiffel.

Así que esta construcción, considerada el transbordador en activo más antiguo del mundo, vive uno de esos procesos de cambio contínuo y ahora está en pleno proceso de cambio de color.

Tres colores están sometidos a votación popular: "Vena Roja hematíes Somorrostro", "Rubio Campanil" y "Blenda". Parece que "Vena Roja" está ganando.

Independientemente del caso en particular me planteo que existe alguien, en algún lugar del mundo, cuyo trabajo consiste precisamente en inventar nombres, porque alguien tiene que inventarlos.

"Eau de aroma de flor del desierto", "Jabón de flores del campo en primavera", "Placer amargo del cielo de New Hampshire", "Verde camaleón", "Marea baja de mar del norte", "Sensaciones de arena", "Pastilla de gel de ducha de las islas griegas", "Manos de amante sobre lecho de leche de soja"...

Existe esa persona, casi como un creativo publicitario que se regodea en el pensamiento divergente (ver: pensamiento lateral), que se dedica a buscar las combinaciones de nombres que puedan despertar nuestros sentidos y alguna de nuestras pasiones.

Porque nuestro cerebro tiende al pensamiento convergente, es decir, a afrontar los problemas desde un punto de vista lógico y racional (vease: rojo, amarillo, olor a naranja...). Por el contrario la manera creativa de resolver problemas es en la que se basa esta manera de trabajar, de pensar, de inventar nombres con lo que se te ocurra dejando la mente tan en blanco como cuando estás practicando buen sexo o haciendo bien el amor. Más o menos es si te pagasen por seguir siendo un niño que, como si fuera el Principito, va por ahí diciendo que aquello no era un sombrero sino una serpiente que se había comido un elefante.

He de reconocer que en este mundo convencional y lleno de normas en el que vivimos seguir siendo el Principito cuando has pasado los 35 es sumamente complicado. Lanzar tus nombres inventados al aire, hacer valer tus imaginaciones más excéntricas, escribir algún sms sin pensar en la respuesta, correr por tu pequeño planeta cuidando la rosa que apareció sin avisar o no querer levantarte de la cama un jueves es poco adulto y poco correcto. A no ser que alguien entienda que tu trabajo perdido era el de inventar nombres y que realmente mientes cuando te comportas como un adulto porque te encanta que te cuiden como un niño de esos que tienen una gran imaginación.


23 de noviembre de 2010

Pijama de rayas en Kabul



En realidad hemos de suponer, bajo el prisma absolutamente occidental que si un niño no tiene una playstation, un perfil en Tuenti o un buen balón reglamentario ha de ser, en consecuencia, un niño infeliz.

Me recuerda entonces los días en los que mi padre, caminando por lo que ahora es la extensión del museo Reina Sofia, comentaba que aquello eran campas en las que jugaba con sus amigos si es que no se iban a bañar al ahora contaminado rio Manzanares.

Me recuerda también que muchas de las intervenciones que realiza nuestro entramado de ONG´s en el tercer mundo parte de puntos de vista incorrectos. Voy a poner un ejemplo:
En cierta aldea africana las mujeres debían de recorrer kilómetros para acceder a agua potable. Un grupo de occidentales con dinero consideraron, como es lógico, que tener un pozo en la aldea resultaría un paso cuántico hacia el buen vivir de dichas mujeres. Así que gastaron una cantidad de dinero en excavadoras y dejaron un grifo con agua tremendamente saludable en medio de la plaza central del asentamiento. Nadie fue de capaz de pensar que toda esa caminata era el momento en que aquellas mujeres hablaban entre ellas, ese momento de marujeo africano necesario para cada una y aquel pozo acabó con la pequeña cuota de libertad de la que disponían aquellas mujeres. Es un buen ejemplo de una buena intención que únicamente tiene en cuenta la postura occidental del bienestar.

No digo que los niños de Kabul sean felices, que lo desconozco. Sólo digo que no se puede presuponer su infelicidad desde una silla en una oficina de alguna gran ciudad.

Hemos de reconocer que determinados puntos de vista no son válidos para aplicar en cualquier lugar del planeta de la misma manera que vender la democracia occidental al pueblo iraquí se ha demostrado que no funciona y que porque tu piel sea más blanca no dejas de ser Michael Jackson.

La capacidad de asumir ciertos elementos desastrosos como cotidianos es algo innato en la infancia. Cuando ves las caras luminosas de algunos niños africanos o de niños de tu barrio más próximo que viven en entornos que nunca querrías para los hijos de tu mayor enemigo te sorprendes casi de la misma manera que te sorprende cuando a tu sobrina le gustaban más las cajas de los regalos que los regalos en si mismos. Cuando hace muchos años mi pequeño cuerpecito euskaldún viajó a unas vacaciones en Gandia los otros niños se sorprendían al ver en mi a otro niño feliz considerando como consideraban que viviendo en euskadi, entre esas bombas que saltaban al telediario cada día, debería de ser más triste que un payaso triste y yo no era capaz de entender la diferencia porque había asumido mi violento entorno social como algo normal.

