La vida está llena de buenos sentimientos. Lo cierto es que dentro de cada uno de nosotros vive una buena persona, como el pequeño cura que los hermanos de La Salle metieron dentro de mi en mi infancia y me avisa de mis maldades según las voy cometiendo.
Y un estudio, de esos que hablan de moral y de innata compasión humana, ha llegado a la conclusión de que los pobres son más receptivos en cuestiones de compasión y afectividad.
Así que puedes coger un saco de personas, agitarlos, macerarlos en la vida convencional y ponerles delante de una situación de esas en las que aparece tu pequeño angel de la bondad y descubrirás, de manera inversamente proporcional, que los mejores tipos son los que pertenecen a las clases más bajas.
"Yo no soy mala, es que me han dibujado así"- decía Jessica Rabbit.
"Yo no soy malo, es que nací en una familia pudiente"- podría decir un niño rico después de no ayudar a levantarse a una vieja que patinó en un paso de cebra una mañana de frio de algún congelado invierno lluvioso.
Pero ya sabíamos, estudios aparte y aunque suene quijotesco, que los pobres siempre son mejores personas.
Gracias. Me has alegrado el día.
ResponderEliminarTienes un blog que me alucina, me gustaría que te pasaras por el mío.
Dejo enlace que haga de anzuelo:
[pincha aquí] http://comunsinsentido.blogspot.com/2012/01/etiquetar.html
Me gusta el vídeo, supongo que no te importa si trato de rebotarlo.
Un saludo (de pobre)
Estoy de acuerdo con el título de 'Los pobres son mejores personas' aunque si se analiza un poco más, probablemente sería más preciso decir que las buenas personas son más pobres.
ResponderEliminarJose Antonio:
ResponderEliminarSin pretender generar una polémica, se me ha ocurrido que, si incluías en tu comentario un ojo, un camello y una aguja (a lo mejor no en ese mismo orden), te quedaría probablemente más redondo.
Un saludo
vease: http://www.aporrea.org/imagenes/2011/06/quino_aguja.jpg
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