11 de enero de 2012

Corazones en La Alhambra

Han detenido a una turista suiza por grabar un corazon en las paredes de La Alhambra con un par de iniciales. Supongo que, en su descargo, habrá alegado que está enamorada y que el amor, como si esta vida fuera una película con final feliz, lo puede todo. Que está cegada, que está encoñada como una adolescente, que se le hacen las glándulas internas nata montada cuando piensa en su pareja, que todas las personas le parecen mejores y que quería hacer parte de su felicidad a un patrimonio de la humanidad. Luego mirará con ojos de suiza enamorada al juez y esperará clemencia o, al menos, que se considere un atenuante.

Hay quien piensa, como una turista suiza, que el amor lo puede todo. Que si estás enamorado el sol saldrá luminoso por la mañana, que no te importa estar en el paro, que siempre tienes erecciones enormes, que el orgasmo dura más y que la vida es mucho más bonita y las palabras suenan más dulces.

Hay quien cree que asumiendo ese punto de partida todo engrana con el aceite del cariño. Que estás deseando conocer a su madre y que todos sus amigos te van a parecer maravillosos, porque son parte de un todo palpitante en la contraparte. Hay quien es capaz de tragarse una película infumable y un concierto desesperante porque está enamorado. Hay algunos que miramos la estantería y no somos capaces de entender por qué compramos el primer disco de Whitney Houston, llevarnos aquel mal trago, tolerar aquellas palabras, volver aquella noche, vaciar un armario que nunca se llenó e incluso decir aquellas barbaridades porque nos asustaba el abismo.

Supongo que no se racionaliza, porque si se racionaliza se acaba.

Y yo soy un hombre racional. Así me va, viviendo entre miles de mensajes que no vuelven porque cuando alguien quiso poner mi inicial sobre una pared de La Alhambra, al lado de un corazón, salí corriendo a ver la fuente de los leones.

Y no volví.

Tampoco me esperó. Punto cero otra vez.

3 comentarios:

  1. El amor , igual que la fe, no sigue patrones racionales, o se siente o no se siente, y si siempre que has tenido un amor has podido racionalizarlo, es que nunca has estado enamorado

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  2. Trata de esa diferencia , ese salto cuantico, entre el encoñamiento, la pasion que te persigue desde que te agachas ante ella mientras pica cebolla en su cocina hasta el dia en el que se queda delante tuyo y te dice "ya no me follas contra la pared, cariño ". Y piensas si acaso la verdad esta en. aquel sitio eterno donde te sientes como el primer dia o si la verdad vive en el desconocido mundo de la convivencia , que debe ser un mundo paralelo donde no estuve nunca. Claro que no fui a la alhambra.

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  3. Sigues sembrado, quizas el amor no exista en sí, sino el concepto (racional o no ) y ese mundo de florecillas y espinas que nosotros mismos nos creamos entonces.
    P.D. Ves a la Alhambra hombre, tampoco te pierdes nada sino vas pero..quien sabe, lo mismo descubres que alguien ha delinquido con tus iniciales.

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