Porque entonces yo aún era un niño que jugaba con las cajas en vez de con los juguetes que me regalaban.

Y ahora soy un niño más grande que considera que mi padre se divertía mucho más que yo en aquella posguerra de balones remendados, porterías hechas con dos piedras y zapatillas llenas de barro.

Algunas asociaciones considerarán que mi padre no podía ser feliz basándose en la ínfima renta per cápita de mi abuela y supongo que las asociaciones que vigilan a los niños del mundo les quieren estadísticamente limpios, educados y en casa a las 10. Quizá se olvidan que el mundo es muy grande, mucho más que esas oficinas cercanas a los centros de poder del G8 y que los niños ven la basura que lanzamos en oriente medio de una manera más positiva de lo que podríamos pensar.

Por supuesto que los niños de aquellos países destrozados por adultos son nuestra prioridad para normalizar este mundo en guerra que les estamos dejando pero no podemos más que aprender de aquellos niños que en Kabul van en Skate y en Gaza hacen surf. En nuestra guerra europea llevaban pijama de rayas.

Por eso mismo no puedo negar que los niños de Kabul no puedan ser felices. Podrían serlo más, al estilo de un niño de Kabul con todo el futuro por delante. Eso sí, un futuro agfano, no un futuro anglosajón. Imponerlo con nuestros criterios es equivocarnos.

22 de noviembre de 2010

Pa-ta-ta


Pa-ta-ta, nos obligaban a decir nuestros padres cuando nos intentaban inmortalizar con aquel equipo de baloncesto en el que jugábamos de pequeños. En aquellas fotos puedes adivinar cómo alguno de aquellos pequeños jugadores a los que las camisetas les quedaban grandes disfrutaban orgullosos de la formación y otros sonreíamos para no importunar al fotógrafo paterno.

Después llegaron las fotos de la adolescencia en las que buscabas tu cara entre el enorme grupo y quizá te preocupabas más de tu aspecto físico global que de las expresiones de tu cara, a no ser que aquella foto fuera en una de esas borracheras comunitarias de las primeras noches fuera de casa.

Luego descubrimos la nueva tecnología, las posiblidad de aparecer en cualquier foto, en cualquier sitio y de cualquier forma hasta un punto en el que dejó de importarnos atusar nuestro pelo porque sabemos positivamente que en la siguiente foto no estaremos avisados.

Así que alguna tarde lluviosa de noviembre al revisar nostálgicamente las fotos podemos ser capaces de recordar aquella sensación que nos perseguía en el momento exacto que nos hicieron la foto.


Dicen que no se puede aprender ni controlar como decían que se puede con la inteligencia emocional, que es la manera de convertirte en un maquiavélico triunfador en lo laboral y, si acaso quieres completarte en un mundo superficialmente social, entre aquellas amistades que rellenan las barras de los bares que quizá frecuentes.

Pero cuando te rías y cuando te veas en las fotos sabrás, si es que te has acostumbrado a realizar ese férreo marcaje a las emociones básicas, que no es verdad.

Y además la risa es tan buena como el ejercicio físico. La risa aumenta el flujo sanguíneo. No te puedes imaginar lo bueno que debe de ser reirte y volverte a reir cuando te ves feliz en las fotos, en aquellas que sonríes sin tener que decir pa-ta-ta que son las de la risa de verdad, la que es instintiva.

20 de noviembre de 2010

A mis 30 y diez

...39 parece que aparento.
En este preciso instante en el que se publica este post estoy absolutamente deprimido en la fiesta del 40 cumpleaños de un compañero de exactamente la misma edad que yo. (Unos meses menos, pero eso no importa).

Lo cierto es que estaré rodeado de los universos paralelos que se van generando con el paso de los años. Ahí estará mi buen amigo, el mismo con el que hace muchos años terminé intentado arreglar el mundo después de consumir una buena botella de viña Ardanza por la playa de Laredo caminando en sinusoides. Estará su amante esposa, que es la responsable de la fiesta sorpresa, y supongo que alguno de sus dos amorosos hijos. Estarán, y esto son elucubraciones, compañeros de trabajo con traje y corbata de esos que disimulan sus entradas del pelo contando cómo compraron alguna entrada para ver a los Rolling. Estará algún divorciado con una jovencita de carnes apretadas intentando vivir una segunda juventud. Estará alguna buena mujer sentada con un gin tonic, que dicen que es la bebida de las separadas porque es tremendamente amarga. En algún lugar de la fiesta alguien nos hablará sobre el concienciamiento global y terminaremos hablando de política o de informática con la sobriedad que dan los años de experiencia. Otros se volverán a casa pronto porque tienen a los niños con los abuelos y yo aún no se si me disfrazaré de adolescente contínuo con unos pantalones que parecen de cuero y el pelo un poco despeinado.

Y todos tendremos envidia de todos porque más o menos por esta edad empiezas a pensar si el camino que tomaste era el correcto o si los caminos correctos eran todos los demás.

