Hagamos un alegato.
Hagámoslo a favor de los blancos, de los capitalistas, de los hombres y de los que tuvieron la mala fortuna de nacer en el primer mundo y, además, tener para comer todos los días.
Seamos magnánimos con los empresarios, incluso con los que fuman. Empaticemos con los que tuvieron una sola pareja sexual en la vida y son felices en vez de experimentar el gozo del mercadillo de la carne fresca sin nombres ni sentimientos pero mucho fluído.
Solidaricémonos con los heterosexuales, con los que alguna vez, acertados o equivocados, votaron a la derecha, con los que dejan el agua correr hasta que sale caliente en la ducha o con alguno que se puede sentir pleno en medio de la disciplina militar.
Tengamos piedad de los que creen en Dios y de los que alguna vez han sentido curiosidad por el cristianismo. Apoyemos a los que no se emocionan con los libros de autoayuda ni con las frases magníficas de gurús. !Pobres aquellos que nunca se limpiaron los chacras ni bendijeron sus úteros por solidaridad matrialcal!. Vivamos empatía para con aquellos que creen que alguna vez hay que dar un cachete a un niño revoltoso e incluso, incluso, si somos capaces, hagamos un alegato a favor de aquellos que sólo se indignan cuando tienen un motivo.
Porque todos esos también son personas y algunos hasta van a los toros porque dicen que les gusta de la misma forma que otros bailan reggaeton y no les hemos llamado asesinos de la cultura por mucho que disfruten con ello siendo igualmente execrable.
(Resumen: blanco, capitalista, varón, occidental, sin mascota, onnívoro, polucionista, heterosexual, no ecologista, creyente, escéptico, “maltratador” y coherente: el puto demonio)
Pd: porque el sábado me decían que no es lo mismo que robe uno de derechas que uno de izquierdas ya que el de derechas lo usa para hacer el mal y el de izquierdas lo reparte. Porque no se ayuda a la mujer castigando a los hombres ni se elimina la pobreza matando a los ricos. No son malos los creyentes, si es que creen en Dios y buenos si van a clases de reiki. La liberación del hombre de color no pasa con acabar con el hombre blanco. La discriminación positiva es discriminación (al que me saque el dibujito de los niños, las cajas y el partido de fútbol, le reviento). El racismo inverso sigue siendo racismo. Yo sólo recuerdo que hay quien no piensa igual y sigue siendo persona. Es más, hay quien piensa igual y es un gilipollas.
El sábado me decían que no es lo mismo que robe uno de derechas que uno de izquierdas ya que el de derechas lo usa para hacer el mal y el de izquierdas lo reparte.
ResponderEliminarA mi me sueltan eso.... dejo la copa y me planteo irme a vivir a un bosque.... Vaya argumento!!