De un tiempo a esta parte se ha generado algo muy diferente al sentido crítico. Me explico. Cuando alguien se pregunta o discrepa o simplemente se plantea que existe una opción diferente a la establecida, justo en ese momento y sin margen a la consideración ajena, se le ubica en el lado contrario extremo.
Por ejemplo. Si le dices a alguien que eso de estar en casa a las diez te empieza a resultar cargante por defecto eres un negacionista, escupes virus y quieres que se muera todo el mundo. Si aciertas a decir que las manifestaciones del 8M te resultan fuera de lugar se te considera alguien que sale por la calle, con un bate de beisbol gigante, deseando apalear mujeres solo por serlo. Si te parece que la economía se puede cuidar de una forma menos ideológica te tachan de capitalista maquiavélico. Si votaste a la izquierda eres un bolivariano y si lo hiciste algo más a la derecha quieres que el dictador aparezca para fusilarlos a todos porque son de la Eta.
Así que los artilugios mentales lo que hacen es posicionar al otro, al que no piensa igual, en un extremo absolutamente incorrecto para apoyar la idea de nuestra correcta situación equilibrada. Si fuera un ejemplo de colores ( que no de razas, no sea que ahora me digan que estoy a favor de los blancos supremacista): yo no soy blanco pero tú eres negrísimo. ¿ Conoces a alguien que no piense de si mismo que vive en una situación moral e ideológica centrada, justificada y equilibrada?.
¿Conoces a alguien que no afirme que vivimos rodeados de estúpidos que son siempre los otros? El problema es que los otros piensan exactamente lo mismo.
Ahí estamos, regodeándonos en la irracionalidad donde necesitamos meter a los demás para nuestra propia tranquilidad. Ya no existe esa sensación de alumno que desea aprender de los razonamientos que le han llevado al otro a un sitio en que nosotros no estamos sino que tenemos tanta necesidad de estar en posesión de la razón que nuestro primer impulso es condenar a los otros, tildados de enemigos por nuestra supuesta superioridad moral.
En algunos casos esa superioridad moral intransigente se ha convertido en una seña de identidad peligrosísima de la que se sale mucho más dificilmente que de las drogas. A veces, incluso, se crean oximorones en los que yo puedo permitirme licencias por ser mucho mejor persona que tú. La moral, como las matemáticas, parece una ciencia exacta pero no lo es.
Me da lo mismo que hablemos de política, de sexo, de futbol o la tortilla de patata ( que por supuesto ha de ser sin cebolla y, si no lo ves así, púdrete jodido talibán).
Si no estás de acuerdo conmigo ya no es que estés contra mi sino que eres el puto demonio.
Is black, is white. En Tinder no hay grises pero todos los perfiles, al investigarlos, están llenos de nebulosas.
Pd: ( que se me había olvidado) Y si tu vida no es lo maravilloso que habías soñado que debía ser solamente por existir como persona, la culpa es de los hijos de puta.
100% de acuerdo.
ResponderEliminarY hasta me gusta la música.
Gracias