Me deprimiré de la misma forma que los viejos se van dando cuenta que sus amigos se mueren pero no por el paso del tiempo porque me siento orgulloso de la persona en la que me convertí sino porque tengo un miedo pavoroso a que el dia que a mi me toque la varita de los 40 vuelva a coger mi coche y conduzca solito oyendo canciones de antes por las calurosas calles de agosto sin que nadie haya encontrado el hueco que yo haya dejado donde hacerme una fiesta sopresa...
...sintiéndome tan joven y tan viejo.

Pd humorística a base de un corto sevillano: Eso es asín.

19 de noviembre de 2010

La trinca (de 1988) a la Generalitat

Hace algunos años un buen amigo (y lector habitual de este blog) se cansó de trabajar en una de esas señaladas empresas del grupo Mondragón (macro grupo industrial cuya marca más conocida es Eroski) donde se vive la idea absurda y anacrónica de que ser del PNV, hablar euskera, apoyar el independentismo vasco, ir a los partidos del Athletic o beber Txakolí de manera desenfrenada mientras se ven las Idi Probak de Gernika era un sinónimo de modernidad.

Así que cogió sus bártulos y se fue hacia la poblada y muy moderna Barcelona.

Un par de años después, sentados comiendo en Kebab cerca de la Plaza Catalunya y hastiado de su rutinario trabajo me confesaba, mientras juraba querer dejarlo todo e irse a Madrid, que si cambiamos el Athletic por el BarÇa, al PNV por CiU, el Txakoli por el vino del Penedés y alguna que otra tradición por su equivalente autonómico las realidades son que ese nehandertal razonamiento no es una cuestión cultural sino humana.

Al fin y al cabo son regiones tremendamente paralelas y con un ego que no entra en la misma habitación que tú y que yo.

Ahora que, sin ese trabajo rutinario sigue residiendo en el gran núcleo urbano que es Barcelona intenta vivir la vida como buenamente puede o las circunstancias culturales (y de la desastrosa industria del cine) le dejan, se ha convertido en parte de mis ojos para con la estúpida y publicitaria campaña catalana donde cada uno se reparte su papel.

Estan los malos, los muy malos, los antiespañoles, los anticatalanes, los republicanos, los altos, los bajos y Carmen de Mairena.

La última ocurrencia, aparte de ese "desliz" de disparar a algún inmigrante en un juego del PP o llamar a todos los andaluces defraudadores soportados por los muy trabajadores catalanes es simular un orgasmo cuando votas a Montilla o si votas a montserrat Nebreda.
Y Nebreda y Montilla, o más bien sus publicistas, se dan palmadas en la espalda por demostrar lo moderno y rentable en las urnas que es unir sexo y política.

Son tan modernos que La Trinca, que son los grandes catalanes que se hicieron ricos con el Gran Hermano español, ya lo hicieron antes ( en 1988.)
Cada mañana me levanto en mi sobreinformado mundo buscando una nueva anécdota publicitaria de estas elecciones en las que, según va pasando el tiempo, cada partido se degrada a si mismo un poco más buscando votos como colillas a medio fumar por las aceras de las ramblas.

Y después, algún dia en algun pub, sacas de soslayo el tema de los toros delante de una catalana y ves cómo se va poniendo azul cuando llamas a una tradición que no sea un casteller sin darse cuenta que hace el mismo ridículo que sus políticos al comportarse igual, exactamente igual, que los mediocres políticos de cualquier sitio.

Pero si le preguntas te asegurará que no hay nada más moderno que el moderno Barcelona cuando la modernidad, vivas allí, aqui o en una gran urbe, está en las personas. Si te rodeas de mediocres, da igual donde vivas. Mi mas moderna noche fue en León pero porque estuve rodeado de gente modernisima. Todos con gafas de pasta.

17 de noviembre de 2010

El Sahara, la nueva palestina y los muertos

Cuando Franco estaba más muerto que vivo y el rey de Marruecos decidió lanzar la marcha verde para recobrar los territorios del Sahara perdidos los militares españoles no sabían que hacer porque no tenían órdenes de disparar a la masa inocente que se les avalanzaba y les iba recortando terreno dejando todo aquello en Ceuta y Melilla, como si te dejaran las sobras.

Entonces las poblaciones autóctonas brindaban y bailaban creyendo que aquello, como la educación, les haría libres o por lo menos libres de aquellos españoles malísimos.

Pero Marruecos quería todo el pastel y unos cuantos nómadas no le iban a quitar los yacimientos de petróleo o la gran cantidad de arena que los saharauis reclamaban suyas y de nadie más.

