6 de septiembre de 2011

Watching Lesbos

Aunque se suele decir que una vez que un hombre prueba el amor de otro hombre ya no hay vuelta atrás el único argumento válido que he aceptado por bueno en relacion al amor homosexual es el que hace referencia a las mujeres. Viene a decir que esa conocida "bajada" de energia postcoital es mucho menor que en el caso de los hombres por lo que una relacion sexual lésbica puede aguantar horas en ese cielo de excitación que se siente cuando se siente de verdad.

Y aunque reconozco que en mi imaginativo cerebro han aparecido, fugazmente si, pero han aparecido imágenes de alguna de mis parejas con esa amiga tan estupenda con la que venía de vez en cuando, siempre terminaba apareciendo yo para joder (en el sentido estético también) la bonita estampa.

Sin embargo no soy un gran amante del sexo lésbico. Será porque me siento apartado aunque reconozco que para mis neuronas espejo no es como ver un reportaje de National Geografic sobre sexo salvaje, pero soy tan tradicional que la aparicion de un buen muchacho (a ser posible un servidor) dentro de la fantasía, es mucho más entretenido y "polutorio" (que produce una polución).

David Loftus escribió el libro Watching Sex tras medir las diferentes reacciones químicas de varios sujetos ante imágenes sexuales explícitas. Más o menos llegó a la conclusión que la observación de sexo lésbico excita por un componente cultural mientras que las mujeres se sienten mucho más excitadas con el mero contacto o con la visión algo más global de la situacion en cuestión. Sin embargo muchas de las declaraciones a lo largo del libro describen a la pornografía, en general, como un compendio de satisfaccion sexual sin contenido emocional, un exceso en las pretensiones sexuales que se le suponen al hombre o incluso manera de hacer "reales" aquellas fantasías sexuales que uno no se atreve a pedirle (o le niega) a su pareja.

¿Es la pornografía un componente adolescente o exclusivamente masculino?. No lo creo, aunque considero que es algo que, como todo, evoluciona con el tiempo. Desde aquel Lib que yo escondía debajo del colchón de mi cama hasta las ordenadísimas carpetas que encuentras en los ordenadores apestados de virus (gracias al streamin) de muchos adolescentes no han cambiado mucho las cosas, aunque sí la variedad y la cantidad de vello púbico. También es cierto que ellas suelen guardar las fotos que les pueden mandar sus pretenciosos pretendientes (por las poses) y ellos, aunque disponen de unas cuantas fotos amateur de supestas jovenes que se sienten chicas malas con el movil en el cuarto de baño, vuelven al consumo del producto profesional, que siempre es más intructivo y siliconado.

¿Y es, como afirman algunas feministas, una manera de degradar a la mujer por parte de la vision neanderthal del hombre más bruto?. Probablemente no porque el otro día una amiga me confesó que sus horas de soledad estaban siendo cubiertas por cierta página de pornografía en internet que le comenté y que estaba aprendiendo una barbaridad. ¿Te has masturbado delante del ordenador?- pregunté en un alarde imaginativo que me anima al recordarlo. Se puso colorada. Y no fue con sexo entre hombres. Tampoco con sexo entre mujeres.

A mi me pasa lo mismo. Aunque depende del día.

Existen momentos en los que me fabrico las fantasías, y salgo yo reflejado en algún espejo gracias a mi maravillosa memoria fotográfica. Otros días las consigo manufacturadas. Y duermo igual de tranquilo llegando al sueño por agotamiento en vez de por lorazepam.

Aunque duermo mejor después de algo de verdad, no lo niego. Y en ese caso nunca son dos mujeres solas. Tampoco son dos(+1), pero es que yo soy un tipo muy ordenado y, cuando acabo abriendo los ojos ante los alardes de otros, resultan ser los dias en los que tengo ganas pero demasiada prisa.

Y hay dias de abrazos, otros de visiones globales, alguno de ella entre dos señores (que es una fantasía muy recurrida en el caso de las mujeres que conozco y que nunca me incluye a mi), los menos son los días en los que me entretengo en la retransmisión en diferido de una fiesta global al estilo swinger, los más son las largas relaciones entre dos (quizá porque podrían ser posibles) y sólo muy de vez en cuando me quedo anclado en dos mujeres solas.

Claro que va por gustos. Hoy desconozco lo que sucederá, eso es lo divertido.

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