7 de abril de 2010

Desafortunados nombres comerciales

En Bilbao, justo en el casco viejo y muy cercano a otro comercio de nombre desafortunado (Gili-Gili) existe un local de moda especializado en ropa de señora con un nombre tendencioso pero no consecuente con su contenido.


Están de rebajas. Quizá, para aprovechar los rótulos han decidido dar un giro a su negocio. Mientras tanto no deja de ser tan peculiar como esa panadería en Balmaseda (Vizcaya) que hace Pan, pero del torpe.

(Recordamos la grandiosa colección de nombres desafortunados de microsiervos) de la que tengo que destacar por su tendenciosa originalidad a la empresa de Catering "Herpburn".

Al fin y al cabo en esta injusta sociedad de consumo hay que ser diferente en algo para lograr, al menos, la posibilidad de demostrar al cliente tu buen hacer. El mundo comercial (como la vida sexual) se compone en partes iguales de originalidad, suerte y trabajo. Los caminos del consumo (y del sexo cuando eres un tipo vulgar como yo) son así (solo que yo no soy original, no se bailar, como muy torpe con las manos y tengo moral propia).

En fin, cualquier publicista sin prejuicios puede demostrar que no sólo vale el trabajo porque de alguna manera habrá de llegar a la posibilidad de demostrar que eres bueno, que lo haces bien, que eres honesto y que te has ganado una oportunidad, o dos. Cuando cayó el muro de Berlín un amigo mandó una carta a su novia que decía: "Si el mundo ha aprendido de sus errores y se dan la oportunidad de hacer las cosas bien, ¿por qué tú y yo no?". Claro que hoy hablamos de comercios con desafortunados nombres.

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