En España hemos dicho muchas veces, con diferentes gobiernos y con la boca pequeña, que si los saharauis quieren ser independentes, que lo sean, que para eso vivimos en un mundo libre.( Nos han parecido una banda de independentistas miserables aquellos que querían autodeterminar Euskadi o hacer el catalán lengua única en Cataluña pero los palestinos y los saharauis, que están suficientemente lejos, nos han producido la simpatía quijotesca del oprimido por el poderoso.) Y nuestros gobiernos han sabido siempre que llevarse mal con el reinado marroquí implicaba directamente que sus playas fueran una lanzadera libre para las pateras que aterrizan en nuestras costas porque a los marroquíes les ha importado bastante poco que unos negrísimos de Nigeria cayeran en el intento. Así que Suarez, Calvo Sotelo, Felipe, Aznar y Zp han estado siempre muy calladitos con las malas artes que hace en su casa el omnipotente rey de allá abajo. Casi es lo mismo, pero de tercera división, como lo que le pasa a EEUU con las bofetadas que sistemáticamente se dan entre unos israelíes y unos cuantos palestinos.

Ahora, ante el nacimiento de un polvorín en Aaiún, las tropas marroquies han entrado a saco. Han matado gente. Han derribado casas. Han golpeado a niños. Todo eso ha llegado a nuestras televisiones indignándonos y clamando en nuestra historia más o menos reciente haciendo que la familia Bardem salga a la calle más irritada que tu espalda el primer día de playa, a pedir responsabilidades de nuestro gobierno, de ese mismo gobierno que defendía la causa saharaui cuando estaba en la oposición.



Los saharauis tampoco se han quedado quietos soportando las bofetadas y ahora el gobierno marroquí ha difundido un video en el que unos saharauis lanzan piedras y se orinan sobre los cadáveres decapitados de los militares muertos. Y también nos indignan estas expresas imágenes de violencia más desatada que la de los americanos en Irak como cuando un palestino hace explotar una bomba en un mercado israelí.

Dicen que las autoridades marroquíes castigan a cualquier periodista que no sea francés. Dicen que los derechos humanos se cercenan continuamente en una ciudad sin ley donde vive una señora que se quedó a dieta en algún aeropuerto español recibiendo la visita de Zerolo. Dicen que nadie es bueno, que todos son malos y que las alfombras ya no están tan baratas pero hay costo para todos. Dicen, incluso, que ahora el PP es el gran defensor de la causa independentista del Sahara y algún politico en campaña Catalán le encontrará alguna analogía como Puigcercós se ha atrevido a vomitar que todos los andaluces son defraudadores.

Mientras tanto, mientras unos culpan a los otros alguna madre de algún saharaui ya no tiene hijo que es lo mismo que le pasa a la madre del militar sobre el que orina otro, mientras un rey inicia diálogos con un frente polisario, mientras un dirigente palestino se sienta con un israeli, mientras Sarkozy mira hacia un lado, Obama al Tea Party o se casa el heredero británico con una plebeya, mientras tanto sigue habiendo muertos por causas no naturales y sean de donde sean o por el motivo que sea: Los muertos valen lo mismo.

El único responsable de una muerte es el asesino, el ejecutor. Me importa bien poco que sea de ETA, del Sáhara, de Marruecos, de Israel, de Palestina, de Aluche o de la casa donde le parió su puta madre.

A veces cuando se saca rédito político a las muertes de los demás siento tanta rabia que me dan ganas de meter a algunos en una caseta y prenderles fuego, pero me convertiría en un mierda en estos juegos de buenos y malos donde siempre pierden los mismos: las familias de los muertos.

Posicionarse en un lado u otro es defender a asesinos sin que nadie pueda tirar la primera piedra. No puedo más que, de nuevo (cobardemente y lleno de excusas morales), definirme como un pacífico equidistaní. Ahora me llamais pro-marroquí, pro-israelita, pro-saharaui, pro-palestino, pro-etarra o pro-español. me la trae tremendamente al pairo. Solo expresé un vómito en forma de post por las arcadas que me da cada vez que veo muertos por la tele, que es a diario.

Y siempre parece que alguien tiene una causa justa para ello, cuando no la hay. Nunca.

16 de noviembre de 2010

Estudiar para pensar

Mis padres, como los padres de la mayoría, pensaban que tener un título te permitiría abrirte al mundo, derribar los muros de los trabajos infames, salir a la luz de la felicidad.
Más o menos como el video siguiente:

Aunque yo sigo agradeciendo a mis padres el esfuerzo cometido en mi educación he llegado a la conclusión que lo más importante es aprender a pensar. Mucho más que andar por la vida con uno o cien títulos pegados alrededor del cuerpo. Los malos selectores de personal miran tus títulos, los buenos charlan contigo. Einstein trabajaba en una oficina de patentes.

Pero igual que hay que fracasar mil veces para lograr un pequeño triunfo hay que estudiar para aprender a pensar. Son cosas que van unidas. Desafortunadamente para llegar a esta conclusión he tenido que aprobar y suspender más de un examen.

