12 de septiembre de 2014

La app del cálculo moral (y el contagio)

Leo, de un estudio sobre las acciones morales de los humanos y la posibilidad de calcularlas por una app (cara de asombro), que: "Las personas que fueron objeto de acciones morales mostraron mayor tendencia a realizar un acto moral más tarde en el mismo día (contagio moral); mientras que las que llevaron a cabo una buena acción al comienzo del día fueron más proclives a cometer un acto inmoral más tarde (moral de autoconcesión de licencias). "

En ese sentido, deduzco con interesada lógica, que las personas somos, en realidad, volubles a la moralidad. Predecibles. Facilonas. Simples. Llenos de resortes que se activan de manera automática.

"Si tus amigos se tiran por un puente, ¿te vas a tirar tú después?2- nos ha dicho nuestra madre en algún momento de la adolescencia. La respuesta, psicológicamente hablando, es sí.

Aunque sea algo de lo que se acusa a los jóvenes, y más en medio de la vorágine de las redes y las modas, los shorts y Magalluf... el contagio moral o , mejor dicho, el contagio de determinado tipo de moral es algo que se extiende como la lepra. Nunca antes se habló más de ser uno mismo, de la independencia del individuo, de la libertad personal y, casi como un eslogan, de la posibilidad de ser libre. Libre para comprar la misma camiseta, beber la misma cerveza (tengo esa chamarra), ir al mismo banco, usar el mismo teléfono o ir de vacaciones al mismo horrendo lugar. Somos mucho más sectarios que nuestros abuelos y más nazis que nuestros padres. Eso también es, supongo, contagio moral. A veces sois más infantiles que vuestros hijos.

Es creer que tienes ébola cuando se habla de ébola, escandalizado como un gran titular y recitando síntomas leídos en un foro de Internet cuando se llega con los ojos vidriosos a la consulta del médico. Y quejarse de la sanidad pública. Y gritar en el atasco. Y tener una app en el teléfono para calcular cuánto de moral nos queda a lo largo del día sin parar a pensar cual es la clase de moral o si la app la ha pagado una multinacional, porque estaba de descarga gratuíta.

Moral es, también, "Árbol ecuatoriano tropical, de la familia de las Moráceas, de madera incorruptible, muy empleada en la construcción de casas."

Su fruto es la mora. "Estar morado", en argot, es estar borracho. Eso es lo mismo que estar ebrio y ebrio es "poseído con vehemencia". No lo dudes. Si hubiera una guerra termonuclear quedarían las marcas.

Pd (AnexoAntes hubo la masa de fieles, la masa de trabajadores o la masa de soldados. Ahora también hay una masa formada por individuos televisualizados, porque han sido fabricados con el mismo molde, con la misma publicidad, con las mismas series, con los mismos concursos y los mismos programas. Y esa masa está controlada en su forma de pensar, en sus actitudes, en su comportamiento. Yo a eso lo llamo totalitarismo. Lo aceptamos porque no nos pegan ni nos meten en la cárcel. Así es.

2 comentarios:

  1. El pesimismo también se contagia, ¿no?

    Hoy empiezan las deprimentes y aburrídisimas fiestas de la ciudad en la que vivo. No te puedes imaginar qué triste panorama se ve desde la ventana.

    Y mis hijos deberán salir ahí (y comprobar, por ellos mismos, si la moralidad tiene utilidad práctica).

    Jo.

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  2. Es que nos hemos vuelto clones, lo digo y lo repito pero nadie me cree.

    La esposa es la última que se entera de sus cuernos y los clones los únicos que no reparan en que están clonados.

    No es resignación, es impotencia.

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