Bienvenidos a Septiembre, mucho más allá de la canción de Earth Wind & Fire.
Bienvenidos a la gasolina a dos euros, al aceite con candados antirrobo, a las hipotecas más arriba que el ático. A la España con firmes posibilidades de tener y Pdro de presidente resistente, Puigdemont bailando en las ramblas con el pelo al democrático viento y Otegi siendo un ejemplo de tolerancia mientras Yoli nos intenta convencer que sin ellos una gran oleada de machismo, racismo, antiecologismo, misoginia y homofobia lo mancharía todo. Eso es España mientras un gallego está perdido, un matrimonio toma un martini junto a la piscina de un chalet y otros chalados se preocupan de si a alguna se le ve un pezón.
Bienvenidos a ese lugar en el que los extremos nos poseen. Aquel país que era libre y que ahora se ha encargado de que los pobres se peguen entre ellos por una paga que les den con el dinero que ya les han quitado. Un sitio donde es obligatorio odiar. Odiar al que triunfa y al que no piensa igual, responsables de todos nuestros males y a los que hay que culpar de todo: desde que no te llega la wifi al cuarto a que solamente puedas comer pan del dia los domingos. Un pais de inmediatez y de derechos pero con muy pocas obligaciones propias (pero todas en los demás). Un sitio extraño donde un macarra calvo, una folclórica borracha o un tipo cachas con adición a los cuchillos en Tahilandia son más importantes que la vida de tus vecinos y donde hasta el más tonto quiere ser funcionario porque cree que ganará, del infinito dinero público, más trabajando menos.
Bienvenidos a la vuelta al cole, a tener que pagar los créditos con los que te fuiste a vivir las experiencias que te mereces escapando del capitalismo con la tarjeta en llamas. Sé un buen anfitrión y saluda a los peajes, la subida de la cuota de autónomos, las ayudas con burocracias infinitas y la posesión infernal del marketing más miserable en esas empresas llamadas partidos políticos, que viven a caballo entre los directivos de las grandes empresas, las juntas de los equipos de fútbol y la familia Roy ( Succession).
Bienvenidos a la soledad de ver llover con la sensación de no ser nada clavada en esa parte de la nuca que no te ves pero te hace cerrar los ojos si la aprietas. Ese hueco debajo del cráneo que te suelta una descarga pequeña por la espalda.
Tienes que pasear por esas calles por las que no podrás ir en tu coche de gasolina que aún tienes sin pagar. Verás que es un gran país con grandes cosas que se va lentamente a la mierda porque somos idiotas. Porque yo no pongo aquí ninguna canción en mi idioma.
Dentro de nada seremos Argentina. Al menos el cine será brillante.
Has conseguido diseccionar la actual realidad con la precisión del bisturí de un cirujano de reconocido prestigio
ResponderEliminarJoer ,
ResponderEliminary tanto.