Decían que uno de los grandes dramas de la españa contemporánea reside en que hace no mucho se ganaba más dinero enluciendo paredes que luciendo tus títulos en las mismas. Cuando no hay paredes que levantar ni enlucir aparece una clase social sin apenas preparación que tiene un par de niños y que está acostumbrada a un interesante nivel de ingresos. Y no les puedes meter de funcionario porque nunca se preocuparon de leer ningún libro que no tuviera fotos. Tampoco puedes dejarles en la estacada por abandonar irracionalmente sus estudios pero no tienes medios para hacerles volver al colegio.
También existe aquella banda de antiguos JASP que no cogían un trabajo si no les daba coche de empresa.
Ninguno de los dos aprendió a pensar, con o sin título. Otros pensamos demasiado, será que estudiamos lo justo pero no lo suficiente.

Pd: Leer inspira a los niños(precioso, aunque sea un anuncio)

15 de noviembre de 2010

Altruismo genético

Dicen que han encontrado un gen que es directamente responsable del altruismo y la generosidad de cada uno. Quieras o no si tienes el gen tienes la necesidad, como si fuera una adicción a las drogas, de donar dinerillo a las obras benéficas, dar bocadillos de calamares a los que tienen hambre y ropa a quienes tienen frio.

Es una mala jugada de tu ADN si ahora te demuestran que no puedes ser malo aunque te empeñes en ello. Supongo que cada uno es como es aunque se esfuerce por lo contrario. Algunos salen corriendo y desaparecen de vez en cuando, otros son intrínsecamente mal pensados o tienden genéticamente a enamorarse de las personas incorrectas, los menos son atletas genéticos o tienen un cuerpecillo perfecto mientras juran que no hacen nada por mantenerlo, existen los que tienen predisposición para las matemáticas, para la música, para aprender idiomas o para equivocarse.

Pero nunca se me había ocurrido pensar que la bondad es algo genético. Es como si te dicen que el destino está marcado desde hace tiempo como si estos científicos se hubieran disfrazado de astrólogos de tercera división.

Yo pensaba que era fruto de la voluntad. Me equivoqué. Será por eso por lo que di toda mi ropa vieja y ahora, cuando llega parte del invierno, hay días que siento frio.

14 de noviembre de 2010

Los juguetes eróticos y yo.

Tengo que entornar los ojos para poder adivinar, año arriba o año abajo, alguna vieja anécdota que, tratándose de sexo, tiene que ver con alguna mujer y mi sorprendente proceso de aprendizaje inconcluso.

La semana aquella, quizá sobre 1995, yo había llevado a una convención a mi compañera de pupitre universitario porque había descubierto que mi novia me la pegaba con un apuesto joven de nombre compuesto que se disfrazaba de progre los veranos y recorría europa haciendo autostop con una mochila a la espalda, la barba sin afeitar, unas camisetas muy modernas y 4 años (y 400 golpes) menos que yo en el cuerpo.

La primera noche, alojados en una habitación de dos alturas (con una cama arriba y dos abajo) en Baeza, al llegar al hotel y darle un casto beso me preguntó: ¿Donde vas a dormir?. Yo, tan pícaro como puede ser un niño sin experiencia educado al abrigo de los hermanos de La Salle dije: "donde lo hagas tú". Y ella decidió entonces que los dos dormiríamos abajo, cada uno en una cama.

Maldije entonces, al no poder cometer el irracional e infantil acto de la venganza, no haberme reconciliado con mi adultera novia.

El día siguiente volvimos hacia el norte. Yo había decidido pasar a saludar a mi hermana en Madrid y por las largas rectas del sur de Castilla ella me dijo, al hilo del paisaje: "es una pena que no folláramos anoche". Yo respondí: "creo que no nos da tiempo a llegar de dia a Madrid"

A 11 km de Madrid, dejando que mi coche realizara un sobreviraje, terminamos entrando en una pestilente habitacion de hotel con agujeros en las sabanas más grandes que los de los bolsillos de mi pantalon. Ella se sentó correcta sobre la unica silla y sacó uno de esos portalápices con dibujitos y cremallera que se llevaban al colegio. Dentro, exponiéndolo encima de la televisión de tubo como el cirujano que expone el instrumental quirúrgico, tenía varios tipos de preservativos, crema lubricante, un vibrador de esos de bala, otro que era como un misil exocet y espermicida por si algo salía mal.

Y yo me quedé entre asustado y espectante.

He de decir que no recuerdo si el sexo fue bueno o malo porque a partir de aquel momento todo en mis recuerdos resulta ser una gran nebulosa, casi como mi primera borrachera. Recuerdo cómo llegué. Recuerdo que estuve allí pero no recuerdo cuando ni como terminé.

Después de aquello, de perder definitivamente a mi novia y no volver a ver a aquella chica tan previsora, he vuelto al mundo de los juguetes sexuales de manera ocasional y, he de decirlo, excitante. He conocido el mundo de las cremas, de los chocolates (que caducan), los condones negros para ver si parecía más grande (que no), la lencería, alguna vez he dejado la cama llena de marcas y me he divertido en esos juegos con sorpresa que deben de ser las relaciones sexuales sobre todo si conoces a alguien con quien tengas la sensación que todo puede pasar y si pasa has aprendido que, al menos en la cama, es bueno.


