Una de las cosas que mas me inoportunan cada vez que me siento en busca de una excusa "procrastinatoria" delante del ordenador es encontrar a esa multitud que se dedica a dejar mensajes y propuestas de firmas a diario en mi muro o en los muros de los que creen, como ellos, que hacen algo bueno por el mundo abarrotando, como carteles de cotillón, las paredes que prefiero ver limpias de sandeces que me importan bastante poco a medida que se van repitiendo.
Casualmente son los mismos que empezaron esos powerpoint tan sosos con fotos al ritmo de la música que no terminaban nunca. Son los mismos que te decían que ese mail tenías que enviarlo a diez amigos o se te caería una parte del pene. Los mismos, probablemente, que mandaban un "pásalo" al final de un sms y los mismos que te mandan el mismo chiste por whatsapp hoy y mañana, porque para eso "la guasa" es gratis con tu tarifa de datos.
Son los que mandaban chistes con Zapatero y ahora rebotan los memes de Rajoy con atisbos de profunda indignación. Son los que me remitían los chistes de Froilán y aquel del rey con una elefanta que se balanceaba. Son los que te piden que busques a un niño perdido, que colabores contra el cáncer y que se solidarizaron con Assange firmando en change.org. Son los que hablan del cambio climático y ponen también un video de un ruso chocándose. Son los que mandan solicitudes de cualquier juego que han abandonado hace cinco minutos. Los que hoy magnifican al twitter pero ayer juraban que lo mejor era el facebook y una vez te abrasaron pidiendo que visitaras su blog, que también abandonaron.
Los mismos que, en vez de ser consecuentes con tanta moral, no se movilizan nunca porque están demasiado aburridos rebotando todo lo que creen que les hace más estupendos y , además, les hace creer que las cosas se cambian a golpe de ratón. Les da igual lo que haya que cambiar, el caso es dar por el saco y comprar boletos para la carpeta de spam o el grupo de los ignorados.
Eso es lo que me inoportuna, los pesados chaqueteros digitales.
Pd: chaquetero, ra.
1. adj. coloq. Que chaquetea, que cambia de opinión o de partido por conveniencia personal.
2. adj. coloq. adulador.
3. adj. Guat. Dicho de una persona: servil (‖ rastrera). U. t. c. s.
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ResponderEliminarYo los llamo spameros, porque me tienen la papelera repleta de mensajes que no sirven para nada.
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