Publican un estudio, de esos que no valen más que para pasar 10 minutos de charla con los amigos, que afirma la verdad demostrable de que las mujeres de 50 se lo pasan en la cama mejor que las de 40 (que, a su vez, aprendieron de los errores que cometieron a los 30, cuando probaron las cosas que no hicieron a los 20).
Mis amigas que se aproximan a esa edad han sonreído al leer las estadísticas.
Nada dice de lo que nos pasa a los hombres cuando vamos dando los saltos cuánticos en la edad, aunque ya sabemos que en el siglo XXI la masturbación, quizá fruto de la azarosa búsqueda de la exaltación de lo personal en detrimento de lo compartido, es más habitual que el coito o los juegos sexuales.
Las diferencias aquellas en las que se gusta de alardear de lo contrapuestos que somos en la cama los hombres de las mujeres son el caldo de cultivo de estos estudios.
Sin embargo, salvando las formas, mantengo la idea de que el objetivo final suele ser el mismo: estar bien y llegar a esa sensación de paz que te recorre el cuerpo después de una noche loca cuando coges aire, cierras los ojos y lo sueltas poco a poco a la vez que la ves agarrando la almohada y haciéndose un ovillo entre tus sábanas.
Aún así , varios datos se sacan del estudio. Uno, que es obvio hasta cierto punto, es que las relaciones sexuales se reducen con la edad (supongo que no por falta de oportunidades sino por ese conocimiento ingrato que dan los polvos caros, que son aquellos que los realizas sin pensar y te persiguen durante meses). Otro dato es que el 40% de las mujeres afirman carecer de deseo sexual (que sube al 95% si delimitamos el campo a mujeres que te interesan) y el 67% de las mujeres alcanzan el orgasmo, aunque nadie dice que sea cuando están contigo.
Tengo un amigo que una noche, de esas en las que se hacen confidencias entre las tercera y la cuarta botella, nos aseguró que uno de sus mejores orgasmos lo tuvo delante de la televisión, una mañana tonta, mientras fantaseaba con Ana Rosa Quintana.
Los mitos de la sensualidad las inclinan a pensar en noches de lujuria con autoestopistas jóvenes que las revienten en la habitación de un motel. A nosotros nos han enseñado a pensar en mujeres jóvenes con curvas que se avalancen sensualmente contra nuestro varonil cuerpo.
Y, al contrario, va a resultar que en este mundo de fornicio (al estilo del obispo de Córdoba), la verdad se alcanza con la edad, como la sabiduría. Las mujeres de verdad tienen curvas y, a partir de ahora, 50.
Pd: aunque , como en todo, hay de 30, 35, 40 y 43 maravillosas.
Sigues sembrao... pero... con Ana rosa Quintana? y lo llamas amigo??? oh my Good!! en fin, sera la persona y no la edad...Saludos
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