Pd: Este post esta patrocinado por unos muchachotes de Coruña que me mandaron un afectuoso mail y quieren que conozcais ese divertido mundo de la juguetería erótica. DESEXOCONSENTIDO. (A ver si me mandan algo para mi próxima vez...).
Pd2: Otras entradas de este blog... (aunque hay muchas más.)

13 de noviembre de 2010

Track your happiness

El portal de mi casa es un lugar por el que paso de manera absolutamente accidental desde que descubrí que los 10 años que jugué al baloncesto únicamente me han valido para poder encestar la bolsa de basura desde la ventana del coche o con los guantes de la moto bien puestos.

Sin embargo hoy, en un alarde socializador para con mis vecinos y aprovechando el veranillo de San Martin (11 de noviembre con retraso) he dejado que el amigable sol de la tarde me diera en mi maltrecha cara.

He cogido la llave más pequeña y he abierto el buzón. El ayuntamiento me manda una carta certificada. ¿Será una carta de amor?.

Será una multa.

He recordado que según un estudio pasamos el 46% de nuestro tiempo pensando en cosas que no tienen que ver con nuestro presente. Pensamos en lo que fue y en lo que será, en si ella habrá habrá salido "al mercado" o si aquel cliente habrá hecho la transferencia que te debe. Pensamos en su figura en la cama, esperando tu llegada. Pensamos en el motivo por el que ese equipo no pasa de cuartos o el otro equipo, el informático, no hace post (arrancar antes de windows) todas las veces que debiera. Pensamos si acaso nos habremos equivocado teniendo stock de aquel modelo o pensamos que hay que cambiar la batería de la moto. Pensamos que el domingo hay que ver la televisión y que han dicho que las temperaturas van a bajar. Pensamos, casi siempre en negativo, en nuestra propia imagen llena de arrugas o en el dinero que te vas a dejar en regalos de navidad. Pensamos que le tocará la lotería a otro y alguna vez de manera residual pensamos que llegará el día en el que logres ser aceptablemente feliz.

Algunos piensan en sus futuros con excitación extrema, como quien espera lleno de ilusión un salto a favor en el momento que le den las llaves de su nueva vida por decorar, aunque sea del Ikea. Otros se sientan a ver fotos de lugares lejanos fantaseando en ellos mismos sobre largos atardeceres de relax. Algunos miran los billetes de avión y sueñan en mirar a la derecha ante el bullicio de la llegada.

Pero pensamos.

No recuerdo si era Umbral o Cela, pero para el caso los dos están muertos, quien decía que una persona que está continuamente pensando en las diferentes posibilidades que te da y que pierdes de la vida es , por definición, una persona infeliz. Nadie - afirmaba- inteligente puede ser feliz.

Es es lo que dice el estudio que viene como mis certificados: con una mala noticia debajo del brazo.

El Carpe Diem, aunque es bueno como teoría, me parece como un perro que agita el rabo cada vez que le acercas un hueso. Dejé de ser un perro en 1994, así me va, que muevo el rabo mucho menos de lo que me gustaría.

Pero voy aprendiendo, no sé si se nota. El lunes recogeré la carta de amor que me envía el alcalde.

Pd: el titulo se refiere al estudio , cuyo cuestionario está accesible pulsando sobre la foto. (en ingles)

12 de noviembre de 2010

Aznar, Gonzalez y las abejas reinas

Ayer mismo un conocido periodista nos comentaba que cuando Aznar, siendo presidente del gobierno, se dejó caer por algun canal de televisión y completó la agenda que ya tenía programada fue abordado por dicho periodista con la propuesta de una entrevista en directo sin preguntas programadas. Aznar- nos comentaba haciendo un gesto referente a la poca altura física del individuo- me miró altivamente y dijo despectivamente: "no gracias, en otro momento". Y se marchó por donde había venido. Sin embargo- y seguía la anécdota- cuando Rajoy hizo la misma entrevista (sin ser presidente de nada, obviamente) resultó ser un tipo agradable que se plegaba a las peticiones de preguntas sin guión sin problema alguno.

Cuando Juan josé Millas se sigue regodeando de la gran entrevista que le hizo a Felipe Gonzalez hace un par de semanas cuenta cómo el expresidente se disponía a realizar una intervención en alguna adinerada universidad llena de muchachotes con traje y corbata. Cuenta que en la actitud, las palabras y la falta de consideración estética para con sus espectadores de su vestimenta le rellenaba el aura de esa especie de posición por encima del bien y del mal que rodea a las grandes estrellas.

Supongo que es lo mismo que la actitud de aquella adolescente que ha descubierto su potencial económico que es Miley Cyrus, antes llamada Hanna Montana, cuando pide una sala exclusiva y reservada en Pachá Madrid después de los premios de la MTV. Supongo que es esa altivez absurda que supuso que no pudiéramos compartir sala de invitados con (verídico) veo-veo Teresa Rabal o la venida a menos Ciccolina (que vino sin caballo alguno) y, sin embargo, estuviéramos hablando felizmente con el fallecido Luis Aguillé, el ex lehendakari Ibarretxe, el simpatiquísimo Alexis Valdes, Mikel Erentxun o incluso yo pueda recordar una cena con Roberto Verino en el que terminamos cambiando los teléfonos como quien queda para la semana que viene.

