11 de febrero de 2019

¿Pensar? Jamás

"Cada uno es libre de pensar lo que quiera siempre y cuando piense como yo"


Hoy mismo una mujer, feminista, animalista, antifascista y supuestamente inteligente publicaba en facebook que mueren más mujeres por culpa de los hombres asesinos que por el cáncer.

Mi profesor de termodinámica decía siempre que cuando un resultado de un problema es algo que huele a barbaridad lo más probable es que sea mentira. Así que fui a los datos estadisticamente ciertos. "En España"- le puse- "murieron 110.000 personas de cáncer el año 2017. De esos un 38% eran mujeres, es decir, unas 43.000. En ese mismo año se certificaron 56 muertes de mujeres a manos de hombres malvados".

Se enfadó. "No hablo de España sino del mundo".

No me supe callar. "Hay unos 10 millones de muertes por cáncer en el mundo y si volvemos a hacer el mismo porcentaje lo que estas diciendo es que se matan !4 millones de mujeres al año sólo por ser mujer y solamente a manos de hombres malvados!. ¿No te has pasado, aunque me vayas a decir que no hay estadísticas en Africa?"

Y entonces, a  modo de sorpresa y sin ninguna posibilidad de réplica, me borró. "Me agotas"- mandó en su último mensaje. Cualquier cosa antes de reconocer un error (de un 1000%)

Entonces pensé que aunque sea una barbaridad algunas personas necesitan datos que certifiquen salvajemente lo que quieren oir. Que todos los que comen carne desean que los cerdos sufran, que absolutamente todos los que se sienten españoles son fascistas que desean que Franco vuelva, a ser posible de la mano de Hitler y Mussolinni y que, como es lógico, no hay ni una sola mujer que muere de cáncer o de atragantarse con un hueso de aceituna sino que el hueso estaba ahí puesto por un hombre machista para que ella falleciera, que si es en  accidente de tráfico es lo mismo porque el faro del coche fue diseñado por un hombre y que, ademas, ese hombre quiere destruir el planeta porque el motor usa combustibles fósiles.

A veces solamente hay dos pasos entre la verdad y lo que nos apetece pensar.

Pero si nos demuestran que nos estamos convirtiendo en gilipollas lo sencillo es bloquear al mensajero. Mientras tanto problemas tan graves como la violencia de género, la convivencia, los excesos de las industrias o el daño que hacemos al planeta se convierten en proclamas.

Y ahora yo me he convertido en un machista fascista, favorable a la destrucción del planeta que me voy a comer un filete de cerdo asesinado por los loobys cárnicos.

Ha llegado un momento en que da lo mismo decir una estupidez siempre que esa estupidez sea molona y si me llevan la contraria, no hago caso. ¿Pensar? Jamás. Eso es de cobardes.

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