De los primeros se podría decir que tienen el complejo de "Abeja Reina", aunque en psicología se asocia a la "supermujer".

Dice que algunas mujeres que han logrado el éxito en el mundo laboral se oponen a la idea feminista de que el origen de los problemas de la mujer es externo y consecuencia de la discriminación política y económica. Creen, en cambio, que el sistema es abierto y justo y que el éxito del individuo se basa en sus propios méritos. Si ella puede hacerlo, las demás también. Las mujeres que no lo hacen sólo pueden culparse a sí mismas. Al estar convencidas de los determinantes individuales del éxito, también se oponen a las estrategias colectivas del movimiento de la mujer para realizar el cambio social.


En realidad aunque algunos estudios asocien a las "abejas reinas" con la consecuencia de un sistema sexista que deja triunfar a unas pocas para servir de escarmiento a las demás, la consecución de determinado poder en algún momento de la vida sitúa a más de una persona poseída por su personaje como cuando a Johnny Weissmüller (eso dicen) le tuvieron que ingresar en un manicomio porque lanzaba gritos de tarzán por la calle.

A nuestros expresidentes les pasa. A algunas de nuestras ex estrellas también. Supongo que es lo mismo que cuando ella se ha ligado a un tipo fenomenal y no se te acerca porque te ve sin un cuerpo esculpido de gimnasio, ningún idioma fluído en el verbo, una repetitiva y poco brillante actividad sexual, una conversación mediocre y la adivinas pensando que eres poca cosa. Afortunadamente algunos descubren que no hay mayores diferencias entre ellos y tú, que aquello fue circunstancial, que eres un mediocre tipo encantandor tan imperfecto y zángano por las mañanas como ella y se les pasa. Otros siguen dando conferencias y otros hacen abdominales. Yo alguna vez di una conferencia y algún día me hice alguna abdominal pero no quiero alardear, que me pierdo.


Pd: La abeja Maya era mucho más modesta que estos dos (y eso que tenía a Flip de ministro de exteriores).

11 de noviembre de 2010

10 años y 11 meses

Dicen, de lo cual discrepo como un político de la oposición (que es de manera irracional y tajante), que el amor dura exactamente 10 años y 11 meses.

También dicen que el amor tiene el precio de la pérdida de los amigos cercanos lo cual es malo si es que a ella no le gustan tus amigos (si los tuvieras) o tú no seas capaz de soportar a los suyos.
Aún así, en el caso de que el estudio tuviera razón, 10 años son muchos. Y si a eso le sumas el tiempo que pasas entre que estas y que no estás, que te quiero y que no te quiero, que me lo hagas en el suelo del pasillo o que a esa y a ese le has mirado con ojos tiernos, que me voy a casa de mi madre, que me traigo el cepillo de dientes, que tiro tu cepillo de dientes, que me bajo a la farmacia a por un cepillo de dientes, que rozo con mi lengua tus dientes, que si me queda algo de comida entre los dientes... entonces los 10 años pueden gestionarse más allá de lo que me queda de vida.
Así que no me parece tan malo el estudio aunque sea una gilipollez estadística y aunque esa versión de Ivan Ferreiro siempre me ponga los pelos de punta cuando se trata de amores, duren lo que duren.

10 de noviembre de 2010

Señor X

Lámina de humor de Ricardo & Nacho publicada en El Mundo el 11 de enero de 1995.

..y es que ahora parece que se ha vuelto a poner de moda aquella cosa de la X, la Y, la G , la A y la L.

La comprensión lectora desde los libros al twitter

Primero fueron los libros. Eran gordos, muchos de ellos con una trama más lenta que una película de Bergman.

Después llegaron los artículos de opinión que llenaban toda una columna.

Más tarde aparecieron los blogs.

Luego llegó youtube junto con las cámaras de los móviles, pero había que editar el vídeo.

Después, con facebook, ya te creías un literato cuando en tu estado ponía "llueve que jode" y eso le gustaba a 53 amigos.

Más tarde, con Twitter, insultar a Moratinos te daba casi el sillón "ye" de la academia.

Y, poco a poco, la comprensión lectora se murió porque más de uno no sabe pasar del título.

Pd: a veces me dan mucha pena cuando los artículos se trabajan y solamente triunfa el titular más impactante.
Dos noticias de hoy:
1º Un
hombre mata a su mujer atropellandola en Mallorca
un ciclista que ha sido acusado de dopaje no logra ningún contrato para la nueva temporada.

Visto así el uno es un asesino asqueroso y el otro un yonki del pedal.


Curioso mundo éste de los titulares, aunque cada vez son más los que únicamente leen las letras más gordas

9 de noviembre de 2010

MTV: nada nuevo salvo mi vejez.

Este fin de semana han dado los premios MTV europeos. Apareció Eva longoria disfrazada de Jamón y el palmarés ha sido este: Artista Revelación: Ke$ha / Mejor Artista Pop: Lady Gaga. / Mejor Artista Alternativo: Paramore. / MTV EMA Icono Global: Bon Jovi. / Mejor Artista de Rock: Thirty Seconds To Mars. / Mejor Artista Masculino: Justin Bieber. / Mejor Vídeo: Katy Perry por «California Gurls». / Mejor Hip-hop: Eminem. / Free Your Mind: Shakira. / Mejor Directo: Linkin Park. / Mejor Artista Femenina: Lady Gaga. / Mejor Canción: Lady Gaga, por «Bad Romance». / Mejor Artista Europeo: Marco Mengoni. / Mejor Artista Push: Justin Bieber. / Mejor World Stage: Tokio Hotel.

Me he esforzado en oir uno por uno a todas estas estrellonas y quitando a Bon Jovi (a los que conocía y que ya eran viejos cuando yo llegué) nada me sonó a nuevo y viendo la gala llego a la conclusión que importa mucho más en cuestiones de música la imagen del artistazo que la música en sí, cosa que inventó David Bowie con la salvedad que su música sonaba nueva. Hace no mucho sonaba Jimmy Hendrix y un "rasteado y alternativo" joven me preguntaba si acaso era lo nuevo de los Red Hot Chilli Peppers. Gaga, que es una especie de Madonnita que tiene para sí misma a sus Kate Perry y sus Riahanna o sus KeSha (que no son mas que Lady Gagitas). Paramore y 30 sec to mars son de ese rollito enérgico , comercial y tristón casi emo de lo que maman los pelopinchorros con más fans que acné de Tokio Hotel. El Bieber es un Timberlake poco brillante recién salido de la adolescencia. Del Italiano no digo nada porque no he soportado ni una de sus canciones completas pensando que Humberto Tozzi había vuelto. Supongo que por eso hay algunos que aún disfrutan con el tatuado y repetitivo Melendi (como Linkin Park) y yo me sigo escondiendo en Radio3, cuando es el Radio3 que se hacía antes.

O será que yo soy muy mayor, que es la enfermedad cuyo síntoma reside en no entender por qué ponen lo que ponen en los 40 que es, en definitiva, la versión casposa de la MTV al estilo nacional.

Pd: a mi me gustó el video de estos que no están premiados.

8 de noviembre de 2010

Sin señoras de López en el frente.

"Señora de" ponía en una de las primeras tarjetas que yo recuerdo de mi madre. De eso no hace tantos años por mucho que yo sea un gran viejuno.
Quizá lo que sucede es que nunca aprendimos esa concepción tan moderna que es considerar al lenguaje como un elemento determinante para la propia consideración que la sociedad tiene sobre sí, como cuando se insulta a un tipo que no paga con llamarle "gitano", dices que tienes un día "negro" o simplemente vas a trabajar como un "chino". No supimos que aquello era discriminatorio hasta que nos cambiaron los términos, hasta que las ministras dijeron que no era "recien nacido" sino "criatura" o hasta que uno llevó al constitucional la enquilosada prevalencia del apellido paterno como norma escrita para cambiarlo todas las veces que se quiera o jugarselo a las chapas con la pareja que no está de acuerdo en ese tipo de cosas pero que no le importaba tanto tener un hijo contigo.

En realidad nunca puede pensar en ello hasta la semana pasada casi como me obligaron a abandonar la "ch" y la "ll" de la canción del abecedario y añorar la "i griega" cuando ahora es la "ye" porque supongo que todo lo griego ahora empieza a estar muy mal visto.

Nunca consideré aquello de mi madre (que nunca se presentaba como señora de nadie) porque es una manera de acortar las preguntas de la misma manera que los anglosajones tienen a sus Miss, Mrs o nosotros a nuestras señoras y señoritas. Si sabes que está casada conoces un obstáculo sin que lo hayas preguntado directamente. Si su primer apellido es conocido puedes esperarte saber a quien tendrás como suegro enfadado. Si te dice sus apellidos mientras te besa puedes adivinar que tus hijos podrían llamarse igual que tu padre a no ser que te enfades, el juez lance la moneda alfabética, y descubras que sales perdiendo.

No me importa mucho lo del cambio de apellidos aunque lo vea como una costumbre más que se diluye con el paso del tiempo como también se perdió el castellano antiguo.

Pd: espero que no se pierdan los "Perez", los "García" y sobre todo los "López" porque empiece alguna fea costumbre de poner a tu niño algún tipo de "jackson" o "kosner" de la misma forma que alguno de los hijos de mis clientes se llama, de una manera aberrante, Maikel. (Hacer uso de la libertad mata nuestra huella cultural cuando se hace uso sin pensar en la responsabilidad que tiene ser libre)